El expresidente Donald Trump advirtió sobre el rumbo de la economía estadounidense después de que las cifras de creación de empleo del viernes se situaran muy por debajo de las expectativas y de que más estadounidenses fueran a parar a las listas de desempleados.
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) informó el 3 de mayo de que la economía estadounidense añadió 175,000 nuevos puestos de trabajo el mes pasado. Una cifra inferior a los 315,000 de marzo y sustancialmente inferior a los 243,000 puestos que esperaban los analistas del mercado.
«Las cifras de empleo acaban de salir y son horribles», dijo el presidente Trump a los periodistas en Nueva York poco después de que se dieran a conocer los datos. «Esta gente está destruyendo nuestro país y aquí tenemos otra muestra de ello».
Las predicciones también anticiparon una tasa de desempleo sin cambios del 3.8 por ciento, mientras que el informe del empleo predijo un repunte al 3.9 por ciento.
«Nuestra economía está mal, y ahora se está empezando a notar», dijo el presidente Trump. «Ya lo verán, y solo empeorará. Solo vamos en una dirección con el supuesto liderazgo —no hay liderazgo— pero con el supuesto liderazgo que tenemos en este país».
El presidente Joe Biden, por el contrario, emitió un comunicado en el que afirmaba que las cifras de empleo son una prueba de que «la gran recuperación estadounidense continúa». También señaló el hecho de que la tasa de desempleo se ha mantenido por debajo del 4 por ciento durante un récord de 27 meses consecutivos.
Pero las dos sorpresas del informe de empleo —una mayor tasa de desempleo y una menor creación de empleo— no son las únicas señales que apuntan a la debilidad de la economía, especialmente en lo que respecta al mercado laboral.
Debilitamiento del mercado laboral
El último informe JOLTS mostró que el número de ofertas de empleo ha caído en cerca 325,000 (siendo la mayor caída en seis meses) bajando a 8.488 millones (el nivel más bajo en unos tres años). El informe también indica que ha disminuido el número de personas que abandonan su puesto de trabajo, señal de la pérdida de confianza en la capacidad de los trabajadores para encontrar un empleo mejor y, en general, de la pérdida de confianza en la economía.
Otra señal de que los estadounidenses están perdiendo la confianza en el mercado de trabajo es un reciente informe de la Reserva Federal de Nueva York, que muestra que la gente es cada vez más pesimista sobre la posibilidad de perder su empleo y encontrar uno nuevo. El informe mostró que la probabilidad media percibida de perder el empleo en el próximo año aumentó al 15.7%, el nivel más alto desde 2020.
Otros datos recientes que apuntan a unas condiciones más suaves del mercado laboral incluyen los informes del Instituto de Gestión de Suministros (ISM) sobre el sector manufacturero y de servicios de Estados Unidos, que mostraron una contracción de la actividad de contratación y el empleo en territorio de recesión.
«El descenso en el índice compuesto en abril es el resultado de una menor actividad empresarial, un crecimiento más lento de los nuevos pedidos, entregas más rápidas de los proveedores y la continua contracción del empleo», dijo Anthony Nieves, presidente del comité de encuestas empresariales de servicios del ISM, en una declaración. «Los encuestados indicaron que, en general, la actividad empresarial se está ralentizando».
Muchos analistas prevén una mayor contracción del mercado laboral.
El analista económico Mark Hamrick, de Bankrate, declaró a The Epoch Times por correo electrónico que «las perspectivas siguen siendo de cierto debilitamiento del mercado laboral durante el próximo año, ya que las elevadas tasas de interés pesan sobre la demanda».
Aunque el gasto de los consumidores se mantuvo y muchos economistas pregonan la continua fortaleza del consumidor estadounidense, un reciente informe de la Reserva Federal de Filadelfia mostró que la gente tiene más dificultades para hacer frente a los pagos de sus deudas de tarjetas de crédito, y la morosidad de las tarjetas de crédito se ha disparado hasta alcanzar una cifra récord.
