El sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, anunció el viernes que no hará cumplir el nuevo mandato de mascarillas para interiores que se va a restablecer en el condado más poblado del país en medio de la pandemia del virus del PCCh.
Los funcionarios de salud del condado decidieron que el mandato de mascarillas para interiores se aplicaría independientemente del estado de vacunación de una persona. El mandato, anunciado el jueves, entra en vigor a las 23:59 horas del sábado.
«Obligar a los vacunados y a los que ya han contraído el COVID-19 a usar mascarillas en interiores no está respaldado por la ciencia y contradice las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.», dijo Villanueva en un comunicado.
«El Departamento de Salud Pública (DPH) del condado de Los Ángeles tiene autoridad para hacer cumplir la orden, pero el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles con fondos insuficientes/desfinanciado, no gastará nuestros limitados recursos y, en cambio, pedirá el cumplimiento voluntario».
«Animamos al DPH a trabajar en colaboración con el ayuntamiento y las fuerzas policiales para establecer mandatos que sean viables y estén respaldados por la ciencia».
Los CDC anunciaron en mayo de este año que las personas totalmente vacunadas contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), causante de la enfermedad COVID-19, ya no tienen que usar mascarillas en interiores.
Una guía actualizada en el sitio web de los CDC del viernes dice: «Las personas totalmente vacunadas pueden reanudar sus actividades sin necesidad de usar una mascarilla o distanciarse físicamente, excepto cuando lo exijan las leyes, normas y reglamentos federales, estatales, locales, tribales o territoriales, incluyendo las orientaciones locales para los negocios y lugares de trabajo».
El Departamento de Salud del Condado de Los Ángeles dijo el jueves que la transmisión del virus del PCCh estaba aumentando «de moderada a sustancial», citando la «tendencia de nuevos casos diarios de COVID-19».
En un comunicado, el departamento dijo que había observado un aumento de siete veces en los nuevos casos desde que California reabrió completamente su economía el 15 de junio, dejando de lado todos los requisitos de distanciamiento físico y los límites de capacidad, y relajó la mayoría de sus requisitos de mascarilla.
«Llevar una mascarilla cuando se está en el interior reduce el riesgo tanto de contraer como de transmitir el virus. Esta capa adicional de protección puede ayudar a frenar la propagación y no limita la ocupación y las operaciones de los negocios», afirmó el departamento.
El funcionario de salud del condado de Los Ángeles, Muntu Davis, dijo que el nuevo mandato de mascarillas permanecerá en vigor «hasta que empecemos a ver mejoras en la transmisión del COVID-19 en nuestra comunidad».
Añade que el departamento de salud insta a todos los residentes que sean elegibles a vacunarse.
«Aunque no al 100 [por ciento], [vacunarse] reduce significativamente el riesgo de infección y, para el pequeño número de personas que se infectan, reduce el riesgo de hospitalización y muerte una vez que se está completamente vacunado contra el COVID-19», dijo Davis.
El departamento dijo en su declaración que es «un gran momento» para planificar la vacunación de los niños de 12 años o más, y señaló que la vacuna COVID-19 de Pfizer está aprobada para los mayores de 12 años.
Anunció los incentivos para ponerse la vacuna, diciendo que a partir del viernes y hasta el 22 de julio, las personas de 18 años o más pueden tener la oportunidad de ganar grandes premios si se vacunan en los centros de vacunación del condado, en los de la ciudad de Los Ángeles y en los sitios St. John’s Well Child and Family Center. Hay siete paquetes de entradas para asistir al Staples Center a determinadas actuaciones, anunció.
Los proveedores de vacunas pueden notificar cualquier efecto adverso grave o error de administración de la vacuna al VAERS, gestionado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.
Los fabricantes de vacunas son inmunes a la responsabilidad por cualquier reacción adversa a sus productos, a menos que haya una «mala praxis intencionada».
El gobierno federal cuenta con un Programa de Compensación por Lesiones por Contramedidas que puede pagar indemnizaciones a las personas que cumplan los requisitos y sufran daños graves a causa de las vacunas aprobadas. Pero la carga de la prueba ha demostrado ser un proceso difícil.
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