El director interino del Servicio Secreto, Ronald Rowe, dijo el viernes que la agencia asumió toda la responsabilidad por los trágicos sucesos en el mitin del expresidente Donald Trump el mes pasado, prometiendo cambios tales como disponer de drones.
«Esta fue una misión fallida», dijo el Sr. Rowe en una rueda de prensa en Washington.
El Sr. Rowe sustituyó a Kimberly Cheatle como directora del Servicio Secreto en medio de un intenso escrutinio después de que dimitiera tras el intento de asesinato de Trump, en el que murió un asistente al mitin y dos más resultaron heridos, en el encuentro en Butler, Pensilvania, el mes pasado.
El Sr. Trump, candidato presidencial republicano, fue alcanzado en la punta de la oreja mientras hablaba en un mitin de campaña, por una bala disparada por el atacante Thomas Crooks, de 20 años. Crooks, que disparó varias balas, fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
Pero los agentes deberían haber vigilado los tejados y otros puntos de observación, dijo el Sr. Rowe. A pesar de las ofertas de las fuerzas locales para hacer volar drones, el Servicio Secreto no instaló ninguno.
Eso cambiará, agregó el director.
«Pensamos que podríamos haberlo tenido cubierto con el ojo humano», dijo a continuación. «Pero está claro que ahora vamos a cambiar nuestro enfoque, y vamos a aprovechar la tecnología y poner esos sistemas aéreos no tripulados».
«No teníamos un dron in situ. No hemos colocado ningún dron. Según la información de que dispongo, sé que una agencia local solicitó volar un dron ese día, y eso también forma parte de la revisión del aseguramiento de la misión que he pedido para tener más información», añadió el Sr. Rowe.
Luego afirmó que el Servicio Secreto tampoco se comunicó por radio con las fuerzas de seguridad locales durante el mitin. La agencia «se quedó corta» en su responsabilidad de garantizar la seguridad de Trump, añadió. «Estoy trabajando para asegurarme de que esta falla no vuelva a ocurrir».
La policía local había identificado a Crooks como sospechoso más de una hora antes del incidente, pero el Servicio Secreto no aseguró el almacén desde el que disparó, que la policía local no podía cubrir.
El Congreso, la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y una revisión independiente dirigida por el presidente Joe Biden se han puesto en marcha para investigar el intento de asesinato.
La propia Oficina de Responsabilidad Profesional del Servicio Secreto está llevando a cabo una revisión de la garantía de la misión. El Sr. Rowe dijo que se tomarían medidas disciplinarias si fuera necesario y que se modificarían los procedimientos.
En su opinión, debería haber habido una mayor presencia física de las fuerzas del orden en el lugar, dada la proximidad entre el edificio utilizado por el tirador y el escenario en el que habló Trump. Si no había presencia de las fuerzas del orden en el tejado, debería haber habido «más seguridad» para impedir que alguien subiera allí, agregó.
«Ese edificio estaba muy cerca de ese perímetro exterior y deberíamos haber tenido más presencia».
Se espera que una mayor presencia física de las fuerzas del orden en el lugar disuada de futuros intentos.
«Queremos disuadir a la gente de que piense siquiera en volver a hacer algo así», declaró el Sr. Rowe.
El director también elogió la valentía de los agentes del Servicio Secreto que respondieron durante el intento de asesinato, destacando su rápida actuación para proteger el cuerpo de Trump con el suyo propio «a los tres segundos de que sonaran las balas en un acto de valentía inquebrantable».
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