El senador Joe Manchin (D-W.Va.) instó al presidente Joe Biden para que cambie de opinión sobre el oleoducto Keystone XL. La invitación se presentó después que el presidente emitiera una orden ejecutiva, el 20 de enero, para revocar el permiso de construcción del oleoducto.
Manchin, en una carta que le envió al presidente el martes, argumentó que los oleoductos como el Keystone XL son el «modo más seguro para transportar nuestros recursos de petróleo y gas natural y respaldan miles de empleos sindicales estadounidenses bien remunerados».
“Le animo a que reconsidere su decisión sobre revocar el permiso transfronterizo para el oleoducto Keystone XL y a que tenga en cuenta las posibles repercusiones de cualquier otra medida sobre la seguridad, el empleo y la seguridad energética”, dijo.
Los republicanos rechazaron la anulación del oleoducto Keystone XL, diciendo que costaría y ha costado miles de puestos de trabajo.
Aparte de Manchin, el senador Jon Tester (D-Mont.) expresó su apoyo al oleoducto, uniéndose a los republicanos en una resolución.
Según una orden ejecutiva emitida por Biden el 20 de enero, día de la inauguración, «en 2015, tras una revisión exhaustiva, el Departamento de Estado y el presidente determinaron que la aprobación al oleoducto Keystone XL no serviría a los intereses nacionales de EE.UU.». Agregó: «Ese análisis, además de concluir que es limitada la importancia del gasoducto para nuestra seguridad y economía energética, destacó que Estados Unidos debe priorizar el desarrollo de una economía de energía limpia, que a su vez generará buenos empleos”.
El análisis de la orden: «Concluyó que la aprobación del gasoducto propuesto socavaría el liderazgo climático de Estados Unidos al socavar la credibilidad y la influencia de Estados Unidos».
El enviado presidencial especial para el clima, John Kerry, dijo el 28 de enero que Biden busca encontrar «mejores opciones» para los trabajadores de la industria energética con trabajos que «paguen mejor».
Pero durante el fin de semana, el presidente de AFL-CIO, Richard Trumka, jefe del sindicato más grande de Estados Unidos, criticó con cautela la orden de Biden sobre Keystone XL.
«Ojalá [Biden] no hubiera hecho eso el primer día», dijo en una entrevista con Axios. «Lo hizo y nos costará puestos de trabajo en el proceso», dijo Trumka. «Desearía que hubiera emparejado eso con más cuidado diciendo en segundo lugar: ‘Aquí es donde estamos creando puestos de trabajo. Podemos [trabajar en] la recuperación de minas. Podemos arreglar fugas. Podemos arreglar filtraciones y crear cientos de miles de puestos de trabajo al hacer todo eso'».
Varios grupos conservadores, junto con funcionarios de Canadá, han dicho que la medida acabará con numerosos puestos de trabajo. Algunas estimaciones dicen que la cancelación del oleoducto afectaría hasta 60,000 puestos de trabajo.
Sin embargo, la medida de Biden fue elogiada por grupos ambientalistas, y Anthony Swift, director del proyecto de NRDC en Canadá, dijo que la medida equivale a un «futuro más próspero» con «energía limpia».
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