El senador Tom Cotton (R-Ark.) anunció que su oficina operará una campaña al estilo de una sala de guerra para rechazar los ataques contra la nominación del presidente Donald Trump a la Corte Suprema y promover el nombramiento del candidato.
«Hoy, estoy lanzando una sala de guerra de emergencia para la Corte Suprema en scotuswarroom.com para ayudar al presidente Trump a cumplir con su deber constitucional de nombrar al próximo juez de la Corte Suprema», anunció Cotton en Twitter.
En una declaración por video, Cotton dijo que Trump pronto anunciaría su elección para el más alto tribunal de la nación, describiendo la decisión como una «gran nominación».
«Ya sabemos que los demócratas van a usar todos los trucos del libro para desprestigiar esta nominación», agregó, diciendo que prevé ataques a su religión y a su filosofía judicial.
Llamó a su iniciativa un «esfuerzo de todos los involucrados» e instó a la gente a apoyar su iniciativa de la sala de guerra para «ayudar a asegurarse de que se confirme la elección del presidente Trump para la Corte Suprema».
La muerte de Ruth Bader Ginsburg, quien falleció a la edad de 87 años el 18 de septiembre por complicaciones de cáncer, dejó vacante un puesto en el más alto tribunal de la nación, abriendo también una dura batalla sobre la nominación para su reemplazo.
Los líderes demócratas del Congreso presionaron al Senado para que no se considerara al candidato de Trump, argumentando que está demasiado cerca de la elección y expresando su frustración por la forma en que la cámara alta controlada por el Partido Republicano bloqueó al candidato del presidente Barack Obama en 2016.
Pero la mayoría de los senadores republicanos dicen que hay muchos precedentes de nominaciones para el año electoral y que el mismo partido controla el Senado y la presidencia en esta ocasión, haciendo que la situación sea diferente a la de hace 4 años.
«El nominado del presidente Trump recibirá un voto en el piso del Senado de Estados Unidos», dijo el líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) la semana pasada, horas después de la muerte de Ginsburg.
Trump anunciará el sábado su próximo nominado a la Corte Suprema, el tercero en su primer mandato, y se espera que el presidente elija a Amy Coney Barrett, una jueza federal de Indiana.
Barrett es «exactamente el tipo de jueza que el presidente Trump quiere, y que el país necesita en este momento, así que creo que será ella y que debería serlo», dijo el senador Mike Lee (R-Utah) a The Epoch Times.
Barrett, quien sirve en la Corte de Apelaciones de EE.UU. para el 7º Circuito, ha sido aclamada por sus partidarios por su historial judicial y otras cualidades.
«Una y otra vez, se oye a la gente decir que ella es la persona más inteligente en la sala», dijo Carrie Severino, presidente de la Red de Crisis Judicial, a The Epoch Times.
En un avance de lo que se espera sea un acalorado debate en torno al posible nombramiento de Barrett, Cotton entró en Twitter para denunciar lo que dijo que eran ataques demócratas dirigidos contra Barrett por la adopción de dos niños de Haití.
«Desagradable. La izquierda ahora calumnia a Amy Coney Barrett por adoptar niños», escribió Cotton en un tuit, que incluía capturas de pantalla de un mensaje en el que se pedía a la prensa que investigara el tema, aludiendo a lo inapropiado de decir que algunas adopciones de Haití eran «muy poco claras» y que «sus hijos fueron recogidos por estadounidenses ultra-religiosos».
Con información de Jan Jekielek y Zachary Stieber.
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