El joven de 20 años Walker McKnight recuerda que solo usó tres meses los cigarrillos electrónicos para vapear antes de iniciar una batalla para salvar su vida en la que ya perdió uno de sus pulmones y sus dos riñones dejaron de funcionar.
«Fue una sensación muy intensa», dice a la gente al contar su primera experiencia de vapeo con productos de la marca Juul, según People. «Podía sentir todo mi cuerpo latiendo y hormigueando”.
McKnight relata que era un atleta con una beca en Florida Atlantic University. En marzo de este año se enfermó de lo que creía que era un resfriado común, pero al llegar de visita a casa de sus padres, su madre lo llevó rápidamente a la sala de emergencias porque tenía dificultad para respirar.
El viernes 8 de marzo le diagnosticaron neumonía grave y lo pusieron en la Unidad de Cuidados Intensivos. Su pulmón izquierdo colapsó debido a una infección que luego se extendió al pulmón derecho. Los médicos le dijeron a la familia que probablemente no sobreviviría por lo que los padres llamaron a un capellán y se despidieron de su hijo.
Sin embargo el joven fue llevado a cirugía en otro hospital y le instalaron un soporte vital que oxigenó su sangre y le dio a sus pulmones un descanso. Además se le instaló un tubo de alimentación. Así pasó 63 días en los que perdió el uso de sus riñones.
Durante su estancia en la UCI, sus médicos descubrieron que Walker había estado «vapeando» los productos Juul. Los médicos creen que esto contribuyó a la incapacidad de su cuerpo para recuperarse, dice su relato.
Esto explicaba por qué los pulmones de Walker se habían vuelto tan débiles que un virus relativamente benigno casi lo había matado.
Fue dado de alta de la UCI a finales de agosto pero ha tenido que regresar en varias ocasiones diferentes al hospital, debido a algún trauma respiratorio.
“Su pulmón izquierdo nunca se ha recuperado y es posible que tenga que ser extirpado. Todavía está en diálisis y los médicos no están seguros de si sus riñones alguna vez recuperarán su función normal”, destaca el informe.
«Su caso es el peor que he visto hasta ahora», dijo el Dr. Charles Hunley, especialista en cuidados intensivos del Centro Médico Regional de Orlando, que ha tratado seis casos relacionados con el vapeo en los últimos meses, según People.
«Walker estaba literalmente muriendo delante de nuestros ojos».
El joven admite que ignoraba los peligros potenciales del vapeo cuando probó el cigarrillo electrónico Juul por primera vez el pasado diciembre junto con un paquete de pequeñas cápsulas con sabor a mango que contenían un paquete de nicotina líquida, en una gasolinera cerca de la casa de sus padres en Orlando.
«Después de una semana y media, dejé de sentir el zumbido», dijo el joven de acuerdo a People. También recuerda que “me ponía nervioso si no lo tenía».
Durante los tres meses siguientes, intentó convencerse que no se había hecho un adicto pensando «si quiero dejarlo, lo dejaré», pero reconoce que “ya estaba enganchado, como todos los demás».
Ahora su madre tiene que cuidar de él a tiempo completo. Su vida depende de las sesiones de diálisis, fisioterapia, citas médicas y siestas dos veces al día. «Esto es como algo que solía pensar que sólo ocurría en las películas», dice el joven, según People.
Los Centros de Control de Estados Unidos (CDC) informan que hasta el 20 de noviembre de 2019, en 49 estados (todos excepto Alaska), el Distrito de Columbia y Puerto Rico notificaron 2.290 casos confirmados y probables de lesión pulmonar asociados con el uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo.
Se han confirmado además 42 muertes hasta el 13 de noviembre, en 24 estados y el Distrito de Columbia: Alabama, California (4), Connecticut, Delaware, el Distrito de Columbia, Florida, Georgia (3), Illinois (4), Indiana (4), Kansas (2) ), Massachusetts (2), Michigan, Minnesota (3), Mississippi, Missouri, Montana, Nebraska, Nueva Jersey, Nueva York, Oregón (2), Pensilvania, Tennessee (2), Texas, Utah y Virginia.
Los análisis de muestras de líquido recolectado de los pulmones de pacientes relacionados al cigarrillo electrónico o vapeo, identificaron acetato de vitamina E, un aditivo usado en algunos cigarrillos electrónicos que contienen THC o otros productos de vapeo, como presunto responsable.
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