El abogado del presidente Donald Trump, Rudy Giuliani, dijo en una audiencia el miércoles en Pensilvania que el tipo de fraude electoral que los testigos describieron en el estado Pensilvania también ocurrió en otros estados clave.
“Lo que les vamos a describir, con estos testigos, sucedió aproximadamente de la misma manera en Michigan, Wisconsin, Nevada y Georgia: el dispositivo principal fueron las boletas por correo”, dijo Giuliani en una audiencia del Comité de Política Republicana del Senado en Gettysburg.
El supuesto mecanismo fraudulento que describió Giuliani tenía «varias dimensiones, varias formas diferentes en las que se hacía».
Una de estas dimensiones, dijo Giuliani, fue que se impidió a los observadores electorales republicanos inspeccionar las boletas por correo en Filadelfia, el condado de Allegheny y «uno o dos condados más». Dijo que 672,000 boletas por correo ingresadas en el condado de Allegheny y Filadelfia «no fueron observadas por ningún republicano».
«Usted sabe lo importante que es eso para determinar si una boleta es válida o no», dijo en referencia a la capacidad de inspeccionar las boletas por correo. “Solo hay una vez que puedes hacer eso y es cuando separas el sobre que contiene la información de verificación de la boleta. En el momento en que los separe, ya no podrá verificar». Guiliani calificó el momento en que las boletas se separan de los sobres como «propenso al fraude», mientras que los testigos describieron que se les impidió un seguimiento adecuado durante esa fase crítica.
Justin Kweder, un abogado y observador certificado de escrutinio de Filadelfia, dijo en la audiencia: «Lo que vi fue problemático por decir lo de menos».
“Los observadores no pudieron impugnar ninguna decisión o determinación que se haya tomado sobre el procesamiento de estas boletas por correo”, dijo Kweder. “No hay supervisión civil sobre cientos de miles de boletas por correo. No hubo oportunidad para que los observadores electorales vigilaran, objetaran o inspeccionaran los correos que se abrieron. Encuentro que esto es un problema y es irregular”, agregó.
Kim Peterson, un observador electoral de Pittsburgh, dijo: “Lo más cercano estaba a unos 20 pies y no se podía ver nada. El sobre, la papeleta en sí, dónde los estaban apilando, cualquier cosa que se requiriera que pudiéramos ver».
Otra dimensión de las irregularidades observadas por Giuliani se presentó al romperse la cadena de custodia de los votos, como lo detalló un testigo del condado de Delaware, quien describió una situación en la que un supervisor de almacén cargó datos en tarjetas USB en las máquinas de votación sin ser observado por un observador electoral, que dijo haber presenciado la situación al menos 24 veces.
El mismo testigo dijo que la cadena de custodia se había roto en múltiples ocasiones, incluso alrededor de las boletas electorales por correo, el saldo de los votos de los buzones y las unidades flash de tarjetas USB, en violación de los procedimientos definidos por la Junta Electoral del Condado de Delaware y la revisión del proceso electoral.
Giuliani caracterizó la elección en Pensilvania como una “farsa” y alegó que “delincuentes” organizaron un voto ilegítimo. Dijo: “No queremos privar de sus derechos a nadie. Queremos descalificar 672,000 votos para que 72 millones de personas no se vean privadas de sus derechos, porque eso es lo que pasó con las estafas que se hicieron aquí”.
El exalcalde de la ciudad de Nueva York también sugirió a los senadores estatales republicanos de Pensilvania, que tienen el poder de votar y elegir a sus propios electores, diciendo que la Constitución estipula que los legisladores estatales tienen la autoridad de anular a los electores de un estado y pueden enviar a los suyos al colegio electoral. La Cámara y el Senado de Pensilvania están controlados por los republicanos. El colegio electoral se reúne el 14 de diciembre.
Los demócratas del Senado de Pensilvania, en respuesta a la audiencia republicana, dijeron que Giuliani está «[vendiendo] reclamos de fraude electoral sin fundamento en cualquier lugar que lo acepte» y que no aceptará la «pérdida con gracia o con un mínimo de dignidad».
El martes, el gobernador de Pensilvania Tom Wolf, un demócrata, anunció que los resultados de las elecciones fueron certificados por la oficina del Secretario de Estado. El gobernador de Georgia, Brian Kemp, y la Junta de Elecciones de Michigan también certificaron sus elecciones, aunque hay desafíos legales pendientes.
Sin embargo, la jueza del estado de Pensilvania, Patricia McCullough, ordenó el miércoles al estado que no tome más medidas para completar la certificación de la carrera presidencial. También bloqueó la certificación de todos los demás resultados electorales.
La secretaria de Estado demócrata, Kathy Boockvar, dijo que no ha visto evidencia de fraude electoral o irregularidades masivas que anulen los resultados de las elecciones en el estado. Los datos estatales muestran que Biden le lleva la delantera a Trump por unos 80,000 votos. Otros secretarios de otros estados donde se cuestionan los resultados se han hecho eco de esas afirmaciones.
Ivan Pentchoukov, Janita Kan y Jack Phillips contribuyeron a este artículo.
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