El duro clima invernal desbarató los planes de Nochebuena en todo Estados Unidos, con temperaturas bajo cero, fuertes vientos e intensas nevadas en múltiples partes del país.
En Buffalo, Nueva York, y sus alrededores, una ventisca dejó caer más de medio metro de nieve. Mientras las temperaturas se acercaban a cero y las condiciones ventosas contribuían a los problemas de visibilidad, cientos de personas se quedaron varadas en sus vehículos. Algunas de estas personas intentaron conducir a última hora del viernes, a pesar de la prohibición en vigor para todo el condado, dijeron funcionarios del condado de Erie. Los vehículos de respuesta a emergencias también se quedaron atascados, dificultando los esfuerzos de rescate.
«En las zonas más afectadas no hay servicio de emergencia disponible», dijo Mark Poloncarz, ejecutivo del condado de Erie, que incluye Buffalo, durante una sesión informativa el sábado por la mañana. «No hay garantía de que en una situación de emergencia que ponga en peligro la vida vayan a poder responder inmediatamente».
Se espera que siga cayendo nieve, por lo que las autoridades instaron a la gente a refugiarse en el interior de su hogar y abstenerse de llamar al 911 a menos que exista una verdadera emergencia.
«Por favor, manténgase fuera de las carreteras. Aunque parezca que las carreteras estén bien, no salgan a ellas», dijo Poloncarz.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, que envió personal de la Guardia Nacional a la región, describió la tormenta de nieve como «una de las peores de la historia».
Dos personas murieron dentro de sus casas cuando los equipos de emergencia no pudieron llegar hasta ellas en el condado de Erie. Al menos otras 15 personas murieron en el resto del país, la mayoría por accidentes de tráfico relacionados con las condiciones meteorológicas.
Entre los fallecidos, cuatro personas son de Ohio, tres en Kansas, tres en Kentucky, una en Colorado, una en Misuri, una en Tennessee, una en Wisconsin y una en Vermont. Una colisión masiva en la que se vieron implicados unos 50 vehículos en la autopista Ohio Turnpike provocó allí las cuatro muertes.
«Las condiciones de las carreteras siguen siendo muy peligrosas en todo el estado, con nieve blanca y temperaturas extremadamente frías. Por favor, permanezcan en casa si es posible y estén atentos a estas condiciones de carretera extremadamente peligrosas», dijo el gobernador de Ohio, Mike DeWine, en una declaración.
Un conductor de Kansas City, Missouri, murió el jueves después de deslizarse a un arroyo y otros tres murieron el miércoles en accidentes separados en carreteras heladas del norte de Kansas.
Una mujer en Vermont murió en un hospital el viernes después de que un árbol se derrumbó con los fuertes vientos y cayó sobre su casa. La policía de Colorado Springs dijo que encontró el cadáver de una persona que parecía no tener hogar, mientras las temperaturas bajo cero y la nieve descendían sobre la región.
En Kentucky, el gobernador Andy Beshear advirtió el sábado a la población que eviten un tramo de la Interestatal 71 después de una serie de accidentes.
«Si pueden evitarlo, por favor háganlo. Si pueden evitar viajar, háganlo también», dijo Beshear durante una sesión informativa.
El alcance de la tormenta fue casi sin precedentes, extendiéndose desde los Grandes Lagos cerca de Canadá hasta el Río Grande a lo largo de la frontera con México. Alrededor del 60 % de la población de EE. UU. se enfrentó a algún tipo de aviso o advertencia meteorológica invernal y las temperaturas cayeron drásticamente por debajo de lo normal desde el este de las Montañas Rocosas hasta los Apalaches, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
Esto incluyó temperaturas bajo cero en estados sureños como Florida. Las advertencias de congelación estaban en vigor el sábado tan al sur como Tampa, en Florida, y Carrizo Springs, en Texas.
Se espera que las temperaturas gélidas y las ráfagas de vientos produzcan «una sensación térmica peligrosamente fría en gran parte del centro y el este de EE. UU. este fin de semana festivo», dijo el servicio meteorológico, añadiendo que las condiciones «crearán un peligro potencialmente mortal para los viajeros que se queden varados.»
Los meteorólogos dijeron que un ciclón bomba —cuando la presión atmosférica cae muy rápidamente en una fuerte tormenta— se había desarrollado cerca de los Grandes Lagos, provocando condiciones de ventisca, incluyendo fuertes vientos y tormenta de nieve.
Beshear y otros funcionarios dijeron que las temperaturas extremadamente frías estaban poniendo a prueba las redes eléctricas, obligando a algunos proveedores a implementar cortes temporales para aliviar la tensión.
Beshear instó a la población a girar sus termostatos «a la configuración cómoda más baja» y a apagar todas las luces que no estaban utilizando.
El sábado por la mañana, más de 1.6 millones de hogares estaban sin electricidad debido a la tormenta, según PowerOutage.us. La mayoría de los apagones se produjeron en el sur y en Nueva Inglaterra.
Miles de vuelos hacia, desde o dentro de Estados Unidos fueron cancelados para el sábado y más de 4300 fueron retrasados, según FlightAware.
Con información de The Associated Press
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