Un preso de Texas que pertenecía a una pandilla de la supremacía blanca fue ejecutado el miércoles por la noche por el asesinato de una mujer hace 17 años.
Justin Hall, de 38 años, recibió una dosis letal de pentobarbital en la penitenciaría estatal de Huntsville por el asesinato de Melanie Billhartz en octubre de 2002, según CBS News. Los fiscales dijeron que él le quitó la vida porque temía que ella alertara a la policía sobre su operación de drogas. Los oficiales lo acusaron de un segundo asesinato más tarde, según el informe.
Antes de morir, Hall pidió disculpas «de todo corazón» a las familias de dos de sus víctimas «por el dolor y el sufrimiento que causé».
«Nunca debió haber sucedido», dijo. CBS describió los ojos de Hall como «rojos y llorosos» mientras se disculpaba.
La madre y media hermana de Hall miraban por una ventana a varios metros de distancia, mientras él les decía que las amaba. «Los voy a extrañar a todos», dijo también antes de morir.
El primo de Billhartz, Cameron Rountree, también asistió a la ejecución, reportó The Texas Tribune.
Las autoridades de Texas le administraron una dosis letal de pentobarbital, después él empezó a respirar profundamente varias veces y luego a roncar. Su movimiento corporal luego se detuvo, de acuerdo al informe de la CBS.
Diecinueve minutos después, fue declarado muerto a las 6:32 p.m. hora local, según los informes.
Hall dijo que mató a Billhartz, de 29 años, en su casa de drogas en El Paso antes de enterrar su cuerpo en Nuevo México.
Ella previamente había acusado de asalto a otro hombre que fue a la casa de la droga. Hall, que era el jefe local del Círculo Ario, tuvo miedo de que la policía se enterara de su operación de drogas.
En 2016, después de pasar un tiempo en prisión, Hall declaró públicamente que necesitaba ser «sacrificado como el perro rabioso que soy» después de detener sus apelaciones y dejar de contactar a sus abogados.
«No me gusta la persona en la que me he convertido, y necesito ser sacrificado como el perro rabioso que soy», le escribió a un juez en 2016, informó el Texas Tribune. «Estas paredes me han destrozado las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Se necesita hasta el último gramo de voluntad para seguir adelante día a día».
Hall mantuvo su inocencia hasta el 2017, cuando admitió haber matado a Billhartz y solicitó una fecha de ejecución, informó el Tribune.
«Maté a Melanie Billhartz, y maté [a la segunda víctima Arlene Diaz]. Acepto el castigo por ello y estoy listo para terminar con esto, ya saben», dijo Hall en la audiencia, según The Associated Press. Los oficiales dijeron que cuando mató a Billhartz, Hall estaba en libertad bajo fianza después de haber sido acusado de la muerte de Diaz, el 28 de abril de 2002.
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