Un sobreviviente del ataque terrorista contra el World Trade Center recuerda cómo logró sobrevivir entre los escombros tras 20 años del trágico día que ensombreció a Estados Unidos.
El 11 de septiembre del 2001, Tom Canavan estaba en una reunión de trabajo en el piso 47 de la Torre Norte del World Trade Center cuando oyó un estallido. Eran las 8:46 a.m. y el vuelo 11 de American Airlines acababa de estrellarse contra su edificio.
«De repente hubo una especie de ruido como de succión de un gran vacío, un ruido o una explosión (…)», dijo Canavan, recordando el primer momento del estallido, a NTD, un medio asociado a The Epoch Times.
Canavan dijo que él y sus compañeros comenzaron a bajar rápidamente por las escaleras hacia una zona subterránea del World Trade
Center, donde había tiendas. Fue entonces cuando quedó atrapado.
«Y recuerdo que grité. No sé si llegué siquiera a gritar cuando sentí el golpe, y luego quedé aplastado contra el suelo como un insecto. Todo se tornó oscuro. Lo último que recuerdo es haber oído fue un goteo de arena».
Canavan quedó enterrado vivo, pero él y otro hombre no identificado se salvaron luego que les cayera a ambos un muro de cemento encima, lo cual creó un triángulo de vida en medio de escombros y barras de acero retorcidas.
«Ni siquiera podía ver mis manos. Mis ojos estaban abiertos. En mi mente pensaba que estaba muy oscuro, que estaba muy tranquilo, que estaba muerto», dijo.
«Y luego la segunda sensación fue: ‘Wow, no fue tan malo’. No sentí nada. Sin embargo, en ese momento pensé: ‘Estamos en el 2001 en la ciudad de Nueva York, ¿Cómo están ocurriendo estas cosas? Y mi hijo va a cumplir tres años. Tengo una fiesta de cumpleaños el mes que viene. Mi mujer está embarazada'», relató.
En ese momento, comenzó a arrastrarse y a hacerse su camino por encima de los escombros; y cuando logró salir, ensangrentado y aturdido, pasó junto a un camarógrafo de Reuters dando una señal con un pulgar hacia arriba.
«Todavía estoy aquí, chicos. Sigo aquí (…)», recuerda haber dicho. «Finalmente nos arrastramos para salir sobre los escombros, y lo logramos».
Sin embargo, cuatro de sus colegas del banco First Union murieron.
«No hay un día que no recuerde algo sobre esa fecha, ya sea una persona, un ruido, un avión volando a baja altura (…) Nunca desaparecerá», dijo.
Canavan se hizo un gran tatuaje de las torres gemelas en su brazo con la palabra «sobreviviente».
«He llegado a un entendimiento al respecto. La gente utiliza la frase ‘supéralo’. Esto no es algo que se supera (…) Soy parte del 9/11; es parte de mí», agregó.
Con información de NTD News.
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