Un sheriff de Arizona denunció que la suspensión de la construcción del muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México ha dejado zonas abiertas para que los cárteles mexicanos puedan operar.
En enero, el presidente Joe Biden emitió órdenes ejecutivas para detener la construcción del muro que fue muy promovido por la administración anterior.
Pero eso «detuvo los recursos y detuvo la construcción en nuestra frontera», dijo el sheriff Mark Dannels del condado de Cochise, Arizona, a Fox News. «Como resultado de esa única área donde el muro no está completo, recibimos cinco o seis grupos al día que cruzan por allí». En la entrevista, dijo que los cárteles están ayudando a atravesar lo que llamó una zona fronteriza «ampliamente abierta».
El condado de Cochise incluye más de 80 millas de zona fronteriza entre Estados Unidos y México.
Añadió: «Lo que está haciendo es, nos está obligando a volver a 2019, cuando teníamos la mayor, como yo la llamo, escena del crimen en el país que incluye la más grande situación humanitaria en curso».
Dannels señaló que la brecha fronteriza podría conducir a un aumento de los casos del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) que causa COVID-19, repitiendo las advertencias de los miembros del Congreso y otros funcionarios en Texas.
«Y luego miras el aspecto de la seguridad pública de esto, es preocupante», añadió. «Es casi como si no fuéramos parte de este país, lo cual es muy preocupante».
Esta semana, el representante Henry Cuellar (D-Texas), cuyo distrito del Congreso incluye partes de la frontera, advirtió que los agentes de la Patrulla Fronteriza no están haciendo pruebas a los migrantes para detectar el virus, al tiempo que advirtió que la situación en la frontera puede «convertirse» en una «crisis» en todo el sentido de la palabra si no se toman medidas por parte de la Casa Blanca. En un comunicado el jueves, Cuéllar pidió al gobierno federal que tomara medidas para hacer frente al aumento de la migración ilegal.
Y Felipe Romero, un portavoz de Brownsville, Texas, dijo a los medios de comunicación que 108 migrantes dieron positivo para el virus del PCCh desde el 25 de enero, cuando comenzaron las pruebas rápidas. Eso representa alrededor del 6.3 por ciento del total de migrantes indocumentados que se sometieron a la prueba rápida en la estación de autobuses de Brownsville, dijo el funcionario.
«La ciudad de Brownsville continúa siguiendo todas las directrices proporcionadas por los CDC y [el Departamento de Servicios de Salud del Estado] para COVID-19. A los migrantes que dan positivo en las instalaciones del B-Metro se les informa de los procedimientos de cuarentena y se les pide que mantengan la distancia social», dijo Romero también a Noticias Telemundo Investiga.
«Hay varias ONG que proporcionan recursos a los casos positivos», dijo al medio. «Por ejemplo, las organizaciones ayudan con la cuarentena, ya sea en un albergue o en un hotel. Desde que la ciudad empezó a hacer pruebas a los inmigrantes el 25 de enero, ha habido un 6.3 por ciento de casos positivos. La tasa de positividad del condado de Cameron es del 13.8 por ciento».
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