Un alto funcionario del FBI violó la política de la agencia al no informar de una relación romántica con un subordinado, dijo el Inspector General del Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) en un informe esta semana.
Un resumen del informe (pdf) del Inspector General Michael Horowitz, que no nombró al funcionario, permitió que la relación romántica «afectara negativamente a una relación superior-subordinado apropiada y profesional y alterara el lugar de trabajo al interferir con la capacidad de otros empleados del FBI para completar su trabajo». En violación de las políticas del FBI, el funcionario «no informó» de la relación de una manera «oportuna», también descubrió el informe.
El funcionario, al que el informe identificó como «director adjunto» de una subagencia del FBI, «participó en una decisión de contratación u de la organización que involucraba al subordinado», lo que viola la política del buró.
La oficina del inspector general, por su parte, dijo que había completado su investigación sobre el funcionario. El informe fue enviado a la Oficina de Responsabilidad Profesional del FBI y del Departamento de Justicia para determinar qué podría suceder a continuación.
No está claro si el funcionario del FBI se enfrentará a alguna sanción tras la publicación del informe.
El Washington Post identificó al funcionario como Jill Tyson, directora adjunta de la Oficina de Asuntos del Congreso desde 2019. The Epoch Times se puso en contacto con el DOJ para obtener comentarios.
El último informe añade otra marca negra contra el FBI. Horowitz descubrió en julio que la oficina de la agencia en Indianápolis manejó mal las acusaciones de abuso sexual contra el exmédico del Equipo de Estados Unidos, Larry Nassar, y dijo que los agentes mintieron a los investigadores.
Por la misma época, la oficina de Horowitz reveló que un alto funcionario del FBI aceptó de manera inapropiada regalos de periodistas en varias ocasiones y tuvo encuentros no autorizados con ellos.
La Oficina del Inspector General, según el informe, dijo que el funcionario anónimo había “recibido artículos de valor de miembros de los medios de comunicación” y tuvo “numerosos contactos no autorizados con los medios de comunicación” entre 2014 y 2016.
“Cuando posteriormente la oficina [del Inspector General] se puso en contacto con él para pedirle una entrevista voluntaria, el alto funcionario del FBI se negó a ser entrevistado”, escribió la oficina, añadiendo que sí tiene “autoridad para obligar a declarar a los actuales empleados del Departamento tras informarles de que sus declaraciones no se utilizarán para incriminarlos en un procedimiento penal”.
Pero la oficina “no tiene autoridad para obligar o citar a declarar a exempleados del Departamento, incluidos los que se jubilan o renuncian durante” el curso de la investigación, decía el informe.
El expresidente Donald Trump y sus aliados llevan mucho tiempo alegando que el FBI se ha confabulado con los medios de comunicación convencionales filtrándoles información sensible sobre diversos temas, incluyendo las afirmaciones infundadas de que su campaña presidencial de 2016 se coordinó con Rusia para ganar las elecciones. Horowitz descubrió en diciembre de 2019 que el exasesor de Trump Carter Page fue objeto de vigilancia indebida a partir de 2016 e identificó 17 «errores y omisiones significativas» relacionadas con el caso.
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