El senador Bernie Sanders (I-Vt.), en un intento de frenar la creciente crisis de diabetes que asola el país, afirma que la industria alimentaria y de bebidas no debería poder dirigir a los niños la publicidad de productos poco saludables.
El senador hizo estas declaraciones en una audiencia celebrada el 14 de diciembre ante la Comisión de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones, que él mismo preside. La sesión puso de relieve los beneficios económicos que obtienen las empresas que comercializan alimentos poco saludables, especialmente los dirigidos a los niños.
La audiencia incluyó el testimonio de testigos expertos, entre ellos la Dra. Kasia Lipska, profesora asociada de Medicina en la Facultad de Medicina de Yale. La doctora se extendió sobre el impacto de la industria alimentaria en las elecciones de los consumidores y destacó la naturaleza adictiva de los alimentos ultraprocesados.
La doctora Lipska también arrojó luz sobre los obstáculos financieros que encuentran los pacientes para acceder a los tratamientos de la diabetes, en particular los costos exorbitantes de los medicamentos más nuevos.
«La cuestión es ésta: Tenemos una industria alimentaria que se beneficia de enfermar a la gente y una industria farmacéutica que se beneficia de tratarla. Debemos romper este ciclo», afirmó la Dra. Lipska en su declaración.
Al principio de sus comentarios, Sanders no sólo subrayó la necesidad de comprender las causas fundamentales de la epidemia, sino que también habló de posibles soluciones para garantizar un acceso equitativo al tratamiento y a las medidas preventivas.
El senador ofreció datos sobre los astronómicos costes de la atención diabética, en particular de los nuevos medicamentos con precios disparados que, sólo el año pasado, ascendieron a casi 413,000 millones de dólares en Estados Unidos.
Señaló el firme vínculo entre la epidemia de diabetes y la obesidad, haciendo hincapié en que el 90% de las personas con diabetes de tipo 2 tienen sobrepeso o son obesas.
El legislador también señaló la correlación directa entre las estratagemas de marketing de la industria de alimentos y bebidas y el aumento de los casos de diabetes, sobre todo entre los niños.
«Durante décadas, hemos permitido que las grandes corporaciones de la industria de alimentos y bebidas atraigan a los niños a comer alimentos cargados de azúcar, sal y grasas saturadas. Esta situación ha conducido a una crisis de adicción, siendo los alimentos ultraprocesados tan adictivos como el alcohol y los cigarrillos», declaró el Sr. Sanders.
El senador propuso la prohibición de la publicidad de comida basura dirigida a los niños, citando precedentes exitosos en Quebec (Canadá). Tal prohibición, argumentó, podría ser decisiva para reducir las tasas de obesidad infantil y fomentar hábitos alimentarios más saludables.
Además, el Sr. Sanders ahondó en los precios exorbitantes de los medicamentos recetados para la diabetes, refiriéndose explícitamente a medicamentos como Ozempic y Wegovy.
Citó sus iniciativas legislativas destinadas a impedir que las empresas farmacéuticas impongan precios significativamente más altos en Estados Unidos, en comparación con otras naciones desarrolladas.
«No podemos seguir pagando los precios más altos del mundo por los medicamentos de venta con receta. Si se convierte en ley, este proyecto reducirá el coste de los medicamentos recetados en este país en un 50%», afirmó Sanders.
El comité ofreció una visión de la coyuntura crítica en la que se encuentra la nación, mostrando que Estados Unidos está preparado para hacer frente a la relación simbiótica entre la rentabilidad empresarial y el bienestar público, navegando por un camino hacia un futuro más saludable.
Durante sus comentarios, el senador Bill Cassidy (R-La.), miembro de mayor rango de la comisión y también médico, señaló que la publicidad no es competencia de la comisión y destacó las dificultades a las que se enfrentan los enfermos de diabetes de tipo 1. El legislador de Luisiana afirmó que la publicidad no es una cuestión de competencia de la comisión.
El legislador de Luisiana afirmó que es poco probable que el enfoque de Sanders sobre las prácticas publicitarias dé resultados.
«Voy a señalar que las prácticas de marketing corporativo a los consumidores y la nutrición humana no son competencia de este comité», dijo el Dr. Cassidy. «Esas son las del comercio y la agricultura».
«La comercialización de alimentos es en lo que se centrará hoy este comité, pero lo ideal sería que el tiempo del comité se dedicara a tratar cuestiones sobre las que tenemos autoridad legislativa. Si tenemos autoridad legislativa, podemos hacer algo».
Los miembros del comité se refirieron al equilibrio entre no vulnerar los derechos de particulares y empresas y propiciar la salud pública, señalando los cambios introducidos en la publicidad del tabaco como posible hoja de ruta hacia prácticas de marketing más responsables.
Otra testigo experta, Lindsey Smith Taillie, profesora asociada del Departamento de Nutrición de la Universidad de Carolina del Norte, afirmó en su declaración:
«Los niños no deberían enfermar a causa de nuestro entorno alimentario. Se necesita urgentemente una acción política federal para que la elección saludable sea la elección fácil».
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