Los republicanos del Senado advierten al fiscal general Merrick Garland que no ataque a los estadounidenses que hablan en contra de las cirugías transgénero en niños de la misma manera que su departamento lo hizo con los padres que protestaban en las reuniones de la junta escolar.
En una carta enviada el martes a Garland, un grupo de cinco senadores dijeron que les preocupa que se repita el mismo patrón que en su anterior gestión de los manifestantes de los consejos escolares.
“En su audiencia de confirmación ante el Comité Judicial del Senado, usted prometió que, bajo su supervisión, el Departamento de Justicia no sería politizado ni se convertiría en arma”, escribieron los senadores Ted Cruz (R-Texas), Mike Lee (R-Utah), Ron Johnson (R-Wisconsin), Roger Marshall (R-Kan.) y Marsha Blackburn (R-Tenn.). «Ya ha roto esa promesa más de una vez, y nos preocupa que esté dispuesto a hacerlo una vez más».
En octubre de 2021, Garland emitió un memorando en el que reunía a una coalición de fuerzas de seguridad federales y locales para hacer frente a las supuestas «amenazas de violencia» contra los profesores y los miembros del consejo escolar. En respuesta a ese memorándum, la unidad antiterrorista del FBI creó la etiqueta de amenaza «EDUOFFICIALS», y abrió docenas de investigaciones sobre las actividades de los padres que protestaban.
Según Garland, el memorando se basó en parte en una carta enviada al presidente Joe Biden por la Asociación Nacional de Juntas Escolares (NSBA), que calificaba a las interrupciones en las reuniones de la junta escolar como “una forma de terrorismo doméstico y crimen de odio”. Específicamente, la NSBA instaba al gobierno federal a invocar las leyes antiterroristas para sofocar a las «turbas enfurecidas» de padres, que pretendían responsabilizar a los funcionarios escolares por el adoctrinamiento racial y sexual, y por imponer severas restricciones de COVID-19 a sus hijos.
Los senadores dijeron que tenían que recordarle a Garland su promesa, porque una vez más se le pidió al Departamento de Justicia que censurara el debate, esta vez, sobre el tema de los niños sometidos a procedimientos transgénero irreversibles.
El 3 de octubre, la Academia Estadounidense de Pediatría, la Asociación Médica Estadounidense y la Asociación de Hospitales Infantiles enviaron una carta (pdf) a Garland, solicitando al Departamento de Justicia ayuda con las supuestas «amenazas» y el «acoso» al que se enfrentan debido a la «atención sanitaria de afirmación de género» que proporcionan.
“Desde Boston hasta Akron, [Ohio], a Nashville, [Tennessee], a Seattle, los hospitales infantiles, los sistemas de salud académicos y los médicos están siendo atacados y amenazados por brindar atención médica basada en evidencia”, escribieron las organizaciones en un lenguaje similar al de la carta de la NSBA. «Estos ataques no solo han dificultado y puesto en peligro la prestación de esta atención por parte de las instituciones y los consultorios, [sino que] también han interrumpido muchos otros servicios a las familias que buscan atención».
“Nuestras organizaciones han pedido a las empresas de tecnología que hagan más para prevenir esta práctica en las plataformas digitales, y ahora instamos a su oficina a tomar medidas rápidas para investigar y procesar a todas las organizaciones, personas y entidades responsables”, decía la carta.
Censurar la opinión de los críticos
La razón por la que el Departamento de Justicia continúa recibiendo tales solicitudes es porque la respuesta de Garland a la carta de la NSBA sentó un precedente muy malo, argumentaron los senadores.
“Sus acciones con respecto a la carta de la NSBA enviaron un mensaje inapropiado de que la aplicación de la ley federal puede y será utilizada para ayudar a un lado de un debate político, y para silenciar o enfriar el discurso del otro”, le dijeron a Garland. “Ahora, de forma notablemente similar, las asociaciones médicas le han escrito para pedirle que vuelva a tratar cualquier discurso crítico de su posición sobre un tema delicado de política pública como una amenaza física que justifica una respuesta policial”.
“Le pedimos que reafirme que protegerá fielmente los derechos de la Primera Enmienda de todos los estadounidenses para debatir pacíficamente esta y todas las demás cuestiones de política, independientemente del punto de vista”, continuaron los senadores. “El uso de las agencias federales de aplicación de la ley como el Departamento de Justicia como armas, con el fin de producir resultados de políticas preferidas, no puede continuar: nuestra democracia depende de ello”.
La advertencia de los senadores se produce en medio de un número creciente de proveedores de atención médica pediátrica que adoptan la «atención de afirmación de género», un concepto arraigado en la ideología de género progresista.
La Academia Estadounidense de Pediatría, una organización nacional de profesionales de la salud pediátrica, en sus últimas pautas alienta a los proveedores a adoptar un «modelo de atención afirmativo de género» y a ofrecer servicios que estén «orientados a comprender y apreciar la experiencia de género de los jóvenes».
En tal modelo, las identidades transgénero y las «diversas expresiones de género» no se consideran trastornos mentales sino «aspectos normales de la diversidad humana». El modelo también reconoce la identidad de género como algo que “evoluciona como una interacción de la biología, desarrollo, socialización y cultura”.
Mientras tanto, muchos profesionales de la salud que tienen una visión diferente del mejor estándar de atención para las personas con disforia de género han sido expulsados de su profesión, como el investigador sexual Dr. Kenneth Zucker.
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