La teoría crítica de la raza, que recientemente atrajo la atención nacional de Estados Unidos, después que el presidente Donald Trump ordenara su purga de las agencias federales, se remonta al marxismo, dijo el politólogo Wilfred Reilly a The Epoch Times.
En una entrevista con American Thought Leaders de The Epoch Times, Reilly dijo que la teoría crítica de la raza es «una traducción de la teoría de clase marxista al sector de las relaciones raciales».
«El comunista o el marxista argumentará que todo lo que parece una ley justa y neutral, de hecho, refleja el privilegio de clase”, dijo Reilly, un profesor de ciencias políticas de la Universidad Estatal de Kentucky, al presentador Jan Jekielek. «Por lo tanto, las leyes que ordenan que tu propiedad sea tuya son de hecho una forma para que los ricos, que poseen la mayor parte de la propiedad, esencialmente roben y opriman al resto de nosotros».
Tal como se discute en los trabajos de Robin D’Angelo e Ibram X. Kendi, la teoría crítica de la raza esencialmente expresa el mismo concepto marxista, excepto que la clase es sustituida por la raza, dijo Reilly.
Esta teoría, según Reilly, puede resumirse a grandes rasgos con la noción de que «las disparidades son discriminación igual», lo que significa que los sistemas e instituciones sociales, por muy neutrales que sean, se verán como herramientas de discriminación racial desde una perspectiva racial crítica si el resultado es desigual para los diferentes grupos raciales.
«Por lo tanto, [según la teoría crítica de la raza], los sistemas aparentemente neutrales, como el test SAT, son una manera de implementar el privilegio de los blancos, o de implementar la supremacía blanca, porque no hay manera que las minorías puedan hacerlo tan bien como los niños blancos más privilegiados», dijo Reilly. «El objetivo del sistema de justicia penal no es encerrar a los violadores y pervertidos, a los que abusan de las mujeres, etc., sino oprimir a las minorías mediante la institución de leyes que las minorías van a violar con más frecuencia que los blancos más ricos. Así que eso es lo que la teoría crítica de la raza muy, muy a menudo es”.
La prohibición de Trump de los programas de entrenamiento basados en la teoría crítica de la raza también se planteó en el primer debate presidencial, cuando el presentador Chris Wallace le preguntó a Trump sobre la decisión de poner fin a lo que él describió como «entrenamiento de sensibilidad racial». Reilly señaló que el entrenamiento de sensibilidad racial y la teoría crítica de la raza no son la misma cosa y los dos fueron mezclados.
«Como joven ejecutivo, hace años pasé por la gestión de la formación en diversidad, que es simplemente un proceso básico para explicar cómo llevarse bien con personas de diferentes orígenes culturales y no mostrar prejuicios hacia el aspecto u olor de diferentes cocinas», dijo. «Eso no es lo que la teoría crítica de la raza es».
«Muy a menudo en la sociedad (…) la gente parece estar hablando en pistas paralelas», dijo Reilly, señalando que a menudo se encuentra con la necesidad de pedir a la gente que defina términos comunes como «racismo», «privilegio», e incluso «violación» y «agresión sexual», que se han mezclado hasta el punto de que «significan algo muy, muy diferente de lo que yo consideraba que significaba ese término».
«Es desafortunado que ahora tengamos que hacer ese tipo de aclaración en la sociedad. A menudo vale la pena hacerlo, pero no creo que Biden y Trump utilicen siquiera el mismo lenguaje académicamente cuando hablan de racismo», dijo.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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