El presidente de la endeudada Sri Lanka ha pedido a China que le ayude a reestructurar miles de millones de dólares en pagos de deuda como parte de una solución para contrarrestar las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus, según informó el domingo la secretaría presidencial.
Durante su reunión con el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, de visita en el país, el presidente Gotabaya Rajapaksa dijo que «sería un gran alivio para el país que se prestara atención a la reestructuración de los reembolsos de la deuda como solución a la crisis económica que ha surgido ante la pandemia de la COVID-19», dijo su oficina en una declaración.
Rajapaksa también pidió a China que proporcionara un plan de créditos comerciales en condiciones favorables para las importaciones chinas y que ayudara a que los turistas chinos pudieran viajar a Sri Lanka bajo el concepto de burbuja biológica, declaró.
Según informaron varios medios, Sri Lanka debe hacer frente a unos 4500 millones de dólares en reembolsos de deuda este año, empezando por el reembolso de 500 millones de dólares en bonos soberanos internacionales el 18 de enero.
La tasa de inflación del país alcanzó un máximo histórico del 11.1 por ciento en noviembre del año pasado, y la inflación de los alimentos aumentó hasta el 16.9 por ciento en noviembre de 2021, según los datos publicados por el Banco Central de Sri Lanka. El aumento de los precios fue provocado por el descenso de la moneda local, que cayó un 7.5 por ciento frente al dólar estadounidense el año pasado.
Posteriormente, el gobierno declaró una emergencia económica en virtud de la ordenanza de seguridad pública y nombró a un comisario de servicios esenciales para regular los precios de los alimentos que cobran los comerciantes y los minoristas.
No está claro si China ha accedido aún a la petición de Sri Lanka.
Se considera que China es el cuarto mayor prestamista de Sri Lanka, por detrás de los mercados financieros internacionales, el Banco Asiático de Desarrollo y Japón.
En la última década, China ha prestado a Sri Lanka más de 5000 millones de dólares para carreteras, puertos, un aeropuerto y una central eléctrica de carbón. Pero varios críticos acusan a los fondos de haber sido utilizados para proyectos de elefante blanco con escasa rentabilidad, algo que China ha negado.
Sri Lanka es también una parte clave de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de Beijing, un plan a largo plazo para financiar y construir infraestructuras que conecten a China con el resto del mundo, pero otros, incluido Estados Unidos, lo han calificado de «trampa de la deuda» para las naciones más pequeñas.
En diciembre de 2017, el gobierno de Sri Lanka arrendó la totalidad del puerto de Hambantota a China durante 99 años para convertir en capital los préstamos que le debía por valor de 1400 millones de dólares, pero la medida ha llevado a decenas de miles de manifestantes a concentrarse contra el acuerdo.
El exsecretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, también ha advertido a Sri Lanka sobre la posibilidad de hacer negocios con Beijing, calificando al Partido Comunista Chino de «depredador» que sigue violando la soberanía en tierra y mar.
«Vemos por los malos tratos, las violaciones de la soberanía y la anarquía en tierra y mar, que el Partido Comunista Chino es un depredador, y Estados Unidos viene de una manera diferente. Venimos como amigo y como socio», dijo Pompeo en una conferencia de prensa conjunta en 2018 en Sri Lanka.
Con la colaboración de Sunny Chao y con información de Reuters.
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