La Cámara de Representantes del estado de Texas aprobó el viernes un proyecto de ley de reforma electoral respaldado por el Partido Republicano que añadiría nuevas penas y normas, convirtiéndose en el último órgano legislativo estatal dirigido por los republicanos que aprueba una legislación similar en los últimos días.
La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley 7 del Senado con una votación de 78 a 64, mayoritariamente partidista. El proyecto de ley, que se aprobó por primera vez en el Senado, pero se modificó significativamente en la Cámara, volverá ahora al Senado del estado de Texas para su votación.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, elogió el viernes a los legisladores estatales republicanos por haber aprobado el proyecto de ley en la Cámara.
«Este proyecto de ley ayudará a garantizar que tengamos confianza en el resultado de nuestras elecciones», escribió Abbott en un tuit. «Un paso más cerca de mi escritorio y de convertirlo en ley de Texas».
La medida convertirá en un delito grave el hecho de proporcionar a los votantes una solicitud de voto por correo si no la han solicitado. También prohibiría el uso de fondos públicos para facilitar la distribución de solicitudes de voto por correo.
«Una persona comete un delito si, a sabiendas, recoge o posee una papeleta de voto por correo o un sobre de transporte oficial de un votante en relación con los servicios de recolección de votos», dice el texto del proyecto de ley.
También de acuerdo con el proyecto de ley, los observadores electorales solo pueden ser removidos por un juez «si el observador se involucra en una actividad que constituya una ofensa relacionada con la realización de las elecciones». Durante las elecciones del 3 de noviembre de 2020, numerosos observadores electorales republicanos declararon que fueron tratados injustamente o expulsados de los centros de votación en áreas como Filadelfia, Detroit y Atlanta.
Los demócratas y los grupos progresistas criticaron el proyecto de ley y afirmaron que equivale a la «supresión de votantes», desplegando una retórica similar a la utilizada contra los proyectos de ley de integridad electoral que se aprobaron y convirtieron en ley en Florida y Georgia en los últimos días. El presidente del Partido Demócrata de Texas, Gilberto Hinojosa, repitió las afirmaciones hechas por los demócratas de otros estados al decir que el proyecto de ley es un intento de «silenciar a los votantes en Texas, especialmente a los votantes de color».
Pero los republicanos, entre ellos el representante estatal de Texas Jeff Leach, dijeron que la medida es una «legislación de integridad electoral fuerte [y] sensata que garantiza y protege el pleno acceso a las urnas, al tiempo que disuade y frena la actividad ilegal que socava nuestras elecciones».
El proyecto de ley de Texas es uno de una serie de leyes electorales estatales que se están debatiendo y trabajando en las legislaturas dirigidas por los republicanos después de las elecciones del 3 de noviembre de 2020.
Los demócratas han dicho que las restricciones contra el acceso al voto por correo son una estratagema de los republicanos en respuesta a la derrota electoral del expresidente Donald Trump, mientras que los republicanos han dicho que el voto por correo conduce al fraude.
El jueves por la mañana, el gobernador de Florida Ron DeSantis, un republicano, firmó el proyecto de ley de integridad electoral de Florida. Varios grupos alineados con los demócratas presentaron rápidamente demandas en respuesta.
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