PARÍS—Shinnosuke Oka se proclamó campeón olímpico del All-around en gimnasia masculina en los Juegos Olímpicos de París el miércoles, superando a los dos principales favoritos y ampliando la hegemonía de Japón en una final que se decidió en el último suspiro.
El excampeón mundial júnior, cuya carrera se vio truncada hace dos años por una grave lesión de rodilla, se impuso por sólo 0.233 puntos a los chinos Zhang Boheng y Xiao Ruoteng, y se adjudicó su segunda medalla de oro en tres días en sus primeros Juegos Olímpicos.
«No cometí ningún error en estos Juegos Olímpicos», declaró Oka. «Era un aspirante, pero quería ganar».
El compañero de equipo de Oka, Daiki Hashimoto, defensor del título, se cayó durante su rutina gimnástica en el caballo con arzones y terminó sexto.
A pesar de los problemas de Hashimoto, fue otra noche dulce para Japón, que el lunes dio un vuelco extraordinario en el último minuto de la final por equipos y se impuso a China en la última rotación.
Hashimoto y Zhang forjaron una apasionante rivalidad en los últimos tres años y se esperaba que fueran los principales contendientes. Zhang se proclamó campeón del all-around en 2021 por delante de Hashimoto, que al año siguiente se alzó con el título mundial al derrotar a Zhang.
Pero fue Oka, que reapareció recientemente en la cima, quien acaparó los focos y mantuvo la cabeza fría en la rotación final en la barra horizontal para dar a Japón un cuarto título olímpico consecutivo en el all-around.
Oka, que ganó el título mundial júnior cuando tenía 15 años pero luego se rompió el ligamento cruzado anterior derecho, aprovechó al máximo los errores de los favoritos.
Realizó una sólida rutina de caballo con arzones para colocarse a la cabeza tras dos rotaciones, y luego se pegó un salto de maravilla. También estuvo impresionante en los dos aparatos restantes, las barras paralelas y la barra.
Zhang había dominado la clasificación por delante de Oka y Hashimoto. El trío comenzó en el grupo a la cabeza. Hashimoto comenzó con una excelente rutina de suelo, en la que combinó pases limpios y aterrizajes pegados. Zhang tuvo un comienzo inestable, rebotando en la colchoneta tras caer de rodillas en su segundo pase.
El inusual error lo dejó rezagado, pero luego fue el turno de Hashimoto en fallar cuando se cayó del caballo con arcos tras perder el equilibrio. Hashimoto se llevó las manos a la cabeza en señal de frustración, terminó su rutina y luego recibió un masaje en el mismo hombro derecho que parecía haberle molestado durante la clasificación.
Zhang luchó hasta el final y logró un 15.300 en las barras paralelas que lo devolvió a la competición. Remató su actuación con un 14.633 en la barra horizontal, pero ya era demasiado tarde.
«Cometí algunos errores, pero conseguí reajustarme y volver a mis principios más tarde en los otros aparatos», dijo Zhang. «Hice todo lo que pude para ponerme a la altura de los demás gimnastas. No gané la medalla de oro, pero perder es normal. Son cosas que pasan».
Hashimoto, de 22 años, que en Tokio se convirtió en el hombre más joven de la historia en ganar el título olímpico del all-around, fracasó en su intento de convertirse en el cuarto gimnasta masculino que gana un segundo título de all-around. Pero no parecía demasiado disgustado y se unió a Oka en sus celebraciones.
«Daiki nunca dejó de decirme que debía tener confianza y que debía hacerlo lo mejor posible, desde el principio de la prueba, y eso me dio confianza y fuerza», declaró Oka.
No hubo atletas de la poderosa Rusia debido a la guerra en Ucrania.
Por otra parte, la final del concurso all-around femenino tendrá lugar el jueves. Simone Biles y su compañera de equipo estadounidense Suni Lee se convertirán en las dos primeras campeonas olímpicas del all-around que se enfrentan en la competición.
Por Samuel Petrequin.
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