ALBUQUERQUE, N.M.—El sheriff del condado de Bernalillo, John Allen, dice que dejó en claro a la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, que su departamento no mantendrá lo que él considera una orden de emergencia de salud pública inconstitucional, que impuso una prohibición de 30 días a las armas de fuego abiertas y ocultas en Albuquerque, un territorio asolado por el crimen, y en los alrededores del condado de Bernalillo.
“Ahora que nosotros hemos dejado claro que no vamos a hacer cumplir la orden inconstitucional, vamos a seguir centrados en nuestra misión de mantener segura a nuestra comunidad”, dijo la oficina del sheriff Allen a The Epoch Times.
«El sheriff Allen ha dedicado innumerables horas [a] abordar las inquietudes y consultas relacionadas con la orden. Hasta ahora, hemos dejado clara nuestra postura con respecto a su aplicación. Nosotros creemos firmemente que ahora es crucial dirigir nuestra atención y recursos hacia nuestra principal misión: garantizar la seguridad de nuestra comunidad».
El sheriff dijo que sigue «concentrado y comprometido» en encontrar soluciones significativas a la violencia armada y que la orden ejecutiva de Grisham «solo ha distraído a todos de ese proceso».
«Nuestro objetivo es centrarnos en los desafíos apremiantes de los delitos violentos y la violencia armada en nuestra comunidad, sin distracciones».
La Oficial de Transparencia e Información Pública del sheriff, Jayme Fuller, dijo a The Epoch Times que el sheriff ha estado en contacto con la oficina del gobernadora desde que la orden de salud pública entró en vigor el 8 de septiembre.
La prohibición afecta únicamente a los poseedores de armas de fuego con licencia legal en Albuquerque y el condado de Bernalillo.
La Sra. Grisham vinculó su controvertida decisión con las recientes muertes a tiros de niños en estos lugares, incluida la muerte de una niña de 13 años el 1 de agosto, y un niño de 11 años el 6 de septiembre, así como dos tiroteos masivos este año.
«El tiempo de las medidas estándar ya pasó», dijo la gobernadora en una declaración.
“Entonces, cuando los residentes de Nuevo México tienen miedo de estar entre multitudes, de llevar a sus hijos a la escuela y de abandonar un partido de béisbol —cuando su derecho a existir se ve amenazado por la perspectiva de violencia a cada paso, algo anda muy mal”.
«Sin efecto» en las ventas de armas
Dos propietarios de tiendas de armas de Albuquerque dijeron que la orden de salud pública no afecta su capacidad para vender y comprar armas de fuego.
Sin embargo, ellos consideraron que la orden ejecutiva es inconstitucional e inaplicable.
El propietario de ABQ Guns, Arthur Gallegos, declaró que cree que la acción unilateral de la gobernadora no se mantendrá en el largo plazo y que la ha dañado políticamente.
La Sra. Fuller dijo que el sheriff aún no ha recibido una comunicación de la gobernadora instruyéndole a cumplir con la orden ejecutiva.
El 10 de septiembre, cientos de manifestantes a favor de la Segunda Enmienda, muchos de ellos abiertamente portando armas de fuego desafiando la prohibición de la gobernadora, se reunieron en el casco antiguo de Albuquerque.
No parecía haber ninguna policía local presente durante la manifestación.
El Departamento de Policía de Albuquerque no respondió a un correo electrónico de The Epoch Times solicitando comentarios sobre la manifestación.
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