Hace años, vivía en una casa larga y bajita que hacía esquina. Mi marido y yo hicimos algunas reformas que hicieron que todo el patio quedara destrozado. Cuando llegó el momento, volvimos a plantar el patio con semillas de césped (¡no había césped para nosotros!) y tuvimos que sustituir el pasillo que llevaba a la puerta principal.
No recuerdo de qué estaba hecha la entrada original, pero iba en línea recta desde la carretera hasta la puerta principal.
Un amigo paisajista nos sugirió que añadiéramos una ligera curva al camino para suavizar las líneas perpendiculares de nuestro jardín, y así lo hicimos. La pasarela final era una «S» suavemente curvada hasta la puerta de entrada, hecha de hormigón estampado, que parecía una losa.
El simple cambio de una pasarela recta a una curvada fue transformador. Suavizó toda la entrada de nuestra casa, guiando suavemente a los visitantes hacia la puerta principal. Y eliminó las severas líneas perpendiculares de nuestro patio delantero, haciendo que los bordes redondeados del pequeño jardín de la parte delantera resultaran más atractivos.
Un pequeño cambio afectó a la sensación general de la fachada de nuestra casa. Hay muchos principios y enfoques diferentes sobre cómo diseñar nuestros espacios y uno de los más antiguos que aún se practica es la práctica china del feng shui.
El objetivo del feng shui es organizar los espacios de la vida humana en equilibrio con el mundo natural y las energías que fluyen por la naturaleza y el cuerpo humano. Estas energías pueden ser obvias, como el viento o el agua, o más sutiles, como el qi, la fuerza energética de los seres vivos. El objetivo es aprovechar las fuerzas energéticas y establecer la armonía entre el individuo y su entorno.
El feng shui puede implicar la reorganización de los muebles, el desplazamiento de las paredes y la reubicación de las ventanas, o la ubicación de una nueva casa en una zona determinada de una propiedad. Sin embargo, el feng shui también tiene que ver con cómo se siente uno en su espacio, y con las formas en que éste puede ayudar a que se sienta mejor. Piense en lo caótico y estresado que se siente cuando entra en una casa desordenada y con los platos de la noche anterior todavía en el fregadero.
Compárelo con lo que siente cuando se encuentra en una habitación libre de desorden, abierta y ventilada. Mucho mejor, ¿verdad? Ese es el poder del feng shui. Y no tiene por qué implicar grandes arreglos ni obras estructurales. Aquí hay algunos cambios sencillos que pueden transformar su hogar:
Deshágase del desorden
La verdad es que el desorden se siente mal. Es caótico y estresante. Lo entiendo; a veces la vida es ajetreada y las cosas se descontrolan. Pero el desorden solo agrava el estrés y hace que se sienta más abrumado. Tómese el tiempo para guardar o tirar las cosas que están convirtiendo su casa en un desorden.
Encuentre formas creativas de maximizar su almacenamiento
Después de deshacerse de los objetos que le sobran, el almacenamiento le ayudará con el desorden. Utilice camas con almacenamiento debajo, encuentre mesas con cajones, maximice el espacio de su armario de ropa blanca, cuelgue algunos estantes adicionales en un armario y encuentre accesorios que sirvan también de espacio de almacenamiento, como mesas auxiliares, cestas y cajas decorativas.
Incluya arte que sea inspirador
Las imágenes de la naturaleza, las fotografías de viajes y los objetos que le resulten agradables son más importantes que encontrar el artículo exacto para el espacio. El arte que le guste es realmente bueno para su salud mental.
Utilice el sonido para armonizar su entorno
Puede utilizar campanas de viento, música suave o una fuente de agua para ayudar a dispersar el ruido del mundo exterior. Vivo a media milla de una autopista. Algunos días el sonido parece muy fuerte, pero las campanas de viento que hay frente a mi puerta no solo ayudan a disipar el ruido de la autopista, sino que también son relajantes de escuchar.
Traiga elementos de la naturaleza al interior
Esto puede adoptar la forma de materiales de construcción naturales, como la madera o la piedra, fotos o cuadros de escenas naturales, o pintar sus paredes en tonos terrosos.
Utilice las plantas para mejorar el espacio
Las plantas también son una buena forma de traer elementos de la naturaleza al interior; no solo mejoran la calidad del aire, sino que también son buenas para la salud. Los estudios han descubierto que las plantas de interior pueden disminuir el estrés, potenciar la creatividad, reducir la presión arterial y alargar la capacidad de atención.
Optimice la luz natural
La luz del sol ayuda a regular el reloj biológico y tiene un efecto positivo sobre el neurotransmisor de la serotonina, que nos hace sentir bien. Si tiene cortinas, manténgalas abiertas durante el día y coloque su cama de forma que esté expuesta a la luz del sol de la mañana. Si su casa no está especialmente bien iluminada, añada una mezcla de fuentes de luz para iluminar los espacios oscuros.
Controle sus aparatos electrónicos
Los aparatos eléctricos, los ordenadores, las estaciones de carga y demás son molestos y mezclan la energía de una habitación. Si es posible, mantenga los aparatos electrónicos en su oficina, cocina o estudio, y no en su dormitorio, donde pueden perturbar su sueño.
En esta misma línea, no guarde los aparatos de gimnasio en el dormitorio.
Elija colores para su casa que le hagan sentir bien
Los tonos tierra pueden mejorar el estado de ánimo, sin ser demasiado atrevidos. Los azules y verdes claros, así como el lavanda, tienden a ser calmantes, y son ideales para aportar serenidad a su dormitorio. Evite los colores demasiado activadores, como el negro, el rojo vivo o el naranja, a menos que los utilice como pequeños acentos.
La conclusión es que, aunque los principios del feng shui clásico pueden ser complicados y llenos de matices, no es difícil hacer cambios en su casa que mejoren su estado de ánimo y su salud. Un retoque aquí o allá puede ser suficiente para crear un espacio relajante que lo haga sentir bien.
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