Debido a los esfuerzos de prominentes demócratas —que controlan la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca— para dirigir a Estados Unidos hacia el socialismo, muchos de los que emigraron a Estados Unidos para escapar de países socialistas y comunistas como Cuba están alzando la voz para advertir de la mentira socialista que solo traerá «la misma miseria para todos».
«Sepan la verdad», advirtió Maximo Alvarez, director de la Universidad Estatal de Florida, en una entrevista exclusiva con The Epoch Times el miércoles. «Los medios de comunicación no les dicen la verdad. Sus maestros, sus profesores, no les están diciendo la verdad».
«Este es un tema muy emotivo para mí», dijo Alvarez. «Tuve la suerte de tener unos padres que entendían el comunismo. Cuando mi padre vio lo que pasaba en Cuba, pensó que iba a ser temporal».
Alvarez fue una de las personas elegidas para dar un discurso en la Convención Nacional Republicana de 2020. El 12 de marzo, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el nuevo nombramiento de Alvarez y del líder de la comunidad local, Jorge Gonzalez, para el Consejo de Administración de la Universidad Estatal de Florida.
Según explicó Alvarez a The Epoch Times, cuando su padre vio lo que estaba ocurriendo en Cuba, envió a su hermano a España en febrero de 1961 para vivir en el Colegio Católico de los Hermanos Maristas para enseñar inglés y matemáticas. En ese momento era siete años mayor que Alvarez. En julio de 1961, Alvarez fue enviado a reunirse con su hermano en España. Sin embargo, cuando llegó a Miami de camino a estar con su hermano, Alvarez se enteró de que su hermano había muerto. Así que se quedó en Miami.
«Desde que llegó a Estados Unidos a la edad de 13 años como parte de la Operación Pedro Pan«, dijo DeSantis en un comunicado emitido a The Epoch Times, Alvarez «ha logrado el sueño americano aquí en Florida».
«Su ascenso desde sus humildes comienzos como niño refugiado hasta convertirse en un empresario en las industrias de los cítricos, la venta al por menor y la energía es una historia de éxito que demuestra cómo el enfoque de gobierno de Florida, basado en la libertad y a favor de los empresarios, ha permitido a los floridanos prosperar», dijo DeSantis. «Desafortunadamente, muchos miembros prominentes del Partido Demócrata de hoy defienden y buscan implementar las mismas políticas confiscatorias y socialistas que han llevado a tanta devastación en países como Cuba y Venezuela y en cualquier otro lugar donde se han intentado».
Alvarez dijo que aunque su viaje a Estados Unidos puede sonar dramático y doloroso, «fue en realidad una bendición».
«Fue una bendición que me quedara aquí. Es el único país del mundo, que conocemos, que te permite alcanzar tu potencial. Es donde puedes demostrar las cosas que eres capaz de hacer. Es donde recibí una gran educación».
«Los valores que recibí aquí son los mismos que recibí de mi madre y mi padre desde que nací. Y es muy sencillo: No robarás. No matarás. Trabajarás muy duro y respetarás a la autoridad. Respetarás a mamá y a papá. Tenemos que honrar a Dios», añadió Alvarez.
«He dicho antes, y moriré diciendo lo mismo», dijo Alvarez, con la voz quebrada por la emoción, «si diera todo lo que tengo hoy, que es mucho más de lo que merezco, sería solo el uno por ciento de lo que me dieron cuando vine a este país. No hay nada como la libertad. No hay nada como la capacidad de alcanzar tu potencial. Si trabajamos duro y somos leales, siempre tendremos éxito».
«Y la razón por la que me emociono, la razón por la que literalmente lloro, es porque tengo miedo de que mis nietos no tengan la misma suerte que yo tuve porque, de repente, el pueblo estadounidense está creyendo la misma desinformación, las mismas mentiras, las mismas promesas que la gente comunista —la misma gente totalitaria que quiere la misma miseria para todos— vende a su pueblo», advirtió.
«Es tan importante que trabajemos para asegurar que el Partido Demócrata no obtenga el control del gobierno estatal de Florida, porque sería una tragedia absoluta que tanto Florida como Estados Unidos dejaran de ser un faro de libertad y libertad», dijo el gobernador.
