NUEVA YORK —Mientras el expresidente Donald Trump se preparaba para entregarse a la Fiscalía de Manhattan el 4 de abril, manifestantes a favor y en contra de su acusación se reunieron al otro lado de la calle del juzgado donde iba a ser procesado.
Mientras en un lado del Collect Pond Park resonaban cánticos de «¡No a Trump, no al KKK, no a los EE.UU. racistas!», en el otro lado se reunían partidarios de Trump en solidaridad con el expresidente.
Entre este último grupo se encontraba David Rem, de 59 años, que asistió al mismo colegio privado que Trump —Kew-Forest, en Forest Hills, Queens— y conoce a la familia Trump desde 1974, cuando su padre murió de un ataque al corazón.
«Tres días después de que enterraran el cadáver de mi padre, el padre de Donald Trump, Frederick Trump, llamó a la puerta de mi casa, pidió hablar con mi madre y le dijo: ‘A partir de hoy, señora Rem, usted no va a pagar a dos de sus tres hijos’. Estoy en el consejo de Kew-Forest y voy a pagar por esos niños porque no quiero que se vean obligados a ir a la escuela pública», recuerda Rem, embargado por la emoción.
Esa experiencia, dijo Rem, había informado su opinión de por qué Trump sigue «aguantando estas tonterías».
«Él ama a este país, como nadie lo ha hecho nunca y como nadie lo hará», dijo Rem. «Y por eso se presenta en 2024».
Contraatacando además a las afirmaciones de que la acusación era una «vergüenza» para Trump, Rem replicó que los cargos contra el expresidente eran una vergüenza para Estados Unidos y pidió la renuncia del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg.
Criticó las presuntas políticas blandas con el crimen de Bragg, señalando que había reducido el 52% de los casos de delitos graves en su jurisdicción a delitos menores. «Los delincuentes violentos no van a la cárcel: es una vergüenza. … Es una vergüenza».
Trump fue acusado por un gran jurado de Manhattan la semana pasada, y aunque los cargos en su contra permanecen sellados, se cree ampliamente que incluirán cargos de falsificación de registros comerciales relacionados con un pago de dinero por silencio realizado en 2016 a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels.
Los partidarios del 45º presidente han sostenido que Bragg ha optado por perseguir el caso por razones políticas en un intento de evitar que regrese a la Casa Blanca.
Sin embargo, aquellos a los que no les gusta el expresidente, como el residente en Nueva York Ozzie Hernandez, de 59 años, dicen que necesita «finalmente enfrentarse a la justicia».
Campamento anti-Trump
«Es un delincuente andante», dijo Hernandez. «Dondequiera que va, comete delitos graves. Cree que está por encima de la ley, y ya es hora de que se enfrente a la justicia».
Tony Villar, residente en Long Island, repitió estos sentimientos: «Estoy aquí para demostrar mi aversión por este hombre [Trump] y hacer saber a la gente que aquí hay personas que realmente quieren preservar la democracia y se preocupan por el país. Así que es muy importante que concienciemos a la gente de que nuestra democracia está en peligro ahora mismo y que él debería rendir cuentas por las cosas que hizo».
Tras afirmar que los conservadores pretenden intimidar a sus detractores para que guarden silencio utilizando tácticas de represión «autoritarias», Villar subrayó que es importante que la gente proteste.
En cuanto a la imputación de Trump, el de Long Island dijo que sería «bueno para el país» porque «nadie está por encima de la ley».
Y aunque dijo que creía que Trump ganaría la nominación republicana a la presidencia en 2024, añadió que también pensaba que la imputación acabaría perjudicando al expresidente en las elecciones generales.
«Pero lo más importante es que consigamos la acusación por la insurrección —la sedición del 6 de enero en el Capitolio, donde murieron cuatro policías», subrayó. «Si Trump se preocupara tanto por los [policías] azules, se habría sentido mal por eso, pero nunca fue a ver a las familias ni dijo nada para consolarlas».
Enfrentamientos
Aunque las tensiones aumentaron entre los diferentes grupos, las manifestaciones del martes fueron en su mayoría pacíficas, aunque hubo un par de peleas.
En uno de los incidentes, una pancarta gigante con las palabras «Trump miente todo el tiempo» provocó un altercado cuando una mujer con una gorra roja de MAGA intentó recogerla del suelo donde estaba expuesta.
Más tarde, cuando la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) pronunció un discurso en apoyo del 45º presidente, los manifestantes anti-Trump comenzaron a interrumpir, gritar obscenidades y silbar en los oídos de los partidarios de Trump para silenciarla.
Denunciando esas acciones en un posteo de Twitter, Greene escribió: «Estoy aquí en Nueva York para protestar con mi voz contra el uso como arma del sistema judicial contra el inocente presidente Trump, pero los manifestantes en contra vienen a cometer agresiones que pueden causar daños auditivos a los oídos de todos, incluida la policía de Nueva York. ¡Pero el alcalde Adams me advierte por mi nombre! Si los contramanifestantes están violando la libertad de expresión y cometiendo asalto, deben ser arrestados».
El día anterior, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, había advertido a los partidarios de Trump contra la participación en protestas violentas, señalando a Greene como alguien «conocido por difundir desinformación y discursos de odio» y diciéndole que tuviera su «mejor comportamiento».
Palabras de aliento
Horas antes de su comparecencia ante el tribunal a las 14:15, Trump aprovechó para agradecer los ánimos de sus seguidores en un correo electrónico de campaña.
«Como estaré fuera de servicio durante las próximas horas, quiero aprovechar este momento para AGRADECERLES todo su apoyo», dijo. «Estoy impresionado por todas las donaciones, el apoyo y las oraciones que hemos recibido. Es triste ver lo que está pasando, no por mí, sino por nuestro país».
Aunque añadió que creía que Estados Unidos se estaba convirtiendo en un «país marxista del tercer mundo», instó a sus seguidores a no «perder la esperanza en Estados Unidos».
«Somos una nación que declaró su independencia del mayor imperio del mundo, ganó dos guerras mundiales y llevó al primer hombre a la Luna», señaló. «Llevamos la resistencia en la sangre.
«Nuestro movimiento ha superado muchas cosas. Y no me cabe duda de que prevaleceremos una vez más y GANAREMOS la Casa Blanca en 2024».
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