La Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica confirmó este jueves la muerte de una persona como consecuencia de la vacuna contra COVID-19.
Se trata de la primera muerte de una persona en el país que se vinculó causalmente a la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson (J&J), dijo el director ejecutivo de la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica (SAHPRA), la Dra. Boitumelo Semete-Makokotlela.
Hasta la fecha, el organismo regulador de salud había evaluado a unas 160 personas que «posiblemente murieron» por recibir la vacuna, sin ver una relación positiva con la vacunación hasta ahora, indicó la Dra. Semete-Makokotlela.
Poco después de recibir la dosis de J&J, el paciente desarrolló el síndrome de Guillain-Barré (GBS), un raro trastorno neurológico que se ha identificado como un posible efecto secundario de la vacuna.
«Se trata de un acontecimiento muy raro», dijo Hannelie Meyer, profesora del comité nacional de seguridad de la inmunización, informó el periódico sudafricano Daily Maverick. «La persona presentó los síntomas poco después de la vacunación, lo que provocó una hospitalización prolongada, ventilación mecánica y más infecciones».
«En el momento de la enfermedad no se pudo identificar ninguna otra causa para el síndrome de Guillain-Barré», declaró Meyer a continuación.
El síndrome de Guillain-Barré se produce cuando el sistema inmunitario ataca por error a sus propios nervios, lo que suele provocar entumecimiento, debilidad, dolor en las extremidades y, a veces, incluso parálisis respiratoria.
Meyer señaló que la edad del paciente y otros detalles personales, incluida la provincia donde se produjo el fallecimiento, no se revelarán por razones de confidencialidad.
El año pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos añadió una etiqueta de advertencia a la vacuna contra COVID-19 de J&J, actualizando sus hojas informativas para «incluir información relativa a un mayor riesgo observado» de síndrome de Guillain-Barré tras la vacunación, declaró un portavoz de la agencia a The Epoch Times el 12 de julio de 2021.
Esa advertencia se hizo «sobre la base de un análisis de los datos del sistema de notificación de acontecimientos adversos relacionados con las vacunas (VAERS)», que determinó que «se habían producido 100 informes preliminares tras la vacunación con la vacuna Janssen después de que se administraron unas 12.5 millones de dosis», dijo el portavoz. En ese momento se habían señalado 95 casos graves y una muerte, según el informe de casos de síndrome de Guillain-Barré en vacunados.
De acuerdo a la FDA, aunque los datos disponibles sugieren que existe una asociación entre la vacuna de J&J y un mayor riesgo de síndrome de Guillain-Barré, ésto es «insuficiente para establecer una relación causal».
Un portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos dijo a The Epoch Times que se estima que entre 3000 y 6000 personas» desarrollan el síndrome de Guillain-Barré (SGB) cada año en Estados Unidos, y añadió que la agencia sanitaria federal está vigilando los informes sobre este síndrome.
«Normalmente se desencadena por una infección respiratoria o gastrointestinal», dijo el portavoz de los CDC, señalando que «la mayoría de las personas se recuperan totalmente del síndrome de Guillain-Barré».
Joe Phaahla, ministro de Sanidad sudafricano, dijo durante una conferencia de prensa el jueves que, hasta mediados de julio, se habían notificado a la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica (SAHPRA) más de 6200 «acontecimientos adversos» de los más de 37 millones de dosis de la vacuna COVID-19 administradas en el país, lo que equivale al 0,017 por ciento.
«El beneficio de la vacunación sigue superando con creces el riesgo», dijo el Dr. Semete-Makokotlela, tras anunciar que se había vinculado positivamente una muerte a la inyección.
A su vez, entre mayo de 2021 y julio de 2022 se notificaron 217 muertes al organismo regulador de la sanidad sudafricana en las que se afirmaba que había relación con la vacuna COVID-19, informó Daily Maverick, citando las estadísticas de la autoridad sudafricana SAHPRA.
De estos casos, 33 siguen siendo objeto de investigación, mientras que otros 150 fueron declarados como muertes «casuales». También se descubrió que otras dos personas murieron debido a complicaciones de la infección después de la vacunación. En otros 30 casos, las muertes no pudieron ser investigadas adecuadamente por falta de información.
Sudáfrica ha utilizado principalmente vacunas de J&J y Pfizer en su campaña de vacunación contra COVID-19, de acuerdo a la página web del gobierno federal. Alrededor del 32 por ciento de su población está ya totalmente vacunada.
Con información de Reuters
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