Cada vez son más las mujeres que deciden llevar su embarazo hasta el final, según un último informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) donde se muestra una disminución considerable en la tasa de abortos desde su legalización en Estados Unidos.
Según estadísticas recogidas, para el año 2016 se registraron un total de 623,471 abortos, lo que representa una disminución del 2% con respecto a los 636,902 abortos realizados en 2015. De esta forma, la tasa de abortos que para el año 2015 fue de 11.8 abortos por cada 1,000 mujeres entre 15-44 años, disminuyó a 11.6 en 2016.
Teniendo en cuenta un rango más amplio de años, el descenso es aún más marcado.
«De 2007 a 2016, el número total de abortos reportados disminuyó un 24% (de 825,240), la tasa de abortos disminuyó un 26% (de 15.6 abortos por cada 1,000 mujeres de 15 a 44 años), y la proporción de abortos disminuyó un 18% (de 226 abortos por 1,000 nacimientos vivos)», resalta la investigación de los CDC.
Las disminuciones también se registraron entre los diferentes grupos étnicos. Para las mujeres blancas la proporción disminuyo un 29%, para las mujeres negras un 20% y para las hispanas un 26%, según el reporte.
El informe también revela algunas variaciones significativas por regiones, considerando a Nueva York como el estado con la tasa más alta y una cifra de 59,808 abortos, y a Dakota del sur con las cifras más bajas.
Dentro de las cifras más preocupantes se encuentra el aborto entre adolescentes, donde mujeres de 18 a 19 años representaron en 2016 el 67.8% de abortos en adultos jóvenes, mientras que las mujeres menores de 15 años tuvieron una participación de solo el 2.6%.
Los CDC informaron que el 14.1% de todas las mujeres que se realizaron abortos estaban casadas y el 85.9% eran solteras. Aún así, de 2007 a 2016 la tasa de abortos en mujeres solteras disminuyo un 16%, mientras que para las casadas disminuyó un 31%.
Chuck Donovan, presidente del Instituto Charlotte Lozier, el instituto de investigación y educación provida de la Lista Susan B. Anthony, explicó a National Review que «hay varias razones para esta noticia positiva».
«Las madres estadounidenses están eligiendo cada vez más la vida para sus hijos, así como identificarse con la causa provida y las políticas provida. Esto incluye las amplias protecciones para las mujeres y los niños que se están promulgando a nivel estatal, tales como el fortalecimiento de las normas de salud y seguridad para las instalaciones de aborto, los límites a la financiación pública del aborto, las leyes sobre la participación de los padres y el aumento del consentimiento informado».
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