El sector del transporte pesado de Santa Cruz, la mayor región y motor económico de Bolivia, realizó este jueves una caravana de vehículos en protesta por el encarcelamiento del gobernador de ese departamento, Luis Fernando Camacho, acusado por terrorismo en un caso relacionado a la crisis política de 2019.
En declaraciones a EFE, el representante de la Asociación de Transporte Internacional (Asociatrin), Marcelo Cruz, dijo que la caravana también pidió la libertad de otros «presos políticos» por las protestas que aquel año denunciaron un fraude electoral a favor del entonces presidente Evo Morales.
Además del gobernador de Santa Cruz, el dirigente mencionó al exlíder cívico de la región andina de Potosí Marco Pumari, que fue el candidato a la Vicepresidencia junto a Camacho en los comicios generales de 2020; la expresidenta interina Jeanine Áñez, y algunos exjefes militares y policiales procesados por esos hechos.
Cruz dijo que «alrededor de unos 2000» transportistas se han manifestado esta jornada conduciendo sus camiones.
Tensión con la policía
Al menos dos bloques de camiones partieron de distintos puntos de la ciudad con el objetivo de llegar hasta el centro de la misma, donde permanecieron aparcados varias horas.
En su trayecto, los camiones de alto tonelaje activaron sus bocinas como signo de respaldo a las movilizaciones que hace más de una semana exigen la libertad del gobernador, encarcelado en un penal en el occidente del país.
En la parte delantera de los camiones se colocaron pancartas con mensajes a favor de la liberación para Camacho, mientras que algunas personas con banderas de Bolivia y Santa Cruz salieron al paso a aplaudir la manifestación.
Un momento de tensión se produjo cuando un grupo de policías intentó frenar el paso a la numerosa caravana, antes de su ingreso al centro de la ciudad.
Sin embargo, fueron los propios transportistas los que descendieron de sus camiones para hacerse paso y retirar varias motocicletas policiales y otros objetos que los agentes utilizaron para hacer una especie de barricada.
Según Asociatrin, alrededor de unos 25,000 camiones trabajan continuamente en Santa Cruz, el principal productor de alimentos del país, y que articulan un «sistema» complejo entre el campo, las industrias y los mercados de exportación.
Muchos de los transportistas no han trabajado estos días por los bloqueos de caminos en las provincias que respaldan al gobernador.
Cruz manifestó que ese «sacrificio» de no trabajar y mantener la protesta por la libertad de Camacho tiene sentido, pues la población «no confía» en la Policía ni en la justicia.
También está prevista una marcha vespertina que partirá de la plaza principal de la ciudad hasta el Cristo Redentor, un sitio simbólico donde se realizan los cabildos cívicos, para dirigirse luego al Comando de la Policía.
Hace más de una semana, la Policía activó un polémico operativo para arrestar a Camacho y trasladarlo de Santa Cruz a La Paz, donde un juez dictó cuatro meses de detención preventiva en un penal de máxima seguridad a casi 4000 metros de altitud.
Al gobernador se le acusa por terrorismo dentro del caso «golpe de Estado I» por las protestas sociales de 2019 que derivaron en la renuncia de Evo Morales.
Para el oficialismo, esos hechos fueron un «golpe de Estado», mientras que para la oposición se debieron a un fraude electoral en las elecciones anuladas de ese año.
Esta jornada, una corte boliviana negó el pedido de libertad hecho por la defensa de Camacho, pero como medida cautelar dispuso que se le permita salir del penal para ser atendido en un centro médico en caso de emergencia, por las enfermedades hipogamaglobulinemia y síndrome de Churg-Strauss que padece.
Las autoridades penitenciarias de Bolivia han insistido en que la salud del gobernador cruceño es «estable» y que puede recibir tratamiento en el mismo penal.
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