El senador Roger Marshall (R-Kan.) está pidiendo una “auditoría completa” de las respuestas a las solicitudes de la Ley de Libertad de Información (FOIA) en los Institutos Nacionales de Salud durante la última década, después de que un subcomité de la Cámara se enterara de los esfuerzos de los funcionarios de salud para “hacer desaparecer correos electrónicos” y ocultar otros documentos relacionados con la pandemia de COVID-19.
Marshall también quiere que todos los empleados federales que violaron el estatuto de transparencia sean remitidos al Departamento de Justicia para su procesamiento, según su carta emitida el 18 de junio a Christi Grimm, inspectora general del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
The Epoch Times obtuvo exclusivamente una copia de la carta del Sr. Marshall a la Sra. Grimm.
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) incluyen el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que estuvo dirigido durante muchos años por el Dr. Anthony Fauci, un asesor de salud pública muy visible de los presidentes Donald Trump y Joe Biden durante la pandemia de COVID-19. El Dr. Fauci era el empleado federal mejor pagado cuando se jubiló en 2023.
“Debido a las recientes revelaciones de comportamiento perturbador por parte de funcionarios del NIH y el NIAID, exijo una auditoría completa a toda la producción de la FOIA en los NIH y el NIAID, incluida una evaluación exhaustiva del cumplimiento de la ley”, dijo el Sr. Marshall a la Sra. Grimm.
“Si esta investigación determina que algún empleado federal cometió delitos legales, le recomiendo que remita inmediatamente a esas personas al Departamento de Justicia (DOJ) para una investigación penal”.
La FOIA hace que todos los documentos gubernamentales estén disponibles públicamente a pedido de cualquier ciudadano estadounidense, sujeto solo a unas pocas exenciones, incluidas cuestiones relacionadas con la seguridad nacional, investigaciones criminales en curso, la protección de secretos comerciales y la privacidad individual.
Marshall señaló que el Dr. David Morens, exasesor principal del Dr. Fauci, le dijo al Subcomité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Pandemia de Coronavirus, durante una audiencia el 28 de mayo, que trabajó con funcionarios de la oficina de la FOIA de los NIH para ocultar correos electrónicos, mensajes de texto y otros documentos gubernamentales relacionados con la financiación federal de investigaciones relacionadas con el COVID-19, así como evidencia de los orígenes del virus.
“Documentos recientemente descubiertos muestran que el asesor principal del Dr. Anthony Fauci, el Dr. David Morens, consultó con la oficina de la FOIA de los NIH sobre las mejores prácticas para eliminar registros oficiales”, se lee en una declaración del 28 de mayo del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes.
“El Dr. Morens llegó incluso a escribir en un correo electrónico: ‘Aprendí de nuestra señora de la foia cómo hacer que los correos electrónicos desaparezcan’”.
La exigencia de una investigación del inspector general sobre las actividades de producción de la FOIA de los NIH, que abarcan más de una década, se produce ad portas de que el Comité de Asuntos Gubernamentales y Seguridad Nacional del Senado (HSGAC) se reúna el martes para una audiencia centrada en los orígenes del COVID-19.
Más de 1.2 millones de estadounidenses han muerto a causa del coronavirus desde enero de 2020, junto con aproximadamente 6 millones de personas en todo el mundo.
Los testigos que testifiquen en la audiencia del HSGAC abordarán dos teorías sobre los orígenes del virus. Una teoría sostiene que se originó entre los murciélagos de las cuevas chinas y pasó a los humanos a través de una especie intermediaria aún desconocida.
Según funcionarios chinos, el virus se detectó por primera vez en un mercado al aire libre cerca del Instituto de Virología de Wuhan (WIV).
La segunda teoría postula que la estructura genética del virus indica que es producto de una manipulación de ganancia de función para expandir sus características letales.
Los defensores de la segunda teoría, incluido Marshall, señalan que el ejército chino controla el WIV y participa activamente en la investigación de la guerra bioquímica.
En su carta a la Sra. Grimm, el Sr. Marshall también señaló que los orígenes del virus siguen sin confirmarse, en gran parte debido a la negativa del régimen comunista chino a permitir a los investigadores estadounidenses e internacionales pleno acceso al WIV.
“Desde noviembre de 2019, cuando varios investigadores del Instituto de Virología de Wuhan (WIV) enfermaron por primera vez con una enfermedad que presentaba síntomas consistentes con el COVID-19, el [Partido Comunista Chino] ha encubierto, ofuscado o bloqueado abiertamente los intentos independientes de para el descubrimiento de los orígenes de la pandemia de COVID-19”, escribió Marshall.
Los funcionarios del PCCh también ocultaron evidencia que indica que el WIV “colaboró ampliamente con el Ejército Popular de Liberación en investigaciones clasificadas, incluidos experimentos con animales de laboratorio, desde al menos 2017”, y sobre el “historial del WIV en el estudio de los virus más similares al virus COVID-19, incluido ‘RaTG13’, que comparte una secuencia genética 96 por ciento similar a la del COVID-19”.
The Epoch Times se puso en contacto con la directora de los NIH, la Dra. Monica Bertagnolli, para pedirle comentarios, pero no recibió respuesta al momento de la publicación.
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