El senador Roger Marshall (R-Kan.) instó el 22 de septiembre a que se revoque la declaración de emergencia nacional de COVID-19, de un año de duración, luego de las recientes declaraciones del presidente Joe Biden de que «la pandemia terminó”.
El legislador republicano de Kansas presentó este jueves una resolución privilegiada que llama a votar para poner fin a la declaración de emergencia por la pandemia mundial, que sigue vigente desde que fue anunciada por primera vez por el entonces presidente, Donald Trump, en marzo de 2020.
Previamente, en marzo, los representantes republicanos de la Cámara intentaron poner fin al estado de emergencia, pero no lograron eliminar la declaración.
La nueva iniciativa surgió después de que Biden hiciera unos comentarios durante la entrevista 60 Minutes de CBS, que se transmitió el domingo por la noche. “Todavía tenemos un problema con COVID. Todavía estamos trabajando mucho en ello, pero la pandemia ya pasó”, dijo el presidente.
“Dado que el presidente Biden usó su aparición en 60 minutos para declarar que COVID ha terminado, él debe cancelar de inmediato la declaración de emergencia nacional de COVID-19 y liquidar otros mandatos de emergencia bajo las cuales su administración continúa obligándonos a vivir”, dijo Marshall en una declaración del 22 de septiembre.
“Los pobladores estadounidenses están fatigados y anhelando operar fuera de los confines de un gobierno sobredimensionado. Ellos anhelan las libertades que Dios les ha dado y que los líderes se pongan de su lado”, dijo Marshall. “Ya es hora de que Joe Biden y su Administración dejen de usar COVID para implementar su agenda política partidista y se centren en el aumento de la delincuencia y la epidemia de fentanilo”.
El uso continuo de la declaración de emergencia ha permitido que la administración aproveche al Congreso en dirigir fondos adicionales para abordar la pandemia. Además, proporciona una base legal para suspender el pago de intereses y plazos para préstamos estudiantiles y cerrar los puertos de entrada.
El comentario improvisado de Biden sorprendió a sus funcionarios de salud y otros colegas demócratas, por lo que el asesor médico jefe de la Casa Blanca, el Dr. Anthony Fauci, intentó remodelar la narrativa del presidente, advirtiendo que “la gente no debería pensar con displicencia de que estamos fuera de peligro”.
A principios de este mes, la administración Biden solicitó al Congreso más de USD 22,000 millones en fondos adicionales para COVID-19 con el objeto de apoyar la investigación sobre vacunas, pruebas, preparaciones y tratamientos. Los republicanos argumentaron que los fondos de ayuda adicionales no serán necesarios dado el comentario de Biden. Previamente, los legisladores republicanos dijeron que no están dispuestos a respaldar la última solicitud de la Casa Blanca.
Además, el presidente anunció en agosto que eliminaría los saldos de préstamos estudiantiles federales de millones de personas que tengan una deuda de hasta USD 20,000 por beneficiario, usando su autoridad en virtud de la Ley HEROES de 2003 que permite al gobierno renunciar o modificar los préstamos estudiantiles durante emergencias nacionales así como en una guerra
La acción ejecutiva significa que la condonación única de USD 10,000 por prestatario costará alrededor de USD 300,000 millones para los contribuyentes, o USD 330,000 millones si el programa continúa durante la próxima década, según una estimación presupuestaria de los economistas de Penn Wharton. Además, la eliminación del umbral del límite de ingresos generaría un costo de USD 344,000 millones en 10 años.
El lunes, manifestantes que padecen síntomas prolongados de COVID-19, como encefalomielitis miálgica o síndrome de fatiga crónica, protestaron frente a la Casa Blanca y pidieron a Biden que no ponga fin a la pandemia, informó The Hill.
Los funcionarios de la Casa Blanca no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
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