Un miembro retirado de las Fuerzas Especiales de la Marina de EE.UU. (Navy SEAL) y absuelto de crímenes de guerra se reunió con el presidente Donald Trump para agradecerle después de que éste anulara la decisión de la Marina de quitarle la insignia Tridente.
El suboficial Eddie Gallagher y su esposa, Andrea, aparecen en las fotos publicadas el 22 de diciembre en la cuenta de Instagram «eddie_and_andrea», que parece ser una cuenta conjunta de la pareja.
Las imágenes muestran a los Gallagher hablando con el Presidente y la primera dama mientras el Presidente le da la mano a la Sra. Gallagher.
En una de las fotos, el Presidente también aparece sosteniendo un regalo en sus manos, aunque no está claro de qué se trata.
«Finalmente pude agradecer al Presidente y a su increíble esposa dándoles un pequeño regalo del despliegue de Eddie en Mosul», puede leerse como comentario en la foto.
Mar-a-Lago fue listado como lugar de emplazamiento, que es donde el presidente pasará dos semanas durante las vacaciones navideñas.
Gallagher, un veterano condecorado, estuvo en la mira nacional cuando fue acusado de varios crímenes de guerra, incluyendo el asesinato fatal por apuñalamiento de un cautivo desarmado de 17 años de edad de ISIS, e intento de asesinato en un supuesto tiroteo de civiles durante un despliegue a Irak en 2017.
Una decisión de un tribunal militar a principios de este año lo absolvió de los múltiples cargos de asesinato pero lo sentenció a una degradación por violar la ley militar al posar para una foto junto al cuerpo de un combatiente de ISIS muerto.
Su rango, sin embargo, fue reincorporado más tarde después de que el Presidente revocara la decisión del tribunal militar.
I was not pleased with the way that Navy Seal Eddie Gallagher’s trial was handled by the Navy. He was treated very badly but, despite this, was completely exonerated on all major charges. I then restored Eddie’s rank. Likewise, large cost overruns from past administration’s…..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 24, 2019
También se le permitió conservar su insignia Tridente, la cual se otorga a aquellos que han completado un curso de certificación intensivo. También simboliza la membresía oficial de los SEAL de la Marina.
Por su parte, el Secretario de Marina Richard Spencer fue obligado a renunciar después de que se supo que había tratado de negociar con la Casa Blanca el caso de Gallagher, en contradicción con su posición pública.
Spencer había sugerido en privado a funcionarios de la Casa Blanca que se aseguraría de que Gallagher se retirara con su estatus oficial de Navy SEAL si no interferían con procedimientos en su contra, según The Washington Post.
Más tarde admitió que tampoco había dicho al Secretario de Defensa, Mark Esper, que estaba tratando de llegar a un acuerdo con la Casa Blanca, lo que hizo que Esper señalara a los periodistas que Spencer renunciaba debido a su «falta de franqueza».
En una carta reconociendo su despido, Spencer señaló que su visión de la justicia militar estaba en desacuerdo con la de Trump.
«Ya no comparto el mismo entendimiento con el Comandante en Jefe que me nombró, en lo que respecta al principio clave del buen orden y disciplina. No puedo, en buena conciencia, obedecer una orden que creo que viola el sagrado juramento que hice en presencia de mi familia, mi bandera y mi fe de apoyar y defender la Constitución de Estados Unidos», escribió.
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