Al comentar el último informe de empleo, el expresidente Trump mencionó parte de su plan para reforzar el mercado laboral y dar un impulso a la economía.
«Mi plan para el empleo es ‘drill, baby drill (del dicho perfora, cariño, perfora)’, bajar la energía, cerrar la frontera», dijo el expresidente, destacando varios puntos de su plan de política económica Agenda 47.
El plan económico de Trump
Bajo la presidencia de Trump (excluyendo la recesión durante la pandemia de 2020), el crecimiento real del producto interior bruto (PIB) superó la tasa de expansión registrada durante el mandato del expresidente Barack Obama.
El crecimiento real del PIB bajo la presidencia de Trump también superó el registrado bajo la presidencia de Biden, con la excepción de la recuperación post-pandemia impulsada por el estímulo.
Las tasas de pobreza de afroamericanos e hispanoamericanos alcanzaron mínimos históricos bajo la presidencia de Trump. Además, las tasas de desempleo de estos dos grupos cayeron a nuevos mínimos, al igual que las de los estadounidenses de origen asiático, los estadounidenses sin título de enseñanza secundaria y los estadounidenses discapacitados.
La confianza económica también fue mucho mayor bajo la presidencia de Trump que bajo la de Biden, ya que el Índice de Confianza Económica de Gallup se mantuvo en territorio negativo durante prácticamente toda la presidencia de Biden.
El crecimiento total del empleo bajo la presidencia de Biden ha superado al del presidente Trump, pero gran parte de ello se debe a un repunte de la contratación tras la pandemia, lo que significa que no se han creado nuevos puestos de trabajo, sino que la gente ha vuelto a antiguos empleos que se suprimieron temporalmente durante la pandemia.
El repunte económico impulsado por los estímulos también empujó la inflación a un máximo de varias décadas, del 9%, un hecho en el que el presidente Trump se ha centrado repetidamente al argumentar en contra de las políticas económicas de su principal rival en las elecciones presidenciales de 2024.
Las propuestas de política económica de la Agenda 47 del presidente Trump incluyen una serie de posturas opuestas a las de su rival.
El expresidente prometió poner fin al mandato del presidente Biden sobre los vehículos eléctricos que, según él, solo servirá a los intereses de China, líder mundial en la producción de vehículos eléctricos.
También prometió oponerse a lo que denomina la «locura del Nuevo Acuerdo Verde» de la administración Biden, que acaba con el empleo, prometiendo liberar la producción nacional de energía y mantener los vehículos impulsados por combustibles fósiles.
«Nos sentamos sobre oro líquido y nos deshacemos de los motores de combustión», dijo el presidente Trump en un mensaje de vídeo en octubre de 2023.
Una parte clave de su plan económico Agenda 47 es garantizar que Estados Unidos tenga el menor costo energético de cualquier país industrializado del mundo.
«Más energía significará una inflación más baja que significará más empleos», dijo en una declaración política de septiembre de 2023, una propuesta que se refleja en sus comentarios «drill, baby drill» con relación al último informe de empleo, de resultado mediocre.
Para acelerar la producción nacional de energía, el presidente Trump prometió derogar varias normativas de la administración Biden sobre la producción de electricidad y la extracción de combustibles fósiles.
También prometió hacer frente a lo que describió como una «oleada de litigios frívolos de extremistas medioambientales» que frenan proyectos críticos de desarrollo energético.
En un nuevo intento de reducir el costo de la energía -que es un factor económico fundamental en la industria manufacturera y en otros sectores- el presidente Trump prometió apoyar la producción de energía nuclear modernizando la Comisión Reguladora Nuclear, comprometiéndose a trabajar para mantener abiertas las centrales existentes y a invertir en pequeños reactores modulares.
Su plan de reactivación económica también incluye impuestos más bajos.
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