La principal razón por la que la respuesta de EE. UU. a la pandemia de COVID-19 se convirtió en un «fracaso miserable» es que los principales funcionarios de salud se desviaron de su camino para promover una agenda en lugar de basar sus decisiones en la ciencia, incluyendo la ciencia detrás de la inmunidad natural, dice el senador Ron Johnson (R-Wis.).
«No siguieron la ciencia. La ignoraron», dijo el senador el lunes en una entrevista en el programa «American Thought Leaders» de EpochTV, en el que hablaba de los principales líderes y responsables políticos del país en materia de salud pública.
La entrevista se produce cuando expira la emergencia de salud pública por el COVID-19 declarada por primera vez por el presidente Donald Trump en 2020 y prorrogada en repetidas ocasiones por el presidente Joe Biden. También se produce cuando la Dra. Rochelle Walensky termina su periodo como directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), una medida que Johnson describió como «una de las ratas que huyen del barco [que se hunde]».
«No dejan que ningún hecho o ciencia se interponga en lo que quieren hacer», dijo Johnson al presentador Jan Jekielek. «Querían cerrar las escuelas. Querían imponer una vacuna en cada brazo. No querían [reconocer] la inmunidad natural».
«Una pregunta que sigo haciendo a todos los profesionales médicos: ¿cómo se explica que entre el 40 y el 50 por ciento de las personas infectadas con COVID fueran asintomáticas, aparte de la inmunidad natural?», continuó. «Y lo supimos de inmediato. Supimos inmediatamente que casi la mitad de las personas que contrajeron COVID —como yo— acabaron siendo asintomáticas. ¿Cómo se explica eso si no es por la inmunidad natural?».
La falsa narrativa del COVID al descubierto
Johnson dijo sentirse «animado» por los testimonios del Dr. Marty Makary, profesor de cirugía y política sanitaria de la Universidad Johns Hopkins, y de la Dra. Margery Smelkinson, científica del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. En su intervención del 12 de mayo ante el Subcomité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Pandemia del Coronavirus, los dos expertos declararon que los funcionarios del gobierno estaban ignorando deliberadamente las pruebas de inmunidad natural efectiva en favor de la distribución masiva y obligatoria de vacunas.
En concreto, según Makary y Smelkinson, el gobierno de Biden no sólo restó importancia al efecto protector de la inmunidad natural, sino que siguió propagando afirmaciones falsas como que las vacunas evitan la transmisión y que no había ningún riesgo en vacunarse, a pesar de los «abrumadores datos» que demuestran lo contrario.
«Desde luego, sé que las lesiones provocadas por las vacunas se han negado por completo, se han pasado por alto, de modo que las personas que sufren lesiones provocadas por las vacunas se quedan sin un tratamiento eficaz», declaró Johnson a Jekielek, señalando un estudio reciente que sugería que los beneficios que ofrecen las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer y Moderna se veían contrarrestados por los riesgos cardiovasculares potencialmente mortales asociados a las inyecciones.
«Se han examinado los propios datos de los ensayos de Pfizer y Madonna, y se ha llegado a esa conclusión», dijo Johnson, añadiendo que esos datos no deberían haber sido tan difíciles de obtener y analizar.
«¿Por qué se necesita una batalla judicial y solicitudes de la FOIA (Ley de Libertad de Información) para obtener lo que debería ser información pública de las agencias federales de salud?», preguntó. «¿Por qué son literalmente cientos de miles, si no millones, de páginas?».
«Si tuviéramos agencias sanitarias federales que fueran honestas y transparentes, nos mostrarían los documentos clave que… nos muestran exactamente lo que examinaron, lo que podría haberles causado alguna preocupación», añadió. «Pero no lo hacen. En lugar de eso, están haciendo estos volcados masivos de datos».
Problemas con los ensayos de vacunas
El estudio, publicado en abril en la revista Cell, descubrió que las vacunas contra el COVID-19 no tenían un impacto general sobre la mortalidad, lo que inevitablemente llevaría a preguntarse si esos datos de los ensayos fueron realmente utilizados por el gobierno federal en el proceso de aprobación.
«Bueno, no lo sabemos», dijo Johnson. «No nos lo quieren decir. Ése es nuestro problema».
«Si tuvieran buenas razones, deberían exponérnoslas con todo detalle. Pero el hecho de que no lo hagan, el hecho de que se resistan, eso te dice algo».
«Por supuesto, lo que hemos visto hasta ahora es una larga, larga lista de lesiones por vacunas que fueron reconocidas en los ensayos por esas compañías», añadió. «Sabemos que la mortalidad por todas las causas fue mayor en el grupo vacunado que en el no vacunado. Sabemos que destruyeron por completo nuestra capacidad de rastrear realmente la eficacia a largo plazo y la seguridad a largo plazo de estas cosas al deshacer el cegamiento de los participantes y vacunarlos a todos».
También existe un problema con la interpretación de la eficacia de las vacunas. Los científicos distinguen entre la eficacia relativa de las vacunas, que se mide comparando a las personas que han recibido una vacuna con las que han recibido otro tipo de vacuna; y la eficacia absoluta de las vacunas, que se mide comparando a las personas vacunadas con las no vacunadas.
«Los vacunaron a todos. Cuando se entiende quién participó en el ensayo, se trataba en general de personas sanas», dijo el senador. «El ensayo se hizo con personas muy sanas: ni embarazadas ni ancianos. Se trataba de un grupo sano. E incluso ahí, parece que ocultaron los datos en términos de lesiones de la vacuna y la verdadera eficacia general».
«La gente realmente debe preocuparse más por la eficacia absoluta a la hora de tomar su decisión sobre vacunarse o no».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
