Un grupo bipartidista de senadores, encabezado por el senador Rick Scott (R-Fla.), volvió a presentar una ley para que el horario de verano sea permanente todo el año. A la propuesta se opone una coalición de organizaciones de medicina del sueño, que abogan por «bloquear el reloj» pero en modo de horario estándar.
La legislación, denominada Sunshine Protection Act, fue aprobada por unanimidad en el Senado en 2022 durante el 117.º Congreso, pero se estancó en la Cámara de Representantes. Ahora, Scott y otros 15 senadores volvieron a presentar el proyecto de ley, describiéndolo como un enfoque de sentido común que simplificará la vida de los hogares estadounidenses, citando el respaldo del presidente electo Donald Trump al fin de la práctica de los cambios de reloj dos veces al año.
«Escucho a los estadounidenses constantemente que están hartos de cambiar sus relojes dos veces al año – es una práctica innecesaria, de décadas de antigüedad, que es más una molestia para las familias que un beneficio para ellas», dijo Scott en una declaración del 8 de enero. «Estoy emocionado de tener al presidente Trump de vuelta en la Casa Blanca y totalmente a bordo para BLOQUEAR EL RELOJ para que podamos aprobar este buen proyecto de ley y hacer este cambio de sentido común que simplificará y beneficiará la vida de las familias estadounidenses».
Aunque Trump aboga por bloquear el reloj, no está claro si el presidente electo está a favor de hacer permanente el horario de verano o el horario estándar. En marzo de 2019, dijo que estaba de acuerdo con hacer permanente el horario de verano. En diciembre de 2024, pidió la eliminación del horario de verano, sugiriendo que lo que apoya es el horario estándar, una posición alineada con varias organizaciones médicas.
La legislación propuesta por Scott y los demás establecería el horario de verano permanente, lo que significa que los relojes ya no se retrasarían en otoño, con lo que los amaneceres y atardeceres serían más tardíos durante el invierno. La legislación federal vigente permite a los estados eximirse de la aplicación del horario de verano, y Arizona y Hawai mantienen el horario estándar durante todo el año, lo que se traduce en más horas de luz por la mañana en los meses de invierno.
Los defensores del horario de verano permanente argumentan que eliminaría la necesidad de retrasar los relojes en otoño y proporcionaría más luz solar por la tarde, ofreciendo más oportunidades para las actividades al aire libre.
«Cada invierno, la gente del estado de Washington se desespera ante la perspectiva de perder una hora de preciosa luz solar cuando nos vemos obligados a abandonar el horario de verano», declaró la senadora Patty Murray (D-Wash.) en un comunicado. «Se trata de la salud pública, se trata de nuestra economía, y se trata simplemente de poner un poco más de luz en la vida de las familias para que puedan pasar tiempo juntos, al aire libre, bajo el sol».
Quienes se oponen al horario de verano, como la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM por sus siglas en inglés), sostienen que la hora estándar es mejor tanto para la salud como para la seguridad. En una declaración emitida el 1 de enero, la AASM explica que el cambio permanente al horario estándar tiene numerosas ventajas, como dormir mejor, menos estrés y menos accidentes de tráfico.
La postura de la AASM, respaldada por casi dos docenas de organizaciones, entre ellas el Colegio Americano de Médicos de Tórax y el Consejo Nacional de Seguridad, sostiene que la hora estándar se ajusta mejor a los ritmos diarios del reloj natural del cuerpo. Los grupos afirman que el aumento de la exposición a la oscuridad matutina y a la luz vespertina —que es lo que hace el horario de verano— perjudica los patrones de sueño y vigilia.
El Dr. M. Adeel Rishi, especialista en neumología, medicina del sueño y cuidados intensivos de la Clínica Mayo de Eau Claire, Wisconsin, autor principal de la declaración de posición de la AASM, Afirma que «el horario estándar permanente durante todo el año es la mejor opción para ajustarse lo más posible a nuestro ciclo circadiano de sueño-vigilia». «El horario de verano provoca más oscuridad por la mañana y más luz por la tarde, lo que altera el ritmo natural del cuerpo».
Las investigaciones citadas por la AASM ponen de relieve los efectos agudos sobre la salud del horario de verano, como un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares, un aumento de los ingresos hospitalarios y una elevación de los marcadores inflamatorios, que indican estrés en el organismo. El grupo también hace referencia a estudios que demuestran que las muertes por accidentes de tráfico aumentan hasta un seis por ciento en los días siguientes al cambio al horario de verano y que los incidentes médicos relacionados con errores humanos aumentan un 18 por ciento en la primera semana.
Algunas investigaciones citadas en la declaración de posición sugieren un aumento de las muertes entre los niños en edad escolar durante el horario de verano, probablemente debido a las condiciones de poca luz por la mañana cuando los niños viajan a la escuela.
Aunque la declaración de posición de la AASM esboza una serie de impactos adversos asociados con el horario de verano, también destaca los efectos nocivos de las transiciones semestrales, vinculándolas a trastornos del sueño, alteraciones del estado de ánimo e incluso un aumento de la incidencia de suicidios.
La declaración de posición de la AASM también reconoce un informe que sugiere que el horario de verano puede estar asociado a una disminución de los índices de delincuencia debido al aumento de la luz nocturna. El grupo señala que otros estudios apuntan a una ligera disminución del riesgo de accidentes de tráfico.
Sin embargo, la AASM sostiene que la preponderancia de las pruebas indica que los efectos crónicos del horario de verano son perjudiciales para la fisiología humana, la salud, el rendimiento, la seguridad e incluso la economía.
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