El senador Rand Paul (R-Ky.) retrasó el jueves la votación del Senado de Estados Unidos para aprobar un paquete de ayuda de casi 40,000 millones de dólares para Ucrania que proporcionaría a la nación más asistencia militar y económica en medio de su actual conflicto con Rusia.
Aunque los líderes se mostraron unánimes en proceder con la aprobación del paquete legislativo esta semana, Paul se negó a hacerlo hasta que se realicen cambios en la legislación que garanticen que un inspector general pueda supervisar exactamente cómo se gastan los miles de millones de dólares.
La legislación fue aprobada por la Cámara de Representantes y cuenta con un fuerte apoyo bipartidista en el Senado, por lo que es probable que se apruebe.
Sin embargo, la objeción de Paul supuso un alejamiento de la postura de apoyo abrumadoramente mayoritario que el Congreso y el gobierno de Biden habían mostrado hasta ahora a Ucrania mientras el presidente ruso Vladimir Putin continúa con su «operación militar especial».
El senador del Partido Republicano, un libertario que suele oponerse a la intervención de Estados Unidos en el extranjero, argumentó que el gasto extra superaba al que Estados Unidos destina actualmente a múltiples programas nacionales y planteó su preocupación por cómo podría agravar aún más el déficit federal y la inflación en el país, que actualmente se sitúa en el nivel más alto de los últimos 40 años.
«Mi juramento de cargo es ante la Constitución de Estados Unidos, no ante ninguna nación extranjera y no importa lo que simpatice con la causa, mi juramento de cargo es ante la seguridad nacional de Estados Unidos de América», dijo Paul en el pleno del jueves.
«No podemos salvar a Ucrania condenando a la economía estadounidense (…) solo la gasolina ha subido un 48 por ciento, y los precios de la energía han subido un 32 por ciento en el último año. Los precios de los alimentos han aumentado casi un 9 por ciento. Los precios de los vehículos usados han subido un 35 por ciento en el año, y los precios de los vehículos nuevos han aumentado un 12 por ciento o más», continuó el senador.
Paul señaló que la inflación «no surge de la nada», al tiempo que apuntó al gasto deficitario, señalando que Estados Unidos gastó casi USD 5 billones en «rescates COVID-19» que han llevado a niveles de inflación altísimos.
«Los estadounidenses están sintiendo el dolor, y el Congreso parece estar decidido a aumentar ese dolor sacando más dinero por la puerta tan rápido como puedan», añadió el republicano.
El paquete legislativo de aproximadamente USD 39,800 millones para Ucrania incluye 6000 millones de dólares para asistencia de seguridad a sus fuerzas militares y de seguridad nacional y 8700 millones de dólares para reponer las existencias de equipos estadounidenses enviados al país.
También contiene USD 3900 de dólares para las operaciones del Mando Europeo y a la vez autoriza USD 11,000 millones adicionales para la Autoridad de Reducción Presidencial, que permitiría a su vez a Biden autorizar la transferencia de artículos y servicios de las reservas de Estados Unidos sin la aprobación del Congreso en respuesta a una emergencia. Biden pidió USD 5000 millones.
Otros USD 4000 millones se destinarían a la Financiación Militar Extranjera, que proporcionaría a Ucrania y otros países una ayuda adicional para construir y actualizar sus capacidades.
Si se aprueba, el apoyo de Estados Unidos a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa ascendería a casi USD 54,000 millones, además de los USD 13,600 millones de apoyo que el Congreso aprobó en marzo.
Paul señaló que Estados Unidos ha proporcionado desde 2014 más de USD 6000 millones en asistencia a la seguridad de Ucrania e indicó que si se aprueba la última cantidad, la ayuda total equivaldría a todo el presupuesto militar de Rusia.
«Y no es que tengamos ese dinero por ahí. Tendremos que pedir prestado ese dinero a China para enviarlo a Ucrania», dijo el senador. «El costo de este paquete que estamos votando hoy es más que lo que Estados Unidos gastó durante el primer año del conflicto en Afganistán».
El senador también señaló que los miles de millones de dólares de financiación se comparan con lo que Estados Unidos gasta anualmente en investigación sobre el cáncer —6000 millones de dólares— y es más de lo que el gobierno recauda en impuestos sobre la gasolina cada año para construir carreteras y puentes. Casi equivale a todo el presupuesto del Departamento de Estado, dijo, y supera el presupuesto del Departamento de Seguridad Nacional y del Departamento de Energía.
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