El principal sindicato de la policía de Portland dijo que los funcionarios de la ciudad, que demonizaron a la policía, fueron la causa principal de las renuncias masivas de la brigada antidisturbios de la policía la semana pasada.
Daryl Turner, director ejecutivo del sindicato de la Asociación de Policía de Portland, dijo que el «veneno político» hizo que el Equipo de Respuesta Rápida (RRT) renunciara. El escuadrón de 50 miembros tomó la decisión luego de que un oficial de Portland, Corey Budworth, fuera acusado recientemente por presuntamente agredir a un fotógrafo durante un motín el año pasado.
Esos oficiales «se pusieron en peligro para restaurar el orden y la paz cuando la destrucción y el caos golpearon», dijo Turner el 18 de junio. «En lugar de reconocer y agradecer a esos oficiales, en lugar de dar prioridad a la seguridad pública y la paz, los políticos criticaron al RRT, alimentando aún más el fuego en nuestra ciudad».
Aparte de eso, agregó, «los políticos locales celebraron la destrucción de nuestra ciudad como si el saqueo, el incendio provocado, los daños a la propiedad, la violencia física e incluso el asesinato fueran actividades permitidas y legales según la Primera Enmienda».
A partir de mayo del año pasado, luego de la muerte de George Floyd, Portland sufrió disturbios y manifestaciones casi todas las noches, lo que provocó cientos de arrestos. Varios agentes resultaron heridos durante los disturbios.
En un comunicado, la Oficina de Policía de Portland dijo que los miembros del escuadrón antidisturbios habían dejado sus posiciones voluntarias y agregó que los oficiales seguirían realizando asignaciones regulares.
Pero Turner dijo que “los miembros del Equipo de Respuesta Rápida no se ofrecieron como voluntarios para que les arrojaran cócteles Molotov, fuegos artificiales, explosivos, piedras, botellas, orina, heces y otros objetos peligrosos. Tampoco se ofrecieron como voluntarios para recibir amenazas de violación, asesinato y agresión a sus familias”.
«No se ofrecieron voluntariamente a sufrir lesiones graves, a ser objeto de críticas sin orden judicial y de falsas acusaciones por parte de los funcionarios elegidos, ni a sufrir denuncias infundadas y largas investigaciones carentes de las debidas garantías procesales», añadió.
Turner, en su declaración, criticó específicamente a la comisionada de la ciudad, Jo Ann Hardesty, quien con frecuencia ha pedido a la ciudad que retire los fondos del departamento de policía.
Después de las renuncias de la semana pasada, Hardesty le pidió al alcalde de Portland, Ted Wheeler, y al Concejo Municipal que disolvieran formalmente el escuadrón antidisturbios.
“Hardesty ha aprovechado la ocasión para promover una agenda egoísta contra la policía y contra la seguridad pública. En lugar de defender a nuestras comunidades y a los dueños de negocios cuyos medios de vida fueron destruidos por los disturbios, ella continúa apoyando la violencia”, escribió el jefe del sindicato.
El fiscal de distrito del condado de Multnomah, Mike Schmidt, cuya oficina ha rechazado 891 de 1108 casos de disturbios civiles criminales desde mayo pasado, les agradeció a los oficiales que renunciaron.
«A pesar de estas presiones, estos profesionales de las fuerzas del orden se mantuvieron profesionales y sus acciones se mantuvieron en el marco de la ley», dijo en un comunicado el martes. “Pero cuando se cruza esa línea y el uso de la fuerza por parte de un oficial de policía es excesivo y carece de justificación legal, la integridad de nuestro sistema de justicia penal requiere que nosotros, como fiscales, actuemos como un mecanismo de rendición de cuentas. La confianza pública no requiere nada menos”.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la oficina de Hardesty para solicitarle comentarios al respecto.
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