Texas ha enviado alrededor de 300 autobuses de inmigrantes a zonas del país gobernadas predominantemente por demócratas, en un esfuerzo por hacer frente a la afluencia de extranjeros ilegales en la frontera sur.
El 11 de noviembre, el gobernador Greg Abbott anunció en Twitter el último transporte de inmigrantes ilegales a las llamadas ciudades «santuario».
«El 300º autobús de migrantes de Texas acaba de salir hacia Chicago», escribió el gobernador republicano. «Mientras [el presidente Joe] Biden no hace nada, Texas seguirá tomando medidas sin precedentes para aliviar a nuestras abrumadas comunidades fronterizas y asegurar la frontera».
Texas ha transportado en autobús a casi 8300 inmigrantes ilegales a Washington D.C. desde abril, más de 3500 a la ciudad de Nueva York desde el 5 de agosto, y más de 1100 a Chicago desde el 31 de agosto, como parte de su esfuerzo para asegurar la frontera, de acuerdo a una declaración de la oficina de Abbott del 4 de noviembre.
La misión de transportes en autobús está «proporcionando un alivio muy necesario a nuestras abrumadas comunidades fronterizas», dijo la oficina del gobernador.
Abbott y otros republicanos han criticado las políticas fronterizas abiertas de Joe Biden por crear una crisis que ha visto un número récord de inmigrantes ilegales que intentan entrar en Estados Unidos.
Número récord de detenciones en la frontera
Aproximadamente 4.9 millones de personas han cruzado ilegalmente a Estados Unidos desde México desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021, según un informe publicado en agosto.
A su vez, más de 2.3 millones de inmigrantes ilegales fueron detenidos en la frontera sur durante el año fiscal 2022, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, publicados en septiembre (pdf). Es la cifra más alta jamás registrada.
El aumento de los inmigrantes ilegales también ha hecho que los cárteles introduzcan en cantidades récord la mortal droga fentanilo a través de la frontera.
Sin embargo, los legisladores demócratas están apuntando contra el programa de transporte de Abbott, acusando a los republicanos de «tráfico humano» de inmigrantes.
El fiscal general del Distrito de Columbia, Karl Racine, inició una investigación para determinar si Abbott y otros gobernadores republicanos están engañando a los inmigrantes ilegales para transportarlos a lugares como Washington, Chicago y Nueva York.
Racine dijo que sus investigadores entrevistaron a inmigrantes que «hablaron persuasivamente de haber sido engañados, con conversaciones sobre servicios prometidos» por los organizadores del viaje antes de subir a los autobuses hacia otros estados, según un informe de ProPublica y The Texas Tribune. Racine no habría proporcionado más información sobre la investigación.
Abbott defendió la medida de enviar a los inmigrantes en autobús fuera del estado y dijo que se ha visto obligado a tomar medidas sin precedentes para mantener la seguridad de las comunidades de Texas.
Estados como Nueva York y Washington han tenido problemas para acomodar la afluencia de inmigrantes. Nueva York abrió hoteles de emergencia para atender el aumento del número de inmigrantes.
Abbott ganó el martes un tercer mandato como gobernador de Texas tras derrotar al aspirante demócrata Beto O’Rourke.
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