El pueblo de Taiwán defenderá la isla autogobernada contra una posible invasión del partido comunista de China continental, declaró el viernes el embajador de facto de Taiwán en Estados Unidos.
Al mismo tiempo, un informe advertía que la anexión que busca hacer Beijing a Taiwán podría producirse en forma de guerra económica.
A la pregunta de si los ciudadanos de Taiwán, también llamada República de China, están dispuestos a luchar si el régimen comunista de Beijing intensifica su agresión, el representante de Taiwán en Estados Unidos, Alexander Yui, le dijo a Fox News: “Sí, por supuesto”, y añadió: “Hemos visto a Ucrania”.
Por su parte, un informe publicado el viernes por la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), un instituto de investigación con sede en Washington, afirma que mientras los responsables políticos se centran en los escenarios “más peligrosos”, como una invasión militar o un bloqueo, el “enfoque más estratégico y lógico” para que el Partido Comunista Chino (PCCh) haga realidad su objetivo de anexionarse Taiwán es mediante una “campaña de coerción económica basada en la cibernética”.
A principios de este año, investigadores del FDD colaboraron durante dos días con expertos en banca y finanzas de Taiwán para simular posibles maniobras no militares de Beijing.
Los investigadores exploraron escenarios en los que el PCCh restringía o prohibía la importación de productos taiwaneses, bloqueaba pagos y remesas hacia y desde Taiwán, lanzaba ciberataques contra infraestructuras críticas, cortaba cables submarinos, utilizaba vídeos y audio deepfake para minar la confianza del público o interrumpía el tráfico comercial con pruebas de misiles.
En su informe, el FDD afirma que el ejercicio demostró que Beijing puede ejercer una gran presión sobre Taiwán, sin tropezar con ninguna línea roja con Washington u otros aliados.
Las tensiones se han recrudecido en el estrecho de Taiwán desde 2016, cuando Beijing comenzó a aumentar la presión diplomática y militar sobre la isla, lo que llevó a Estados Unidos a intensificar su apoyo.
Washington, que está obligado por la ley estadounidense a proporcionar a Taipéi suficiente material militar para su defensa, argumentó que a Estados Unidos le interesa mantener la paz en el estrecho y estar junto a democracias como Taiwán para mantener el orden mundial liberal-democrático basado en normas.
Beijing exigió a Estados Unidos que se mantenga al margen de Taiwán, argumentando que se trata de un asunto puramente interno.
El presidente Joe Biden indicó que enviaría tropas para defender a Taiwán en caso de un ataque armado de China, pero el gobierno estadounidense aún no ha formulado un plan para responder a tácticas no militares, lo que le da a Beijing flexibilidad para trabajar para socavar a Taiwán sin desencadenar una respuesta rotunda de Washington, dijeron los investigadores del FDD.
En uno de los cuatro escenarios ensayados por el FDD, los investigadores que interpretaron el papel del PCCh “filtraron informes de próximos ejercicios militares, amenazaron con ocupar islas en alta mar, sobornaron a funcionarios de los medios de comunicación y utilizaron operaciones de influencia para promover la rendición y el malestar social”, dijo el director Senior del programa de China del FDD, Craig Singleton.
“Simultáneamente, el PCCh utilizó contratos en los mercados de futuros para vender en corto acciones taiwanesas, creando una presión de venta e incitando a retiradas de capital a gran escala. La consiguiente depreciación del nuevo dólar taiwanés desencadenó una venta masiva de inmuebles. El desplome de los precios inmobiliarios y la insuficiencia de garantías provocaron retiradas masivas de fondos de los bancos”, se lee en el informe, que añade que múltiples actores taiwaneses consideraron que este escenario era la estrategia coercitiva preferida del PCCh.
En su intervención en una mesa redonda sobre el informe, Singleton dijo que Taiwán ya se ha enfrentado a una “campaña de coerción económica y cibernética de bajo nivel” y mostró una “notable resistencia”.
Pero el líder del PCCh, Xi Jinping, que considera la reunificación con Taiwán como “un imperativo ideológico”, lanzará una campaña escalonada y flexible utilizando una mezcla de coerción económica, cibernética y militar para socavar la resistencia de Taiwán.
Las recomendaciones del informe para Taiwán incluyen reforzar la resistencia en infraestructuras, energía, economía y sociedad civil.
Los investigadores también instaron a Washington a ayudar a Taiwán a aumentar su resistencia, así como a mejorar los tiempos de respuesta de las democracias aliadas para contrarrestar la coerción autoritaria de la zona gris del PCCh.
Con información de Associated Press
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