El embajador de Estados Unidos en la Unión Europea, Gordon Sondland, afirmó el miércoles que el presidente Donald Trump participó en un «quid pro quo» con Ucrania, a pesar de que los altos funcionarios ucranianos, además del propio Trump, negaran la línea de razonamiento en las últimas semanas.
“Sé que los miembros de este comité con frecuencia han enmarcado estos problemas complicados en la forma de una simple pregunta: ¿hubo un ‘quid pro quo’? Como testifiqué anteriormente, con respecto a la llamada solicitada a la Casa Blanca y la reunión de la Casa Blanca, la respuesta es sí», dijo Sondland en su declaración de apertura.
Sondland dijo en una declaración a puerta cerrada el mes pasado que no había «quid pro quo», o un favor o ventaja otorgado o esperado a cambio de algo, pero luego emitió una actualización de sus declaraciones originales.
El miércoles, Sondland dijo a los legisladores que trabajó con el abogado de Trump, Rudy Giuliani, a pesar de que no se sentía cómodo haciéndolo. Dijo que las supuestas solicitudes de Giuliani para que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, anuncie una investigación sobre la posible interferencia ucraniana en las elecciones estadounidenses de 2016 a cambio de una reunión con Trump fue el «quid pro quo».
«Las solicitudes del Sr. Giuliani fueron un quid pro quo para organizar una visita a la Casa Blanca para el presidente Zelenskiy”, dijo Sondland. «El Sr. Giuliani expresaba los deseos del presidente de los Estados Unidos, y sabíamos que estas investigaciones eran importantes para el presidente».
Sondland luego dijo que la ayuda militar no estaba vinculada a las solicitudes.
En una declaración, la Casa Blanca respondió: “Sondland nunca escuchó sobre ningún vínculo entre la asistencia de seguridad retenida y una solicitud de investigaciones del Presidente. Sondland basa su nuevo testimonio en presunciones que había hecho con respecto a los deseos del presidente Trump».
La oficina del vicepresidente Mike Pence también negó que Sondland discutiera la ayuda militar para Ucrania con Pence. «El vicepresidente nunca tuvo una conversación con Gordon Sondland sobre la investigación de los Biden, Burisma o la liberación condicional de ayuda financiera a Ucrania basada en investigaciones potenciales», afirmó.
Sondland testificó en una audiencia abierta de juicio político en Washington mientras los demócratas de la Cámara intentan construir un caso contra Trump para acusarlo.
Los demócratas se han centrado en los tratos de Trump con Ucrania, argumentando que el presidente vinculó incorrectamente la liberación de ayuda militar aprobada por el Congreso con asuntos que el presidente pidió a Zelensky que «investigara» durante una llamada del 25 de julio.
Funcionarios estadounidenses y ucranianos han dicho que Ucrania no sabía que la ayuda estaba siendo revisada cuando Trump y Zelensky hablaron en abril y julio, socavando el argumento.
«El embajador Sondland no nos dijo, y ciertamente no me dijo, sobre una conexión entre la asistencia y las investigaciones», dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Vadym Prystaiko, la semana pasada.
«Nunca he visto una relación directa entre las investigaciones y la asistencia de seguridad», agregó. “Sí, las investigaciones fueron mencionadas, ya sabes, en la conversación de los presidentes. Pero no hubo una conexión clara entre estos eventos».
Zelensky ha dicho repetidamente que no había un vínculo entre la ayuda y las sondas solicitadas y dijo que no se sentía presionado por Trump.
«No hablamos» de ayuda militar durante la llamada telefónica de julio, dijo Zelensky a los reporteros en octubre. «No hubo chantaje».
Trump preguntó sobre las acciones del exvicepresidente Joe Biden y su hijo, Hunter Biden. Biden padre amenazó en 2016 con retener USD 1000 millones en ayuda de Ucrania a menos que el país expulsara a un fiscal que estaba investigando al empleador de Hunter Biden, la compañía de energía ucraniana Burisma.
Trump también le pidió a Zelensky que analice los esfuerzos de Ucrania para interferir en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos. Varios legisladores ucranianos admitieron que intentaban que Hillary Clinton sea elegida y un tribunal en el país dictaminó que la divulgación de documentos que supuestamente mostraban información financiera sobre el presidente de la campaña de Trump, Paul Manafort, equivalía a una interferencia en las elecciones de Estados Unidos.
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