El exinformante del FBI que afirmó que la familia Biden participó en una trama de sobornos en Ucrania fue detenido de nuevo el jueves, según una presentación judicial.
Alexander Smirnov fue detenido por segunda vez por hacer declaraciones falsas a un agente del gobierno y falsificar registros en una investigación federal —exactamente los mismos cargos que en su primera detención— mientras asistía a una reunión matutina con sus abogados después de que los fiscales apelaran la decisión de un juez que le había permitido ser puesto en libertad con un monitor GPS antes de su juicio.
«Cabe señalar además que el hecho de que el acusado estuviera asistiendo a una reunión de consulta jurídica en el despacho de sus abogados contradice la idea de que exista riesgo de fuga. También pone de relieve la interferencia con sus preciados derechos de la Sexta Enmienda», escribieron los abogados de Smirnov, David Cheznoff y Richard Schonfeld, en la presentación.
Los abogados solicitaron una vista inmediata sobre la detención y la puesta en libertad de Smirnov con las condiciones impuestas previamente. Argumentaron que la segunda detención era contraria a las disposiciones legales sobre revisión y apelación de las órdenes de detención.
Cheznoff y Schonfeld afirmaron que esta detención socava la denegación por parte de la corte de la solicitud previa del gobierno de suspender la orden de liberación.
La segunda detención se produce una semana después de que Smirnov fuera detenido en el aeropuerto internacional Reid de Las Vegas tras llegar del extranjero el 14 de febrero, el mismo día en que un gran jurado federal lo acusó.
Smirnov, antiguo informante del FBI, testificó ante el Congreso sobre los negocios que el presidente Joe Biden y su hijo, Hunter Biden, mantenían con la empresa energética ucraniana Burisma.
Los fiscales argumentaron el martes que Smirnov debía ser detenido porque admitió en su primera detención que recibió información sobre Hunter Biden de fuentes vinculadas a la inteligencia rusa.
«Durante su entrevista bajo custodia el 14 de febrero, Smirnov admitió que funcionarios asociados con la inteligencia rusa estaban implicados en la difusión de una historia sobre el Empresario 1», dice el expediente del Departamento de Justicia. En los documentos del Departamento de Justicia, Businessperson 1 se refiere a Hunter Biden, y Public Official 1 al Presidente Biden.
Smirnov ha sido un informante del FBI durante 10 años, teniendo contacto casi diario con sus agentes, según una presentación del DOJ.
En 2020, dijo al FBI que Burisma contrató al hijo del presidente para «proteger» a la empresa «a través de su padre, de todo tipo de problemas», y que tanto el presidente Biden como Hunter Biden recibieron USD 5 millones.
La acusación del DOJ afirma que estas declaraciones eran «invenciones».
El pasado mes de septiembre, Smirnov «impulsó una nueva historia» sobre el presidente y su hijo durante una reunión con sus colaboradores del FBI, según los fiscales. Sin embargo, el expediente del Departamento de Justicia no sugiere que las acusaciones iniciales de soborno procedieran de fuentes de la inteligencia rusa.
Este giro en el caso se produjo cuando el abogado especial David Weiss argumentó el martes que Smirnov presentaba riesgo de fuga y debía permanecer entre rejas a la espera de juicio. Los fiscales dijeron en su presentación que Smirnov había hecho planes para salir de Estados Unidos y que se reuniría con «múltiples agencias de inteligencia extranjeras» que podrían reubicarlo.
Smirnov compareció ante la corte el 15 de febrero y se le concedió la excarcelación antes del juicio bajo ciertas condiciones por orden del juez de instrucción estadounidense Daniel Albregts durante una vista celebrada el 20 de febrero. Las condiciones de su puesta en libertad incluían llevar un monitor GPS, entregar sus pasaportes y permanecer en el condado de Clark, Nevada, donde también debe buscar empleo.
Los fiscales impugnaron su puesta en libertad el 21 de febrero, solicitando al juez de distrito Otis Wright que lo devolviera a la cárcel. Argumentaron que disponía de medios para obtener un nuevo pasaporte y huir del país.
«La supervisión previa al juicio se basa, en su esencia, en la confianza. Las circunstancias de los delitos imputados —que Smirnov mintiera a su encargado del FBI tras una relación de 10 años en la que ambos hablaban casi todos los días— significan que no se puede confiar en que Smirnov proporcione información veraz a los Servicios de Prisión Preventiva», argumentaron los fiscales.
Los demócratas de la Cámara de Representantes han dicho que esto demuestra que las acusaciones son desinformación rusa infundada, mientras que los republicanos han dicho que las revelaciones no afectarán a su investigación sobre el impeachment al presidente Biden.
En declaraciones a The Epoch Times, el representante Jamie Raskin (D-Md.), el principal demócrata en el Comité de Supervisión de la Cámara, dijo que las revelaciones significan que la investigación de impeachment «esencialmente terminó».
«Parece que todo el asunto no solo es obviamente falso y fraudulento, sino que es producto de la desinformación y la propaganda rusas. Y esa ha sido la fuerza motriz de esta investigación durante más de un año», dijo.
Sin embargo, el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer (R-Ky.) se encogió de hombros ante las preocupaciones sobre el impacto de la detención de Smirnov, diciendo que la investigación de impeachment no se basa en sus acusaciones en el documento del FBI, FD-1023.
La semana pasada, Comer señaló que el FBI se había negado anteriormente a publicar una versión no censurada de las declaraciones de Smirnov como informante confidencial.
«El FBI tuvo este formulario durante años, y parece que no hizo nada para verificar las inquietantes afirmaciones contenidas en el registro hasta que el Congreso tuvo conocimiento de ellas y exigió acceso a las mismas», dijo Comer. «Para ser claros, la investigación del juicio político no depende del FD-1023 del FBI».
Jackson Richmond, Joseph Lord y Samantha Flom contribuyeron a este artículo.
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