Un tratamiento de referencia para la osteoporosis es el de bifosfonatos, pero conlleva un riesgo significativo de causar una fractura atípica de fémur, especialmente si se utilizan durante más de cinco años. Su uso es controvertido, sobre todo porque la densidad mineral ósea no es una medida precisa sobre la resistencia de los huesos, ni del riesgo de sufrir una fractura.
Sin embargo, el suministro de bifosfonatos es una terapia de primera línea para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis, con 14.7 millones de prescripciones anuales en EE.UU.[i].
Estos medicamentos, entre los que se encuentran el alendronato (Binosto, Fosamax), el ibandronato (Boniva), el risedronato (Actonel, Atelvia) y el ácido zoledrónico (Reclast, Zometa),[ii] inhiben la reabsorción ósea al bloquear la acción de los osteoclastos, que son células que degradan el hueso.
Sin embargo, los osteoclastos tienen muchas funciones más allá de la reabsorción ósea, entre ellas la de afectar las respuestas inmunológicas, y su función de degradación ósea sirve para iniciar el proceso normal de remodelación del hueso. Por tanto, los medicamentos que inhiben la actividad de los osteoclastos pueden tener «efectos negativos inesperados en la homeostasis ósea»[iii].
Un riesgo ampliamente conocido desde hace al menos una década es el aumento del riesgo de fracturas atípicas del fémur, un efecto secundario irónico para los fármacos que se recetan para la «salud ósea». Los bifosfonatos suelen tomarse durante tres a cinco años,[iv] aunque pueden tomarse durante más tiempo, esta duración puede aumentar significativamente el riesgo de sufrir una fractura grave como consecuencia de ello.
El riesgo de sufrir una fractura grave causada por los fármacos óseos es mayor después de 5 años
En un estudio presentado en la reunión virtual de la Sociedad Americana de Investigación Ósea y Mineral (ASBMR) 2020, los investigadores analizaron la información de la base de datos de la Sanidad Nacional Danesa sobre 1.9 millones de personas de 50 años o más.
El riesgo relativo de fractura atípica de fémur entre los que tomaban bifosfonatos aumentó tras cinco años de uso. Durante los cinco a siete años de uso de estos medimanetos, el riesgo relativo de fractura atípica de fémur fue de 35.57, que se elevó a 40 tras siete años de uso[v].
Entre las personas que sufrieron una fractura atípica, el 58% había utilizado bifosfonatos, al igual que el 19% de las que sufrieron una fractura no atípica. En comparación, el 9.9% del grupo de control sano había utilizado estos medicamentos[vi].
«Desde que se informó por primera vez hace más de 10 años, ha quedado claro que las fracturas atípicas de fémur son una complicación rara pero grave de la terapia con bifosfonatos, y el temor a estos eventos desalienta el uso de medicamentos para la osteoporosis«, dijo en un comunicado el Dr. Douglas Bauer, de la Universidad de California en San Francisco[vii].
El riesgo de fractura atípica se redujo rápidamente cuando se dejaron de usar los bifosfonatos, lo que llevó a los investigadores a sugerir que las «vacaciones del medicamento», durante las cuales no se toman, podrían ayudar a reducir el riesgo de fracturas femorales atípicas en algunas personas que toman los medicamentos.
Otra investigación reveló que las mujeres que tomaron bifosfonatos durante cinco años y luego interrumpieron el tratamiento tenían aproximadamente el mismo riesgo de fractura de cadera que las que siguieron tomando los fármacos durante otros cinco años[viii]. Esto sugiere que tomar los fármacos durante más de cinco años ofrece pocos beneficios, aunque puede aumentar el riesgo de fractura atípica.
Una densidad mineral ósea elevada no equivale a huesos sanos
Se dice que los bifosfonatos son buenos para los huesos porque aumentan la densidad mineral ósea, pero el uso de la densidad mineral ósea como medida salud para los huesos es controvertido porque no es lo mismo que calidad y fuerza de los huesos.
