El sindicato más grande del sector público de California se opuso a la orden del gobernador Gavin Newsom, que exige que los trabajadores estatales muestren una prueba de vacunación contra el COVID-19 o se sometan a test periódicos.
Richard Louis Brown, presidente de SEIU Local 1000, que representa a unos 96,000 empleados del estado de California, compartió el miércoles una carta del sindicato al Departamento de Recursos Humanos de California, objetando la orden de vacunación de Newsom.
“La nueva política constituye un cambio unilateral que viola la obligación de notificar y la oportunidad de reunirse y deliberar antes de su implementación”, se lee en la carta, firmada por la abogada principal de SEIU Local 1000, Anne Giese.
Giese pidió al Departamento de Recursos Humanos de California y al estado de California que “cesen y desistan de hacer cumplir este requisito o imponer una fecha límite inmediata”, hasta que el sindicato haya tenido la oportunidad de reunirse y dialogar.
La acción se produjo en respuesta a la orden del gobernador demócrata, emitida el lunes, que exige que todos los empleados estatales de California, unas 246,000 personas, se vacunen a partir del 2 de agosto o se sometan a pruebas semanales de COVID-19.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Al anunciar la orden de vacunación, Newsom señaló la propagación de la variante Delta del virus del PCCh, que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) describen como una «variante de preocupación» y consideran que es más transmisible y potencialmente más resistente a las vacunas.
«Ahora estamos lidiando con una pandemia de personas no vacunadas, y se necesitarán renovados esfuerzos para proteger a los californianos de la peligrosa variante Delta», dijo Newsom en una declaración. «Como el empleador más grande del estado, predicamos con el ejemplo y exigimos que todos los trabajadores del estado y de la salud muestren un comprobante de vacunación o se sometan a los test con regularidad».
Hasta ahora, la oposición de SEIU Local 1000 marca la única objeción sindical a la orden de Newsom.
El viernes, la oficina de Newsom compartió declaraciones de varios líderes y asociaciones locales en apoyo a la orden que emitió.
“La nueva política de vacunas de Newsom es un compromiso razonable que podemos respaldar”, dijo Glen Stailey, presidente de la Asociación Correccional de Oficiales de Paz. «Esta proporciona test periódicos en el trabajo para aquellos que optaron por no vacunarse. Esto evitará la propagación del virus entre los funcionarios penitenciarios y las personas encarceladas por igual».
La presidenta del sindicato de enfermeras United Nurses Association of California, Denise Duncan, dijo en una declaración que “las transmisiones de COVID-19 son altas, estamos en un cuarto aumento y sabemos que las personas no vacunadas son las que más sufren. Esta es una orden con visión de futuro del gobernador Newsom que salvará vidas al proteger a ambos, tanto a los pacientes como a sus cuidadores».
Los funcionarios del gobierno federal, estatal y local intensificaron la vacunación a medida que aumentaron los casos relacionados con la variante Delta.
Cerca de la mitad de la población de Estados Unidos está completamente vacunada, según los CDC.
Las órdenes de vacunación se convirtieron en un tema candente y los defensores dicen que es una medida para ayudar a detener la propagación del virus del PCCh y proteger a las poblaciones vulnerables, mientras quienes se oponen objetan por una variedad de motivos, incluidas las preocupaciones sobre los efectos secundarios, el hecho de que las vacunas anti COVID-19 actualmente se encuentran solo bajo autorización de uso de emergencia y porque una orden vulnera las libertades personales.
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