HUALIEN, Taiwán—Los residentes de Taiwán vivieron experiencias desgarradoras el miércoles cuando la tierra tembló con el terremoto más fuerte que ha azotado la isla en 25 años. La gente veía cómo las rocas caían sobre las carreteras, cómo partes de sus casas se desplomaban a su alrededor mientras esperaban a que los equipos de rescate los liberaran de los escombros.
El histórico terremoto causó la muerte de al menos 12 personas y de más de 1000 heridos. Varios cientos de personas quedaron varadas luego de que las carreteras vitales sufrieran daños y las paredes de algunas estructuras se agrietaran.
El epicentro del terremoto ocurrió justo frente a la costa del condado oriental de Hualien, una zona rural conocida por el turismo y los arrozales, pero también por sus frecuentes terremotos y tsunamis. La agencia de monitoreo de terremotos de Taiwán dijo que el terremoto tuvo una magnitud de 7.2, mientras que el Servicio Geológico de Estados Unidos lo estimó en 7.4.
Estos son los recuerdos que comparten algunos supervivientes del desastre:
Liu Zhong-da, trabajador de mantenimiento vial, se encontraba conduciendo por un túnel abierto que rodea el montañoso Parque Nacional Taroko cuando vio una roca gigante que se desplomaba al final del túnel. Liu y su colega, Bai Fu-sheng, trabajaban para una empresa encargada del mantenimiento de carreteras. Inmediatamente dieron la vuelta al coche pero se encontraron con la entrada bloqueada por un desprendimiento de rocas.
Estaban atrapados, pero vivos.
«Ese túnel tiene una estructura muy buena, de modo que hay un total de cuatro coches allí», dijo. «Nos había protegido. Las rocas caían delante y detrás de nosotros».
Liu no era ajeno a los terremotos.
«Todos los años íbamos allí a trabajar, y cuando subíamos, caían algunas rocas, pero de forma localizada», dijo. «Esta vez, se cayó todo, y aunque la ventana estaba cerrada, las piedras cayeron tanto que rompieron las ventanas”.
Huang Hsiao-en, residente de Hualien y estudiante universitaria, dijo que acababa de despertarse y estaba a punto de salir de casa.
«Cuando salí sentí el temblor y pensé que todavía no me había despertado», dijo.
«Al principio empezó a temblar de derecha a izquierda y luego empezó a temblar de abajo hacia arriba. Se cayó el televisor, se cayeron todas las cosas que podían caerse. El cristal del mueble de la televisión y los tazones y platos del mueble de la cocina se cayeron».
«Todavía estoy un poco ansiosa, ¿cómo pudo ocurrir un terremoto tan fuerte?»
David Chen, empleado del Hotel Silks Place Taroko, describió un día angustioso en el que vio a los trabajadores de rescate utilizar diferentes máquinas para retirar las rocas que bloqueaban un túnel de carretera donde quedó atrapado con otros empleados del hotel Silks Place Taroko.
«No teníamos comida, pero algunos de nuestros empleados habían traído su propio desayuno y teníamos agua embotellada en el autobús. Se las repartí y les dije que fueran ahorrativos, no se puede morir de hambre, pero sí de sed», dijo.
Los rescatistas cavaron y luego se detuvieron y se retiraron. Luego regresaron con una máquina diferente.
«Cuando los vi, supe que estábamos salvados. Estoy agradecido de que nos salvaran. Me alegré mucho cuando lo vi», dijo sobre un trabajador que sabía que estaba a cargo del tramo de la carretera.
«¡Es bueno estar vivo!».
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