No creo que sean muchos los que se atrevan a rebatir que Camry es uno de los nombres más prestigiosos y populares en la arena automovilística. En Estados Unidos, el -hasta ahora- mercado más competitivo del mundo, el Toyota Camry ha sido por años uno de los autos más vendidos. Su primera generación debutó en 1983, y el sedán compacto creció a mediano tamaño en la tercera generación en 1992. La generación anterior del Camry actual se entrenó en el 2011, y en los intermedios se han producido algunas variantes a lo largo de los años, entre ellas el Camry Wagon y el Camry Solara coupé y convertible.
El éxito del Toyota Camry, muestra la potencia y el empuje de un auto familiar bien hecho, con una reputación de fiabilidad a prueba de balas, en medio de la decadencia de los sedanes por el cambio en las preferencias del consumidor. Durante los últimos 15 años, Camry ha sido el sedán más vendido en los Estados Unidos, sin embargo, precisamente ha sido el Camry uno de los autos que le ha valido a Toyota el membrete de ser una compañía que fabrica autos aburridos al manejar.
Con este nuevo Camry, Toyota espera inyectar un poco de emoción en su auto familiar de preferencia. Desde el estilo hasta su dinamismo, el nuevo Camry es más atractivo a la vista y más atractivo para conducir. Hace unos meses probamos su versión híbrida, y si bien repetían la receta en cuando a lo que el ojo puede apreciar, la diferencia que a los sentidos brinda un motor de V-6 de 301 caballos es apreciable. En otras palabras, ansiábamos probar el nuevo Camry en su versión más potente, y no ha decepcionado.
El Camry V-6 es intrigante no solo por su gran potencia, sino también por tener seis cilindros. Casi todos los competidores han optado por motores de cuatro cilindros turbo alimentados para sus opciones de motor de alto nivel, incluida la “némesis” del Camry, el Honda Accord. Este V-6 es impresionante, enviando el Camry de cero a 60 mph en 5.8 segundos, 2.1 segundos más rápido que un Camry SE de cuatro cilindros. Hasta el sonido del escape emitido en las salidas cuádruples del modelo XSE, se distingue de las bandas sonoras de muchos competidores.
Su interior es tan cómodo como el Camry de generación anterior, y tiene un estilo nuevo que resulta bastante innovador. El nuevo Camry está construido alrededor de un panel central asimétrico, cuyo punto focal es una gran pantalla táctil. Pero a diferencia de su rival Honda, que ha sucumbido a la manía de hacer que todo sea sensible al tacto, el estéreo del Camry tiene perillas adecuadas y grandes que se sienten bien en tu mano. Del mismo modo, los controles de A / C son agradables y simples. Cualquier persona que ingrese a un Camry por primera vez encontrará el diseño de control familiar al instante. Es un entorno de baja distracción que mejora la seguridad del conductor (porque no puede mirar la carretera si está mirando el estéreo tratando de averiguar cómo cambiar la estación). Es un cambio radical para el Camry que ha languidecido por un estilo inofensivo durante décadas.
Toyota, ha diseñado el Camry para que sea un automóvil más atractivo no solo al ojo, pero también para conducir. Hace unos años, introdujeron el modelo deportivo SE, y ha sido un éxito. Para el nuevo Camry, Toyota ha mejorado el juego con una suspensión trasera con brazo de control inferior, una configuración más cara que agrega precisión en el manejo, y una vez más los modelos SE y XSE tienen ajustes más rígidos para la dirección y la suspensión.
El manejo es definitivamente mejorado sobre el viejo Camry. El nuevo auto corre por las curvas con más equilibrio, confianza y velocidad, y el SE es notablemente más firme y algo más atlético. Pero, por mucho que a Toyota le gustaría promocionar el Camry como un auto “de conductor”, posiblemente tenga problemas convenciendo a algunos. La dirección es precisa y no hay desviaciones en la carretera cuando haces maniobras, pero la sensación es algo apagada y con poca retroalimentación. Si es dueño de un Camry antiguo, o un Nissan Altima, es probable que piense que el nuevo Camry es una revelación, pero si ha pasado algún tiempo detrás del volante de un Mazda6 o un Volkswagen Passat, probablemente no quedará tan impresionado.
Donde Toyota ha hecho un excelente trabajo es en la renovación de los trenes motrices del Camry. Mientras que otros fabricantes de automóviles se están moviendo hacia motores pequeños turboalimentados, Toyota sigue con versiones grandes de 4 cilindros con aspiración natural y un espléndido V-6. Ambos están equipados con una transmisión automática de ocho velocidades, que mejora la aceleración y la economía de combustible. El de 4 cilindros ahora tiene una potencia de 203 caballos de fuerza -206 en la versión XSE-, un salto de 25 hp sobre el Camry saliente. 28 millas por galón en la ciudad y 39 en la carretera son números admirables, que incluso, superan al Nissan Altima. El modelo base Camry L lo hace aún mejor, entregando 29 millas en ciudad y asombrosas 41 en carretera.
El V-6 opcional de 3.5 litros, como el que probamos, se ofrece exclusivamente en los modelos XSE y XLE, y rompe la barrera de los 300 caballos con exactamente 301. Este motor es notablemente más suave y silencioso que el motor más pequeño, con una sensación de aceleración bien disfrutable.
Toyota, ha valorado el Camry L de nivel de entrada en $ 24,380, un buen precio, teniendo en cuenta todas las características de seguridad avanzadas que vienen de serie. Toyota espera que la mayoría de los compradores opten por el Camry LE de $ 24,885 o el Camry SE de $ 26,085. El Camry XSE de gama alta como el que probamos comienza en alrededor de $ 29,500, lo que está más en línea con los precios de los mejores niveles de sus rivales.
El Camry, ahora tiene un aspecto elegante y distintivo, es uno de los sedanes medianos más grandes para conducir, y sin dudas, seguirá siendo un éxito de ventas, pues habrá muchas más personas que compren un Camry nuevo porque realmente quieren uno, en lugar de porque es, simplemente, lo más inteligente de hacer. En otras palabras, el Camry es lo que siempre ha sido: seguro, práctico y confiable, y seguirá siendo el campeón de ventas entre los sedanes, pues muchos a él llegan por la confianza que inspira.
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