Las autoridades de Escocia están investigando un misterioso aumento de muertes de bebés recién nacidos, un fenómeno que se registra por segunda vez en unos seis meses.
La indagación se inició luego que en marzo fallecieran 18 bebés en sus primeras cuatro semanas de vida, lo que hizo que la tasa de mortalidad superara un umbral establecido y desencadenara una investigación, confirmó la Salud Pública de Escocia (PHS) a los medios de comunicación locales. En septiembre de 2021, 21 bebés murieron en sus primeras cuatro semanas de vida, lo que también desencadenó una investigación.
La PHS pareció descartar la COVID-19 como causa de las misteriosas muertes, señalando que las infecciones en madres o bebés «no parecían haber jugado un papel», según el periódico The Herald. En septiembre, la agencia también dijo que las infecciones por COVID-19 «no parecían haber jugado un papel» en las muertes en ese momento.
Una portavoz del gobierno de Escocia también confirmó las investigaciones en declaraciones a The Herald.
«Estamos trabajando con la PHS, la Red Nacional Neonatal de Escocia y la Colaboración para la Mejora de la Calidad de Maternidad e Infancia para comprender los posibles factores contribuyentes a garantizar que seguimos mejorando la atención de los bebés más pequeños y los enfermos de Escocia», dijo la portavoz.
Estas investigaciones se llevarán a cabo en manera individual todos los días como parte de las políticas de la agencia, que tienen como objetivo «mejorar los enfoques para la revisión de los eventos adversos, como estos, en los entornos de maternidad y neonatales», añade la declaración.
«Cada una de las pérdidas reflejadas en la información reportada es una tragedia para los involucrados», dijo. «Los procesos de revisión para identificar y mitigar cualquier factor contribuyente están siendo dirigidos por las agencias responsables y están en curso. La PHS continuará monitoreando los datos sobre los resultados de la salud neonatal para informar y apoyar este trabajo».
La Dra. Sarah Stock, experta en medicina materna y fetal de la Universidad de Edimburgo, que dirigió un estudio sobre la COVID-19 y los embarazos en su país, dijo al medio de comunicación que «las cifras son realmente preocupantes» y señaló que las autoridades aún no conocen la causa.
«Lo que sí sabemos es que no es la COVID neonatal (…) las tasas de infección por COVID-19 en los bebés son muy bajas y las muertes por COVID son, afortunadamente, muy, muy bajas, así que no se trata de que la COVID esté afectando a los bebés», comentó la Dra. Stock.
Sin embargo, agregó, «no podemos olvidar que podrían ser otras causas en conjunto, por lo que es muy importante que investiguemos».
La agencia no hizo ninguna referencia a las vacunas contra la COVID-19 en la oleada de muertes infantiles de marzo o septiembre. Escocia ha vacunado al 91.8 por ciento de su población mayor de 18 años, según datos de salud pública. The Epoch Times se ha puesto en contacto con la PHS para solicitar comentarios.
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