Aunque la densidad mineral ósea está asociada a la resistencia ósea, no son equivalentes. Como se señala en el libro «Osteoporosis in Men»:[ix]
«La fuerza ósea es la resistencia del hueso a las fracturas. Es difícil cuantificar exactamente lo que constituye la ‘fuerza’ del hueso. Está relacionada con la densidad mineral ósea (DMO), pero no es equivalente a ella. La DMO es un fuerte predictor de la fractura, pero también hay que tener en cuenta otros factores, como la estructura ósea, la remodelación del hueso y el recién creado término ‘calidad del hueso'».
La DMO es fácil de medir mediante un aparato de rayos X conocido como absorciometría de rayos X de doble energía (DXA o DEXA), pero las demás medidas de la resistencia ósea no son tan fáciles de cuantificar.
Es más, incluso las definiciones de osteopenia y osteoporosis de la Organización Mundial de la Salud, que se diagnostican a 1 y 2.5 desviaciones estándar por debajo de la masa ósea máxima media de una mujer adulta joven de raza blanca, son muy sospechosas, ya que convierten la disminución natural de la densidad ósea que se produce con la edad en una enfermedad que debe tratarse con fármacos.
En pocas palabras, conocer su DMO no es un indicador preciso de su riesgo de fractura en el futuro y eso por sí solo no debería empujarle a utilizar medicamentos bifosfonados con efectos secundarios graves. De hecho, existen riesgos asociados a una densidad mineral ósea elevada, como el cáncer de mama.
En un artículo publicado en la revista Clinical Diabetes and Endocrinology, los investigadores afirmaron que «la biomecánica del esqueleto, el tamaño, la forma y las propiedades ultraestructurales son los principales factores de predicción de la resistencia ósea» y detallaron algunas de las limitaciones de los escáneres DXA y las muchas complejidades que conlleva la evaluación de la salud ósea real:[x].
- El tamaño, la forma, la arquitectura y la composición del hueso son los principales determinantes de la resistencia ósea.
- La composición ósea es difícil de medir de forma no invasiva.
- La reticulación y la densidad del colágeno contribuyen a la resistencia de la matriz ósea.
- La cantidad, el espesor y la conectividad de las placas y varillas determinan la resistencia del hueso trabecular.
- La matriz proteica recién formada y la disposición de los cristales de hidroxiapatita dentro de la matriz, junto con el grado de mineralización, contribuyen a la dureza y resistencia del hueso.
- La genética desempeña un papel en la salud de los huesos y puede determinar hasta el 70% de su resistencia y estructura.
- Las cargas habituales, los daños repetitivos, las enfermedades como la diabetes, los factores biomecánicos y la tasa de recambio óseo también influyen en la salud de los huesos y en el riesgo de fracturas.
El tamaño de los huesos está directamente relacionado con la resistencia ósea, pero la DXA no tiene en cuenta el tamaño de los huesos a la hora de evaluar el riesgo de fractura; tampoco se mide el espesor de los huesos.
Si está interesado en reducir el riesgo de fracturas óseas, hay muchos enfoques naturales con base en la evidencia que pueden ayudar. A continuación se ofrecen varios ejemplos, y puede encontrar más detalles en nuestra guía de salud ósea:
- Suplementos como la vitamina K y la vitamina D.
- Ejercicios como la vibración corporal y el Tai Chi.
- Modificaciones en la alimentación, como el aumento de carotenoides, frutas y verduras.
El Grupo de Investigación GMI se dedica a investigar los temas de salud y medio ambiente más importantes de la actualidad. Se hará especial hincapié en la salud medioambiental. Nuestra investigación enfocada y profunda explorará las muchas formas en que la condición actual del cuerpo humano refleja directamente el verdadero estado del medio ambiente. Este trabajo se reproduce y distribuye con el permiso de GreenMedInfo LLC. Suscríbase al boletín de noticias en www.GreenmedInfo.health
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.