El fiscal general William Barr, dijo que Estados Unidos debe ser maduro en su enfoque sobre cómo lograr reformas para abordar los problemas de la nación, tras las peticiones para la reforma de la policía después de la muerte de George Floyd.
Barr hizo los comentarios el jueves durante una mesa redonda con el presidente Donald Trump, altos funcionarios de la administración Trump, cuerpos de seguridad, líderes religiosos y propietarios de pequeñas empresas donde reiteró el compromiso del Departamento de Justicia de apoyar los esfuerzos de reforma del presidente.
El fiscal general dijo que no cree que sea el momento de «derribar nuestras instituciones» para promulgar la reforma de la policía, diciendo que durante los últimos 50 años Estados Unidos ha estado «en marcha» para reformar sus instituciones, las cuales reconoció que habían sido «explícitamente discriminatorias» hasta los últimos 60 años.
«Tenemos que ser maduros en esto, y cuando vemos problemas, tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para reformar nuestras instituciones y asegurarnos de que están en sintonía con nuestros valores», dijo Barr.
Expresó su aprobación por el plan de reforma del presidente para proporcionar y asegurar las oportunidades para permitir a la gente alcanzar el «sueño americano». También dijo que los esfuerzos del presidente estimulan el crecimiento económico, apoyan la educación, fomentan la disciplina moral y garantizan la seguridad en la comunidad.
Durante la reunión, el presidente anunció un plan de cuatro puntos para abordar la brutalidad policial y la desigualdad racial en Estados Unidos. Su plan incluye la búsqueda del desarrollo económico en las comunidades minoritarias, el tratamiento de las disparidades en la atención sanitaria, la emisión de una orden ejecutiva para alentar a los departamentos de policía de todo el país a cumplir con los estándares profesionales más actuales y la ampliación del acceso a la educación instando al Congreso a promulgar la elección de escuelas en todo el país.
Esto ocurre después que decenas de miles de personas inundaron las calles de todo el país durante la semana pasada para pedir una reforma después de la muerte de Floyd, un hombre negro que murió bajo la custodia de la policía de Minneapolis. Si bien muchas protestas fueron pacíficas, las ciudades vieron incidentes de saqueos, disturbios violentos e incendios, lo que provocó daños materiales significativos y más de una docena de muertes.
Durante las protestas, algunos funcionarios de la ciudad han dicho que van a desmantelar la policía, incluido el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill De Blasio. El Consejo de la ciudad de Minneapolis aprobó el viernes por unanimidad una resolución que podría reemplazar el departamento de policía de la ciudad con un sistema de seguridad pública dirigido por la comunidad.
El movimiento «desfinanciar a la policía«, que se ha visto durante las protestas y en las redes sociales en los últimos días, pide que se reasignen los fondos destinados a los departamentos de policía para programas sociales, en particular para ayudar a la comunidad afroamericana.
Mientras tanto, en Seattle, docenas de activistas y otras personas tomaron parte de la ciudad tras el abandono por parte de la policía de un edificio de la comisaría que fue escenario de violentos enfrentamientos con los manifestantes. La situación en la ciudad ha llevado a Trump a pedir a la alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, y al gobernador del Estado de Washington, Jay Inslee, que «recuperen» la ciudad.
“Recuperen su ciudad AHORA. Si no lo hacen ustedes, lo haré yo. Esto no es un juego. Estos horribles anarquistas deben ser detenidos INMEDIATAMENTE. ¡MUÉVANSE RÁPIDO!”, dijo en un comunicado en las redes sociales.
Trump dijo que su administración ha estado trabajando en muchos aspectos diferentes para promover la ley, el orden, la seguridad, la comodidad y el control.
«Lo que sucedió hace dos semanas fue una desgracia cuando ves eso. Lo que sucedió en numerosas ocasiones durante las últimas dos semanas, gente asesinada. Varias personas fueron asesinadas y fue muy, muy terrible y muy, muy injusto. Algunos de ellos eran oficiales de policía. Y fue una situación muy injusta. No queremos ver eso», dijo.
Añadió que su orden ejecutiva alentaría a los departamentos de policía a «cumplir con las normas profesionales de fuerza más actuales».
«Eso significa fuerza, pero fuerza con compasión», dijo. «Pero si tienen que hacer un trabajo de verdad, si alguien es realmente malo, van a tener que hacerlo con verdadera fuerza, con verdadero poder».
Zachary Stieber contribuyó a este informe.
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