La teoría crítica de la raza se ha convertido en la base filosófica que sustenta una agenda comunista marxista que arrasa en la sociedad estadounidense, según el profesor de filosofía Jason Hill.
Actuando como administradores o agentes raciales para los afroamericanos, los practicantes de la teoría crítica de la raza (TCR) buscan el poder y tienen como objetivo «destruir todos esos valores fundamentales, todos esos valores codificados y principios que usamos en tiempos de crisis», dijo Hill en una entrevista reciente con el programa «American Thought Leaders» de Epoch TV.
Los teóricos de críticos de la raza «quieren borrar primero la identidad personal, luego borrar la historia, borrar esos valores codificados para marcar el comienzo de una nueva, lo que yo llamaría, agenda marxista comunista en nuestra sociedad», agregó.
La visión de la TCR de Estados Unidos como sistemáticamente racista es «una percepción errónea de la realidad», dijo Hill. Esta proposición central, que la opresión de los afroamericanos aún persiste hoy, se usa para justificar que los practicantes de la TCR hablen en nombre de todos los afroamericanos, privando a la comunidad de su propia autonomía, según Hill. Pero a estos activistas en realidad no les importa favorecer a la población negra, agregó.
La propia experiencia de Hill en Estados Unidos, detallada en su libro de 2018 «We Have Overcome: An Immigrant’s Letter to the American People», presenta una visión alternativa a la descripción que hace la TCR sobre el racismo en Estados Unidos.
Con USD 120 en su bolsillo, Hill emigró al país procedente de Jamaica a los 20 años. Trabajó para obtener la matrícula para sus títulos, incluido un doctorado en filosofía de la Universidad Purdue, y finalmente se convirtió en profesor titular de filosofía en la Universidad DePaul en Chicago.
“Cuando llegué a este país, prometí que, en nombre de lo mejor que había dentro de mí, cultivaría las virtudes estadounidenses del individualismo y la excelencia personal y aprovecharía las oportunidades que se me presentaban”, dijo Hill en un artículo de opinión, publicado en 2018.
En su opinión, con la entrada en vigor de la Ley de Derechos Civiles de 1964, la sociedad estadounidense entró en una “era de postopresión” porque la legislación les otorgó la igualdad legal a los afroamericanos.
Sin embargo, la rabia negra—ni gratitud ni sensación de alivio—fue una reacción inesperada a la Ley de Derechos Civiles de 1964, dijo Hill a The Epoch Times. Dijo que el resultado se debió a «una tremenda crisis de identidad» a la que se enfrentaron los estadounidenses de raza negra, ya que su identidad había sido forjada por la opresión hasta entonces. En consecuencia, los blancos se sentían culpables y avergonzados por haber puesto a los afroamericanos en esa situación. Mientras tanto, en la década de 1960 surgió un movimiento de autoestima y respeto a sí mismo centrado en el orgullo de la identidad afroamericana, escribió Hill en su nuevo libro «What Do White Americans Owe Black People: Racial Justice in the Age of Post-Oppression».
La TCR surgió en la década de 1970, inicialmente como una rama de la teoría jurídica crítica la cual examinaba el papel de la raza en el derecho. Derrick Bell, un abogado afroamericano y de derechos civiles frecuentemente acreditado como uno de los creadores de la TCR, sostenía que el progreso racial solo se producía en Estados Unidos cuando se alineaba con los intereses de la población blanca, y dudaba que la igualdad racial se lograra alguna vez en el país.
Hill dijo que la TCR que se practica actualmente es la tercera iteración del movimiento, siendo la primera en la década de 1970 bajo Derrick Bell y una segunda en la década de 1990. Y la TCR de hoy se ha convertido en el «fundamento filosófico» para las reparaciones y un «modelo filosófico» para muchos grupos como Black Lives Matter, un grupo activista de izquierda que promueve la justicia racial en la policía y otros ámbitos, para encontrar su justificación.
Según Hill—quien se considera afroamericano—los afroamericanos deberían practicar el «perdón radical» para continuar hacia el futuro en lugar de buscar reparaciones por las injusticias del pasado.
En su nuevo libro, escribe que la renuncia a la propia identidad racial es «un acto de libertad radical». Esto no significa que uno no reconozca su raza; simplemente significa que la raza no será el abanderado de uno. En opinión de Hill, la cultura, más que la raza, sirve como un diferenciador más objetivo de los individuos porque la cultura apunta a rasgos comunes en creencias, costumbres y tradiciones.
Hill sugirió en su libro la idea de un «traidor racial heroico», un nombre satírico porque aquel que no basó su identidad principalmente en su raza podría ser considerado como un «traidor» en ciertas comunidades. Esta persona perdonaría el racismo sistémico antes de la emancipación y se concentraría en aprovechar las oportunidades que brinda la plena igualdad ante la ley para lograr la identificación individual y el éxito.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.