La enérgica recuperación económica ha hecho descender el número de trabajadores estadounidenses que solicitan prestaciones por desempleo, que la semana pasada cayó a un mínimo durante la era de la pandemia, 385,000, aunque la cifra sigue siendo históricamente elevada.
Las solicitudes iniciales del seguro de desempleo, un indicador de los despidos, se situaron en 385,000 en la semana que terminó el 31 de julio, lo que supone un descenso de 14,000 respecto al nivel revisado de la semana anterior, según informó el jueves el Departamento de Trabajo en un comunicado (pdf).
Aunque el descenso de las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo refleja la dinámica de una economía en recuperación, el número de solicitudes de la semana pasada es casi el doble de la media semanal anterior a la pandemia, que era de unas 220,000, lo que sugiere que el mercado laboral todavía tiene un camino que recorrer en su recuperación.
«Fue hace un año cuando las nuevas solicitudes cayeron por primera vez por debajo del millón de solicitudes tras el inicio de la pandemia. En total, unos 12.9 millones de estadounidenses siguen recibiendo algún tipo de ayuda por desempleo, que sigue siendo históricamente elevada», dijo el analista económico principal de Bankrate, Mark Hamrick, en una declaración enviada por correo electrónico a The Epoch Times.
Algunos republicanos y economistas han culpado a las generosas prestaciones por desempleo —en particular, el aumento de la indemnización federal por desempleo— de dejar de lado a los trabajadores al desanimarlos a aceptar trabajos.
«Con las elevadas solicitudes de subsidio de desempleo, la administración debe reexaminar sus políticas que frenan la economía y dar prioridad a que los estadounidenses vuelvan a trabajar», dijo el senador Jim Risch (R- Idaho) en un comunicado.
Las empresas estadounidenses publicaron un récord de 9.2 millones de ofertas de empleo en mayo, más rápido de lo que se presentan los solicitantes para cubrirlas. Ante las dificultades de contratación de las empresas, unas dos docenas de estados han decidido poner fin anticipadamente a su participación en los programas federales de desempleo ampliados.
Aunque el resurgimiento de las infecciones por COVID-19 —impulsado por la variante Delta del virus del PCCh (Partido Comunista Chino)— supone un riesgo para la recuperación, todavía no hay indicios de que tenga repercusiones.
«Aunque la variante Delta ha provocado un aumento de los casos de COVID, apenas hay indicios de que esto se traduzca en una reducción apreciable de la actividad económica en Estados Unidos, lo que sugiere un impacto poco significativo en el empleo», afirmó Hamrick.
Mientras que la producción económica se ha recuperado completamente hasta sus niveles anteriores a la pandemia, la recuperación del mercado laboral va a la deriva. Tras perder 22.4 millones de puestos de trabajo en los dos primeros meses de la pandemia, la economía estadounidense ha recuperado unos 15.6 millones de empleos desde mayo del año pasado.
La publicación de las solicitudes de subsidio de desempleo del Departamento de Trabajo se produce antes de que se publique el informe sobre las nóminas no agrícolas, que se publicará el viernes y mostrará cuántos puestos de trabajo añadieron los empresarios estadounidenses en julio. Los economistas encuestados por Reuters prevén que las nóminas no agrícolas aumenten en 870,000 empleos en julio, después de que la economía creara 850,000 empleos en junio.
Con información de Reuters.
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