CONDADO DE KINNEY, Texas —Los sombreros de vaquero llenaron un restaurante local de BBQ en Brackettville la semana pasada cuando los sheriffs de Texas se reunieron en un condado fronterizo que está siendo muy afectado por el contrabando de personas.
Los sheriffs, todos de condados no fronterizos, respondían a una petición de ayuda del sheriff del condado de Kinney, Brad Coe.
«Solicito cualquier ayuda que su condado pueda proporcionar en esta crisis fronteriza, ya sea mano de obra, equipos u operadores. Esta crisis ha convertido a todos los condados en fronterizos», declaró Coe en una carta enviada a 40 condados de Texas a finales de enero.
El condado de Kinney se encuentra entre Del Rio y Eagle Pass y es una vía principal para los inmigrantes ilegales que intentan llegar a San Antonio sin ser detectados.
«Nuestros hogares están siendo asaltados en mitad de la noche. El distrito escolar local se ha visto obligado a levantar barricadas militares alrededor del campus para proteger a los estudiantes de los contrabandistas que eluden la aplicación de la ley», afirma Coe en su carta. «Ya no es seguro salir a la calle por la noche. Los residentes del condado de Kinney ya no disfrutan de la comodidad y la seguridad de su propio hogar».
Después de reunirse con los alguaciles y otros oficiales de la ley el 2 de febrero, Coe dijo que estaba abrumado con el apoyo de otros lugares, incluidos Gonzales, Wilson, Wharton, Refugio, Kingsville, Nixon y Goliad.
«Vieron la necesidad. Saben que lo que nos afecta hoy les afectará mañana. Y de eso se trata», declaró Coe a The Epoch Times.
Días antes, Coe había dicho: «A veces siento que soy el único que está librando esta batalla».
Los condados se ofrecieron a prestar al condado de Kinney un remolque de mando, un analista de inteligencia, ayudantes y mucho más.
«Es como cualquier guerra, tratas de ganar el control de este punto y luego lo llevas a la frontera, recuperando el control de la zona fronteriza», dijo Coe.
«Una vez que ganemos el control de eso, bueno, el interior puede ocuparse de sí mismo. Pero todo empieza en la frontera. Con un poco de interdicción, un poco de tiempo, un poco de esfuerzo, un poco de dinero, podemos empujarlo hacia otra parte. Ese es el objetivo final: mantenerlo fuera del condado de Kinney y luego iremos a partir de ahí».
El gobernador de Texas, Greg Abbott, había enviado previamente una carta a los condados animándolos a actuar como coaliciones para «combinar sus recursos y coordinar sus actividades para proteger con éxito a sus residentes», según Coe.
Ayuda
El sheriff de Goliad, Roy Boyd, desempeñó un papel decisivo a la hora de reunir a las fuerzas policiales en el condado de Kinney y tiene previsto ayudar en las operaciones en curso.
Goliad se encuentra a 200 millas al norte de la frontera entre Estados Unidos y México, dentro del corredor hacia Houston, y Boyd vigila más de una docena de emplazamientos de cárteles dentro de su condado.
Él y varios otros sheriffs y jefes de policía condujeron cuatro horas hacia el suroeste hasta el condado de Kinney el 2 de febrero.
«Antes incluso de que Brad [Coe] enviara la carta ya habíamos hablado de ir a ayudarle, porque sabemos que está saturado», dijo Boyd a The Epoch Times. «Y parte de eso, para ser sinceros, es cosa nuestra».
En marzo de 2022, Boyd creó un grupo de trabajo de 20 agencias para desmantelar las operaciones de los cárteles en su zona, que va desde el Valle del Río Grande hasta Houston. Afirmó que los cárteles introducían al menos 25,000 inmigrantes ilegales al año a través de su condado.
El éxito en su región empujó las operaciones de los cárteles más al oeste y al condado de Kinney.
«Había dos grupos principales bajo la misma organización. Y en una semana acabamos con los dos grupos», explica Boyd. «Estaban a cargo de las principales operaciones de contrabando, trabajaban para múltiples cárteles. Y también eran las entidades fiscales de los cárteles».
Elogió al gobernador de Texas, Abbott, y a la legislatura estatal por proporcionar los recursos para hacerlo posible.
«La Oficina del Sheriff de Goliad tiene cinco ayudantes adicionales en comparación con hace dos años, todo gracias al gobernador», dijo Boyd. «Vieron que nos tomábamos en serio el cumplimiento de la misión».
También dijo que el lado de la fiscalía de la ecuación es a menudo el eslabón débil, pero un fiscal federal en Corpus Christi ahora está tomando cargos en todos los casos de contrabando en el lado federal, «que no han hecho históricamente».
Contrabando de personas
Coe dijo que ahora está trabajando en la logística para poner en marcha la operación lo antes posible.
El número de contrabandistas de personas que la Oficina del Sheriff del Condado de Kinney ha detenido en los últimos dos años se ha más que cuadruplicado. Los ayudantes del sheriff arrestaron a 741 contrabandistas en 2022, frente a los 169 de 2020.
Relacionadas están las persecuciones de vehículos a alta velocidad, que se han duplicado, causando múltiples muertes. En 2022, los ayudantes estuvieron involucrados en 139 persecuciones de vehículos, frente a 61 en 2020.
Aparte del contrabando de personas en vehículos, miles de inmigrantes ilegales tratan de evadir a la Patrulla Fronteriza caminando en los ranchos alrededor de los puestos de control de la carretera fronteriza interior.
Durante los últimos 9 meses de 2022, al menos 21,000 presuntos extranjeros ilegales fueron vistos en las cámaras instaladas por el condado de Kinney, desplazándose a pie dentro del condado de Kinney o por senderos y pasos que conducen al interior del condado.
«Hasta donde sabemos, ninguno ha sido detenido, y hoy se desconoce su paradero», dijo la oficina del sheriff.
La población del condado de Kinney ronda los 3100 habitantes.
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