«Como cubana-americana, nacida y criada en Florida, he visto la perseverancia de primera mano», dijo la vicegobernadora de Florida, Jeanette Núñez, a The Epoch Times el miércoles. En 2018, Núñez se convirtió en la primera vicegobernadora latina de Florida.
«Desde la dura batalla de mis padres para lograr una vida mejor para nuestra familia hasta los presos políticos cubanos que soportaron lo impensable, nuestro deseo unido de triunfar nunca vacilará. La tela de nuestra nación está tejida por individuos con fuertes valores de fe, familia y libertad. Las inestimables contribuciones de los cubanoamericanos son la esencia del sueño americano».
Otro cubano-americano, el senador de Florida Marco Rubio, dijo a The Epoch Times: «Como alguien que tiene la bendición de haber nacido en Estados Unidos, sé lo limitadas que habrían sido mis oportunidades si mis padres no hubieran salido de Cuba».
«Cuando los que huyen del régimen comunista de la isla vienen a nuestra nación, tienen la capacidad de perseguir el potencial que Dios les ha dado y hacer una buena vida para ellos y sus familias, algo imposible de lograr en Cuba a menos que seas un aliado de los militares o de la dictadura», dijo. «Como floridanos, estamos especialmente agradecidos por las muchas contribuciones que los cubano-americanos hacen a nuestro estado».
El doctor Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y autor del Proyecto de Transición Cubana, dijo a The Epoch Times en una entrevista separada el martes que no sabía si Estados Unidos se estaba moviendo hacia el comunismo, pero sí «hacia una sociedad diferente, como el colectivismo».
«Creo que será una pena que este país se mueva en esa dirección», dijo sobre el cambio hacia políticas socialistas en Estados Unidos. «Hemos visto lo que ocurrió en Europa del Este. Hemos visto lo que pasó en Cuba y en Venezuela. La propiedad privada es el motor del cambio. Y la empresa privada es lo que produce nuevas ideas, nuevos inventos. Así que las sociedades controladas por el Estado son improductivas por naturaleza».
La migración de Suchlicki a Estados Unidos comenzó cuando su padre huyó a Cuba para escapar del régimen comunista de Rusia. La familia de su madre escapó de Polonia y fue a Cuba justo antes del Holocausto. Suchlicki nació en Cuba en 1939 y huyó a Estados Unidos en 1960 para escapar del socialismo que estaba destruyendo su nuevo país.
«Todavía había vuelos, así que fue fácil salir de Cuba», recuerda Suchlicki. «Me puse a trabajar primero vendiendo en tiendas de comestibles. Luego en una licorería. Luego conocí a mi novia, que es estadounidense, y me animó a ir a la escuela. Fui a la Universidad de Miami. Luego me fui a Texas y me doctoré allí. Me convertí en profesor de la Universidad de Miami en 1967. Acabo de jubilarme, 50 años después».
«Los cubanoamericanos han tenido mucho éxito en Estados Unidos y en Florida», añadió Suchlicki, explicando que la primera generación que llegó a Estados Unidos sirvió de base para que los demás partieran de ella.
«Crearon una subcultura en Miami», dijo. «La primera oleada de cubanos fue la clase media y la clase empresarial. Cuba tenía una clase media muy grande y clases empresariales muy grandes, por lo que pudieron hacerlo bien en Miami. Hablan español. Van al supermercado y compran en español. Van al cine y ven películas cubanas. Abrieron negocios. En general, a estos cubanos les fue bien en Estados Unidos. Había cubanos pobres en Miami. No a todos los cubanos les fue bien. Pero en general, como grupo, les fue mejor que a otros grupos que llegaron a Estados Unidos».
«La segunda generación», explicó, «mi generación, se está integrando más, se está casando más con la sociedad estadounidense».
«Somos una nación mimada», advirtió Alvarez también a sus compatriotas. «No sabemos lo que es estar sin agua. No sabemos lo que es estar sin cable o, Dios no lo quiera, sin celular. La gente no entiende lo que es estar en una habitación con suelo de tierra y sin aire acondicionado».
«Si la gente no está bien instruida, si no tiene los valores adecuados y escucha a sus maestros y profesores, es probable que crea ‘la mentira’. Y cuando se dan cuenta de lo que les ha pasado, ya es demasiado tarde, y eso está ocurriendo en nuestro país mientras hablamos».
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