Corea del Norte no ha contestado este viernes a las llamadas telefónicas realizadas por el Sur a través de las líneas de comunicación civil y militar, según informaron las autoridades en Seúl.
Ni el ejército ni los funcionarios norcoreanos contestaron las llamadas realizadas a primera y última hora del día como es costumbre entre los dos países, que técnicamente permanecen en guerra.
El Ministerio de Unificación surcoreano, encargado de las relaciones con el Norte, dice desconocer si esto se debe a un problema técnico o si las autoridades norteñas han decidido interrumpir las comunicaciones.
Anteriormente las lluvias, como las que se han registrado esta semana en la península coreana, han afectado a las conexiones en el Norte.
En ocasiones el régimen también ha decidido interrumpir los enlaces telefónicos en protesta por acciones del Sur, como las grandes maniobras militares que estos días realizan Seúl y Washington al sur del paralelo 38.
Pionyang ha amenazado repetidamente a los aliados por estos ejercicios, que han incluido el despliegue de activos estratégicos estadounidenses como portaaviones o bombarderos con capacidad para cargar armas nucleares.
La última vez que el Norte interrumpió las comunicaciones fue en verano de 2020 en protesta por el envío de propaganda contraria al régimen desde el Sur.
La tensión en la península está en niveles máximos tras un 2022 en el que Pionyang realizó un número récord de test de misiles y en el que Seúl y Washington retomaron sus grandes simulacros militares.
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