Un submarino de propulsión nuclear estadounidense atracó el sábado en la ciudad portuaria surcoreana de Busan después de que Corea del Norte realizara un simulacro de misiles de crucero «estratégico» la semana pasada.
La Marina de EE.UU. en Corea anunció en una publicación de Facebook el 25 de febrero que el USS Springfield llegó a Busan para una visita programada al puerto, pero no dio más detalles sobre la duración de su estadía.
El USS Springfield es uno de los cinco submarinos de ataque rápido de clase Los Ángeles con base en Guam. El buque y su tripulación realizan habitualmente operaciones de seguridad marítima en apoyo de los intereses de seguridad nacional de EE.UU.
El despliegue del submarino en Corea del Sur se produce después de que Corea del Norte probara cuatro misiles de crucero el 23 de febrero y después que el régimen dijera que estaba protestando por las maniobras de Estados Unidos y Corea del Sur en Washington la semana pasada.
Shin Jong-woo, investigador principal del Foro de Seguridad y Defensa de Corea, dijo que la llegada del Springfield a Busan demuestra el compromiso de disuasión de Estados Unidos con Corea del Sur contra las amenazas del régimen de Corea del Norte.
“Un submarino de propulsión nuclear es un sistema de armas que puede acercarse de forma encubierta y someter a cualquier submarino norcoreano, por lo que creo que puede ser otro nivel de advertencia para Corea del Norte”, le dijo Shin a The Korea Times.
Estados Unidos se comprometió a mantener una estrecha cooperación con Corea del Sur y continuar una serie de esfuerzos para mejorar los esfuerzos de disuasión extendidos en respuesta a las pruebas de misiles y el desarrollo de armas nucleares en curso de Corea del Norte, hechos del régimen que violan múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los dos aliados emitieron un comunicado de prensa conjunto después de su ejercicio militar del 22 de febrero, afirmando el compromiso de EE.UU. de trabajar con Corea del Sur utilizando “una combinación efectiva de capacidades, conceptos, implementaciones, ejercicios y opciones personalizadas” para disuadir la agresión de Corea del Norte.
“Estados Unidos continuará desplegando fuerzas nucleares flexibles adecuadas para disuadir el conflicto nuclear regional, incluida la capacidad de desplegar bombarderos estratégicos, aviones de combate de doble capacidad y armas nucleares en la región”, se lee en el comunicado.
Según el Pentágono, Estados Unidos había declarado en su Revisión de la Postura Nuclear de 2022 que cualquier ataque nuclear de Corea del Norte contra él y sus aliados es inaceptable y “dará como resultado el fin de ese régimen”.
Las represalias de Corea del Norte
Corea del Norte también lanzó un misil balístico intercontinental (ICBM) el 18 de febrero en lo que denominó “un simulacro de lanzamiento sorpresa”, que chocó fuera de la zona económica exclusiva de Japón.
Japón dijo que el misil balístico intercontinental tenía la capacidad de atacar a Estados Unidos ya que tenía un alcance de 8700 millas.
Luego, EE.UU. realizó ejercicios aéreos conjuntos con Corea del Sur y Japón el 19 de febrero, tras de eso Corea del Norte respondió disparando dos misiles «tácticos nucleares» al mar.
Corea del Norte dice que los simulacros conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur son «ensayos para una invasión» para un cambio de régimen y prometió tomar represalias contra cualquier acción militar bajo su principio de «arma nuclear por arma nuclear y una confrontación total para una confrontación total».
El régimen advirtió que la expansión de los simulacros conjuntos de EE.UU. y Corea del Sur y la promesa de EE.UU. de desplegar más activos militares para defender a Corea del Sur ha arrojado a la Península de Corea “al grave vórtice de una tensión creciente”.
“Si es la opción de EE.UU. mostrar su fuerza y contrarrestar todo con fuerza, lo mismo es cierto para la opción de la RPDC”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, según informó el 16 de febrero la Agencia Central de Noticias de Corea del medio estatal.
China y Rusia bloquean la condena
Estados Unidos pidió anteriormente al Consejo de Seguridad de la ONU que condenara las provocaciones con misiles de Corea del Norte y le hiciera rendir cuentas por las acciones desestabilizadoras. Pero el esfuerzo se encontró con el veto de China y Rusia, que también son miembros del consejo.
La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, dijo que la falta de respuesta del Consejo de Seguridad le permitió a Corea del Norte llevar a cabo sus lanzamientos de misiles desestabilizadores “sin temor a las consecuencias”.
“La realidad es que aquellos que protegen a la RPDC de las consecuencias de sus crecientes pruebas de misiles ponen a la región asiática y al mundo entero en riesgo de conflicto”, dijo Thomas-Greenfield en una sesión informativa del consejo en Nueva York.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo el 22 de febrero que el programa de desarrollo nuclear de Corea del Norte no beneficiará al régimen comunista chino porque representa una amenaza para la seguridad regional, teniendo una opinión diferente al exsecretario de Estado Mike Pompeo.
“El programa de misiles balísticos de la RPDC, su programa nuclear, no es solo una amenaza para Estados Unidos y nuestro pueblo; no es solo una amenaza para nuestros aliados del tratado, Japón y la República de Corea en este caso, sino que es una amenaza para la paz y la seguridad en toda la región, y eso no es algo que a la República Popular China le guste ver”, dijo, Pompeo.
Corea del Norte lanzó más de 70 misiles el año pasado, incluidas armas potencialmente nucleares de varios rangos, capaces de apuntar a Corea del Sur y a los Estados Unidos continentales.
Estados Unidos ha estado instando a volver a un enfoque diplomático para resolver las tensiones, un llamado que Corea del Norte ha ignorado debido a lo que dice son las “políticas hostiles” de Estados Unidos y sus aliados hacia el régimen totalitario de Corea del Norte.
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