La guardia costera de Taiwán informó el domingo de que un buque chino presuntamente cortó el cable submarino situado frente a la costa del puerto taiwanés de Keelung Harbor.
La guardia costera informó haber avistado el navío Shunxin-39, un buque registrado en Camerún, a 7 millas náuticas de la costa norte de Yehliu, en Taiwán, a las 16:40 (hora local) del 3 de enero, lo que le llevó a enviar un barco como respuesta, según los informes de prensa locales.
Aunque los guardacostas no pudieron verificar si el barco pertenecía a China, las autoridades taiwanesas creen que era propiedad de una empresa registrada en Hong Kong y vinculada a China continental.
Los guardacostas taiwaneses ordenaron al barco que regrese a aguas cercanas al puerto de Keelung para investigarlo, pero el mar embravecido les impidió abordarlo. Posteriormente, el barco se dirigió a Corea del Sur.
Chunghwa Telecom, el mayor proveedor de servicios de telecomunicaciones de Taiwán, declaró que había redirigido el tráfico a través de cables submarinos de reserva y que el incidente no había provocado ninguna interrupción, informaron los medios locales.
Los guardacostas declararon que remitieron las pruebas a los fiscales locales, que determinarán los pasos a seguir.
En noviembre de 2024, dos cables submarinos de fibra óptica fueron cortados en el Mar Báltico, y el granelero chino Yi Peng 3 está siendo investigado por los daños.
La ministra sueca de Asuntos Exteriores, Maria Malmer Stenergard, declaró el 22 de diciembre que el Partido Comunista Chino (PCCh) denegó a sus fiscales el acceso al buque para la investigación. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino afirmó que había facilitado información y documentos a la investigación conjunta.
Parte de la estrategia china
Ho Cheng-hui, director general del grupo de defensa civil Kuma Academy, afirmó que el incidente forma parte de los esfuerzos de China por poner a prueba el nivel de respuesta de la comunidad internacional, ya que pretende intensificar sus tácticas de zona gris contra Taiwán.
Ho explicó a los periodistas que China ya atacó en el pasado las infraestructuras de Taiwán con tácticas marítimas, lo que llevó a la isla autogobernada a reforzar su capacidad de resistencia en el ámbito de las telecomunicaciones.
En los últimos años, el PCCh ha utilizado diversas tácticas de zona gris para presionar a Taiwán, desde la realización de simulacros militares a gran escala, el envío de aviones de combate y buques de guerra a zonas cercanas a la nación insular y el vuelo de globos directamente sobre ella, hasta tentar a los aliados de Taiwán para que cambien su reconocimiento diplomático a China.
El PCCh considera Taiwán parte de su territorio y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para apoderarse de la isla. El líder del PCCh, Xi Jinping, afirmó en su discurso de Año Nuevo que «nadie podrá impedir nunca la reunificación de China» con Taiwán.
El presidente taiwanés, Lai Ching-te, prometió aumentar el gasto en defensa de la isla y unir fuerzas con otras democracias para hacer frente a las amenazas del PCCh.
Frank Fang ha contribuido a este reportaje.
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