El senador Rand Paul (R-Ky.) continuó su búsqueda de información sobre si Estados Unidos ayudó a financiar la investigación de ganancia de función en China cuando interrogó al auditor general de la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) Gene Dodaro.
Paul dijo que tiene información de que universidades y agencias gubernamentales estadounidenses han enviado dinero para financiar la investigación militar china.
«En realidad estamos financiando investigación militar. Creo que cabe preguntarse si se está haciendo de forma adecuada, honesta y, francamente, legal», dijo Paul a Dodaro durante una audiencia celebrada el 20 de abril ante la Comisión de Asuntos Gubernamentales de Seguridad Nacional del Senado.
«Estoy igualmente preocupado por este asunto», respondió Dodaro.
La oficina de Paul no devolvió las llamadas ni los correos electrónicos en busca de más detalles sobre sus acusaciones.
En la audiencia se debatió la Lista de Alto Riesgo 2023 de agencias y programas que necesitan reformas. Como parte de la información sobre el gasto, la GAO publicó el informe «Información sobre hallazgos de EE. UU. a entidades ubicadas en China».
La información indica que gran parte del dinero enviado a China no puede contabilizarse.
Una revisión del informe realizada por The Epoch Times no pudo encontrar las subconcesiones específicas que mencionó Paul. Según un correo electrónico de un portavoz de la GAO, se está preparando más información sobre la financiación a entidades en China.
Chuck Young, director gerente de asuntos públicos de la GAO, escribió en un correo electrónico a The Epoch Times: «Todavía tenemos trabajo en curso sobre la financiación a entidades chinas y no está previsto que esté terminado y publicado hasta dentro de uno o dos meses».
«Es posible que se incluya en el nuevo informe, pero aún no está terminado, así que no puedo decirlo específicamente».
Las universidades y agencias gubernamentales mencionadas por Paul no devolvieron los correos electrónicos ni las llamadas telefónicas de The Epoch Times en busca de comentarios.
Según el informe, se proporcionaron 48 millones de dólares a entidades chinas entre los años fiscales 2017-2019. De ellos, 22.8 millones de dólares fueron adjudicaciones de asistencia, y unos 25.2 millones de dólares en contratos.
Para explicar la diferencia, la GAO informó que el Departamento de Salud y Servicios Humanos obligó fondos a través de adjudicaciones de asistencia para estudiar enfermedades infecciosas. El Departamento de Estado pagó bienes y servicios a través de contratos para cumplir su misión en el país.
La financiación también se proporcionó a través de subconcesiones de los beneficiarios estadounidenses a organizaciones chinas.
«Sin embargo, se desconoce el alcance total de estas subcontrataciones debido a las limitaciones en la integridad y exactitud de los datos de subcontrataciones reportados en los sistemas gubernamentales», dice el informe de la GAO. «La GAO está examinando actualmente el estado de los datos de subvención de todo el gobierno federal como parte de una revisión separada».
Pero las cantidades gastadas y los requisitos de información fueron sólo una parte de la cuestión planteada por Paul.
El senador de Kentucky ha estado presionando para obtener información sobre el dinero enviado a los militares chinos y averiguar si se envió dinero estadounidense al laboratorio de Wuhan para investigación de ganancia de función. Cada vez se ha topado con un obstáculo.
La búsqueda de Paul ha dado lugar a varias batallas de alto nivel con el Dr. Anthony Fauci, exdirector del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
«Parece que no nos importa haber financiado esto», dijo Paul.
Paul afirmó haber recibido información de denunciantes y de la GAO que indica que al menos seis universidades estadounidenses han enviado subvenciones a la Academia China de Investigación Médica Militar. Pero, cuando intenta obtener más información sobre para qué se utilizó ese dinero, «las agencias no nos dan nada».
Le dijo a Dodaro que el Congreso había desclasificado la información, lo que significa que debe facilitarse a cualquier miembro del público que la solicite. Pero, hasta ahora, los únicos documentos que se le han entregado proceden de denunciantes o en respuesta a solicitudes de la Ley de Libertad de Información (FOIA).
«Llevamos dos años pidiendo información desclasificada y no nos dan nada», dijo Paul.
«El gobierno está tan fuera de control que no podemos obtener información».
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