Los padres y residentes del condado de Miami-Dade, Florida, quieren que las escuelas públicas del distrito enseñen a los niños inglés, matemáticas y ciencias, y no una ideología socialista «de izquierda», según una serie de opiniones expresadas en una reunión pública el miércoles.
En la reunión de la junta de las Escuelas Públicas del Condado de Miami-Dade, los padres y miembros de la comunidad compartieron una serie de puntos de vista sobre el punto de resolución H-11 (pdf), que buscaba reconocer octubre como el Mes de la Historia LGBT.
Después de horas de comentarios de más de 100 residentes y miembros de la junta, que fueron enérgicos y a veces alborotadores, la junta votó 8-1 en contra de la resolución, con fuertes aplausos del público.
La mayoría del consejo escolar consideró que la resolución, presentada por la miembro Lucia Baez-Geller, entraba en conflicto con la Ley de Derechos de los Padres en la Educación de Florida. Ese proyecto de ley, considerado controvertido por algunos, prohíbe la enseñanza sobre orientación sexual en las aulas desde el jardín de infancia hasta el tercer grado, así como la enseñanza que no sea apropiada para la edad.
Baez-Geller fue la única de la Junta Escolar de Miami Dade que votó a favor. El resto de la junta, incluyendo su presidente y vicepresidente, Perla Tabares Hantman y Steve Gallon III, votaron en contra del H-11.
Hantman, que representa al Distrito 4 y se retirará de la junta en noviembre, señaló que era originaria de Cuba y se sentía «bendecida» por vivir ahora en una democracia y verla en acción en la reunión del miércoles.
«Respetamos los derechos de todo el mundo, pero tenemos que estar de acuerdo con la ley», dijo, refiriéndose a la posibilidad de que el H-11 viole la ley del estado que da a los padres una opinión sobre lo que se enseña a sus hijos.
«Su trabajo es educar, no adoctrinar»
Muchos padres y miembros del público expresaron su opinión acerca de que la propuesta es un adoctrinamiento izquierdista o socialista.
«No hablo bien el inglés pero hoy no puedo estar tranquilo», dijo Fabio Hernández, un padre de familia. «Estamos hablando de adoctrinamiento, no de educación. Nuestros hijos necesitan educación. Su trabajo es educar, no adoctrinar».
Hernandez sugirió que los maestros que quieran involucrarse en los esfuerzos para apoyar a los estudiantes LGBT lo hagan fuera de las escuelas del condado.
Hablando en la reunión de la junta escolar, Elizabeth Santander-Cordero, residente de Miami-Dade, instó a la protección de la inocencia de la infancia y argumentó que la ideología LGBT está causando crisis de identidad abrumadora para los jóvenes.
«Dejemos a los padres ser padres y enseñar a nuestros hijos según nuestros valores, moral y creencias religiosas. Como madre y abuela, no veo cómo, respetuosamente, la celebración del llamado LGBTQ va a beneficiar a nuestros estudiantes», dijo.
«Por otro lado, veo una generación sumergida y ahogada en una confusión de identidad. Estamos perdiendo los orígenes de la identidad orgánica humana al imponer la agenda LGBTQ contra la inocencia de nuestros niños».
«Los niños pertenecen a sus padres, no a las escuelas»
Bill Thompson, quien dijo que ha vivido en el condado durante 30 años y ha criado a cinco hijos con su esposa, dijo que las escuelas deberían limitarse a enseñar materias básicas comunes y dejar la educación social, política y filosófica a los padres.
«Los padres en todo Estados Unidos, incluyendo aquí en el condado de Miami Dade, han estado defendiendo los principios de que sus hijos pertenecen a sus padres, no a las escuelas», dijo.
«Las escuelas de Miami Dade, al igual que todas las escuelas de Estados Unidos, deben enseñar los aspectos académicos de matemáticas, ciencias, historia e inglés, así como la moral y los valores, pero no las creencias sociales, políticas y filosóficas», añadió. «Eso debería dejarse a la decisión de los padres».
La abrumadora mayoría de los oradores en la reunión del consejo escolar del condado de Miami Dade tuvo opiniones similares contra el H-11.
Florida se defiende de las ideologías izquierdistas «opresivas»
El gobernador Ron DeSantis, un republicano, ha firmado una serie de medidas para combatir lo que él ve como adoctrinamiento de la izquierda woke y racista en el estado de Florida.
En marzo, firmó el proyecto de ley de Transparencia del Plan de Estudios (HB 1467), que permite a los padres ver y cuestionar el material didáctico de los maestros, las listas de lecturas obligatorias y los libros de las bibliotecas escolares. También establece límites a los cargos de los miembros del consejo escolar.
«Vamos a asegurarnos de que los padres tengan un asiento en la mesa», dijo DeSantis en ese momento. «La luz del sol es el mejor desinfectante».
«Creemos que los padres no solo tienen un papel, sino que [también] tienen un papel fundamental para participar en la educación de sus hijos», añadió. «Así es como va a ser en el estado de Florida».
En abril, DeSantis también firmó la Ley Stop Woke para restringir el adoctrinamiento y la formación ideológica en las escuelas y en el lugar de trabajo.
El proyecto de ley fue diseñado para prohibir que la teoría crítica de la raza (TCR) se enseñe en las escuelas o se utilice en las sesiones de capacitación de los empleados, según el patrocinador del proyecto de ley, el senador estatal republicano Manny Diaz Jr.
Los conservadores y los expertos en la materia consideran que la teoría crítica de la raza es una teoría racista porque, entre otras cosas, en la práctica dice a los estudiantes blancos que son los opresores de los negros y de otras razas no blancas.
«Los padres no quieren que sus hijos sean segregados por motivos de raza; yo no quiero que se les diga a mis hijos que están condenados para siempre a sentir culpa y vergüenza por el color de su piel o que no tienen ninguna oportunidad ni posibilidad de éxito en Estados Unidos», dijo Christopher Rufo, investigador principal y director de la iniciativa sobre la TCR en el Instituto Manhattan, a quien DeSantis atribuye la exposición de la TCR en las escuelas.
Otro experto en la teoría crítica de la raza, James Lindsay, que escribió el libro «Race Marxism: The Truth About Critical Race Theory and Praxis», dijo que esta teoría es «llamar racista a todo lo que se quiere controlar hasta que se controla».
La NAACP la define como «un marco académico y legal que denota que el racismo sistémico forma parte de la sociedad estadounidense».
Cuando firmó el proyecto de ley, DeSantis dijo a una multitud que vitoreaba que no tener «ideologías opresivas impuestas sobre uno» sin consentimiento es un aspecto importante de «la libertad en el estado de Florida».
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